22- y ahora quien......?

23 3 6
                                    

Por fin era el día en que Tomas y yo entregaríamos el proyecto. Por supuesto cuando abrí los ojos me encontraba en el piso de mi habitación, me había caído otra vez. Desde la cocina mi madre se había escuchado el ruido, pero ni siquiera se inmuto, ya debe de estar acostumbrada. Me coloco algo sencillo, prepare todo en mi mochila y baje a la cocina por algo que comer. Me robe un yogurt de fresas del refrigerador y fui hacia mi padre que esperaba por mi sentado en la mesa tomando café. 

Revisando nuevamente las cosas en mi mochila y me aseguro que no me falte nada. Mi padre me deja en la prepa y luego de darme un beso en la frente se va al trabajo. Camino por el pasillo con los nervios de punta, no quiero que nada salga mal.

— Coral.... Tenía dos días sin verte taaaan cerca —  Vivianca se acerca a mi con dos chicas más impidiendome el paso.

— Vivíanca no tengo tiempo para estupideces — suspiró — si me disculpas tengo que ir por allá.

— Pero si solo quiero charlar con mi buena amiga — dice con ironía.

— Ya estás con tus buenas amigas, ahora sí me disculpas — paso al lado de ella chocando su hombro por accidente, pero Vivíanca no se lo toma como un accidente, entonces agarra mi hombre y me la vuelta.

— ¡Oye! estúpida — Vivíanca alza su mano y estaba apunto de golpearme en la mejilla, pero alguien toma su muñeca dejándola en el aire.

Miro a esa persona y me encuentro a Tomás mirando a Vivíanca con el ceño fruncido.

— Déjame Tomás ¿Por qué la defiendes?

Tomás la suelta y se coloca delante de mi ocultándome de Vivíanca, trato de hacer algo pero estoy perdida al igual que Vivíanca ¿Por qué me defiende?

— No es bueno que a solo 20 minutos de empezar las clases envíen a mi compañera de trabajo a detención por tu culpa. Luego arreglaran lo que sea que tengan por arreglar, pero ahora no es el momento. No tendré una maldita calificación por tu culpa Viví.

Vivíanca haciendo berrinche se va en dirección contraria dejándonos solos. Miro a mi alrededor y algunas personas se nos han quedado viendo.

— No entiendo que paso eso entre ustedes, eran buenas amigas ¿no?

Parpadeo y vuelvo mi mirada a Tomás.

— en realidad me tenía pena, ya sabes chicas solitaria de casa, si tenía amigos pero no amigos populares como ella. Así que simplemente acerco a mi porque le di pena.

Me encojo de hombros y doy por terminada la conversación dándole la espalda y caminando por el pasillo. Entro al salón y ahí están Jay y Summer sentadas una delante de la otra. Las saludo y me siento al lado de Summer, pues Jay siempre se sienta más adelante con las personas con mejores notas, yo prefiero ser de las personas normales que se sientan en el medio.

— ¿Ansiosa por el proyecto?  — Pregunta Summer.

Uno mis manos y juego con ellas.

— No te preocupes les ira bien, trabajaron duro para que eso pase.

— A menos de que Tomas la cagué.

Me derrito en la siga casi literalmente. Miro hacia el frente y veo a la maestra entrar. No presto atención a nada de lo que dice, estoy rezando para que no se me olvide nada de lo que diré en mi siguiente clase.

Les digo adiós a las chicas cuando tenemos que ir a nuestra próxima clase. Se los juro que estoy nerviosa. En la entrada me encuentro con Tomás quien conversa algo con Sael el novio de Vivíanca, hago una mueca recordando que son amigos. No me agrada para nada Sael, hay algo en el que no me cuadra. Tomás se da cuenta de mi presencia y sonríe en mi dirección.

Siempre Lo SupeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora