8- 2do dia de esclava

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Muerdo con brusquedad el sándwich de jamón, mientras escucho los regaños de mi madre.

— ¡Es enserio Coral, un siete! ¿Cómo? es muy poco. Esperaba un nueve o un ocho, pero jamás hubiera imaginado que sacarías un siete.

— Odio historia. Estoy más que aliviada por haberla aprobado el examen. Deberías felicitarme.

La bocina de un coche hace que me levante apresurada y con la mitad de sándwich aun en mis manos.

— Adiós madre, los ancianos me esperan.

— ¡Hablaremos de esto luego! — Me grita.

Salí literalmente corriendo, cerré la puerta y me adentre al coche de Milder sin pedir permiso, como si fuera costumbre. Le doy un ultimó mordisco al sándwich.

— ¡Vamos! conduce.

Le exijo con la boca llena.

— Hola Milder ¿Cómo estas? cada día te vez más guapo. Algún día me encantaría tener una cena contigo. ¡Dios! eres tan guapo — Hace una imitación de mi voz (horrible) para luego sonreír divertido.

— ¡Yo no me escucho así!.

Pongo una mueca.

— Claro que si.

— Claro que no.

— Que si.

— Que no.

— Que si.

Inflo mis mejillas y cruzo mis brazos debajo de mis pechos. No quiero seguir discutiendo con Milder, es ridículo. Últimamente no me ha molestado en la preparatoria, así que estoy un poco sorprendida por el cambio de aires que a tomado nuestra relacion de enemis..Mirando unas nuestra rivalidad esta a flor de piel, pero ahora ni siquiera interactuamos tanto en la preparatoria, gracias al cielo. Solo hemos discutimos mas a menudo, en realidad lo prefiero antes que las bromas....iuu, aún recuerdo esos gusanos pegajosos y escurridizos en todo mi suéter.

Quiero vomitar.

El muy estúpido aprovecho que estaba en la ducha y lleno mi suéter de gusanos.

Una de las experiencias más horribles que tuve con el, fue en el baile de bienvenida, el muy mentiroso me había dicho que la fiesta sería con temática de disfraces. Entonces yo estaba convencidísima de que tenia el mejor disfraz del mundo. cuando llegue a la fiesta me encontré con la sorpresa de que en realidad era una fiesta otoñal, con suéteres y botas. Solo imagínense una Coral en la entrada del lugar con un disfraz enorme de zanahoria...Sip una zanahoria. Milder me dejó en ridículo esa noche, todos se rieron de mi, me abucheaban y decían cosas que me dispuse a ignorarlas, porque si no lo hacía me golpearían mi preciada autoestima, sentí la vergüenza más grande de toda mi vida. No dure ni 3 minutos en esa fiesta.

— Vamos — Milder sale del coche y tras soltar un suspiro lo sigo.

Milder saluda a todos con una sonrisa, mientras que yo me dispongo a obsérvalo silenciosa. Tras colocarnos las batas, entramos a una habitación llena de utensilios de limpieza.

— Piensa rápido.

Una escoba es disparada hacia mi golpeándome en el hombro y cayendo en seco al piso.

—Auch — me quejo. Su cara cambia de divertida a una totalmente aterrada.

— hmm perdón.

Di unos pasos en su dirección y el retrocedió, cerro sus ojos y espero un golpe de mi parte. Pero me agache para recoger la escoba y tendérsela.

Siempre Lo SupeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora