23 - Boda

22 2 0
                                    


Mini maratón
1/2

Salgo del coche y ajusto la chaqueta encima de mis brazos, meto mis manos en los bolsillos y suspiro haciendo que un poco de humo blanco salga de mis labios.

El invierno está en pleno apogeo, con un helado viento y sus lluvias repentinas.

— Vamos Coral.

Mis padres se detienen y me miran.

— Ahí voy.

Asienten y se adentran al salón.

Con pasos dudosos y tambaleantes voy detrás de ellos. Saludo al señor que esta en la entrará, quien me pide la chaqueta. La idea de estar en vestido me aterra, pero todo es con un bien mayor. Se la entregó. Cuando doy un paso en el salón la calidez abraza mi piel haciendo que el frío desaparezca.

Mis ojos recorren todo el salón en busca de mis amigas, pero siento unos ojos traspasar mis hombros desnudos como dos dagas. El va de traje negro y una camisa roja con los dos primeros botones desabotonados, de su cuello cuelga un collar que llega hasta la altura de su corazón, su cabello está arreglado hacia atrás solo dejando una hebra de cabello en su frente, sus ojos están distraídos recorriendo mis hombros.

Siento un revoloteo en el interior de mi estomago.

Si alguna vez pensé que era atractivo, ahora lo afirmó.

Es jodidamente atractrivo.

Sus ojos conectan con los míos y siento mi boca secarse. Sus ojos brillan y una sonrisa ladeada se dibuja en sus labios, mi corazón late ridículamente y tengo la tentación de desviar la mirada pero se me es imposible, es como si una línea delgada estuviera conectando mis ojos con los suyos. El es quien desvía sus ojos de los míos pero solo para seguir bajando por todo mi cuerpo. Una electricidad recorre mi espina dorsal de arriba hacia abajo.

— ¿Qué te pasa Coral? ¿Por qué te quedas parada? Anda vamos a saludar a Isabel.

Mi madre enrolla su brazo con el mío y me arrastra con ella. Suelto una bocanada de aire, ni siquiera me habia dado cuenta de que lo estaba reteniendo.

Luego de haber saludado a los recién casados me escabulli con Jay y Summer cerca de la mesa de bebidas. Tomé una copa y la llene de vino.

— Me gusta el color de tu vestido.

Señaló a Jay.

Ella va vestida con un vestido lizo de color azul oscuro ajustado en el pecho y parte de la cintura, sin ningún vuelo en la falta la cual llega hasta sus rodillas. Su peinado es un recogido delantero con todo lo de atrás suelto. Ella se ajusta los lentes y me dedica una sonrisa.

— Debo admitir que mi madre tiene buen gustó.

Le doy un sorbo a la copa.

— No todo el tiempo ¿Recuerdan la vez que te puso esas horribles botas rosas con el vestido azul lleno de flores amarrillas?

Solté carcajadas junto a las chicas recordando esa escena.

— Se burlaron de mi tooodo el día - Dice tomando de su copa.

Siempre Lo SupeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora