19 - Delicias arcoiris

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Salgo del autobús y coloco la correa del bolso sobre mi hombro izquierdo. Cuando estoy delante de la puerta busco las llaves en los bolsillos traseros de mi pantalón. Mi madre me había dicho que tuve que salir con urgencia al trabajo y que mi padre no llegaría hasta la noche, así que habría una gran posibilidad de que no me pudieran recibir.

Hago un suspiró y abro la puerta, la cierro cuando estoy dentro y sin mirar a ningún lado vuelvo a ponerle llave. Me doy la vuelta encontrando a mis padres junto a mi tía y el pequeño con una enorme sonrisa.

- ¡Bienvenida de vuelta cariño!

Mi madre se acerca a mi y me rodea con sus brazos.

- Pe-pero me dijiste que...- sisea dándome palmaditas en la espalda.

- Ya se lo que dije - me regala una sonrisa. El pequeñin corre hacia mi y suelto el pesado bolso sin cuidado, recibiendolo con los brazos listos.

- ¡¡Colal!! ¿Dónde estabas? No te vi en la casa - Max hace puchero, sus bellos ojos escanean mi rostro con mucha curiosidad.

- Estaba en una competencia, pero ya regresé, mirame aquí estoy - Con mi índice golpeó su nariz cariñosamente, de su boca sale una carcajada divertida.

Sus pequeños brazos me rodean el cuello y mi padre se acerca colocando su mano en mi cabeza - Lamento que no hayan podido representar al estado. Pero estoy orgulloso de que hayas llegado tan lejos.

Deposita un beso en la frente.

- Felicidades cariño - Mi tía se acerca y le susurró un gracias - Hice galletas de esas que te gustan para celebrar, pero tal vez estes muy cansada y prefieras dormir o tal vez salir. Si quieres podemos comerlas en la noche - Mira a mi madre - como postre claro.

- Eso estaría bien. Gracias por esta bonita sorpresa. Son los mejores, pero me quiero duchar - suelto una carcajada al ver que Max se aferra más a mi cuello - Si, sigues así me terminarás asfixiando.

Bromeó. El pequeñin se asusta y sin dudarlo deja de abrazarme.

- Lo siento. - lo dejo en el suelo, inmediatamente agacha la cabeza avergonzado. Despeinó su cabello.

- No pasa nada. Te tengo una propuesta - eleva la cabeza mostrándome su cara confundida - Mañana antes de que regreses a casa te llevaré a comer hamburguesas ¿Que piensas?

- ¿Con triple queso y una cajita llena de papas fritas? - sonríe mostrando sus dientes y me fijo del vacío en un lado.

- ¡Oh! Perdiste un diente.

- si, ayel en la mañana. Mami se lo dió al latón de los dientes y el me dejó un billete.

- Guao. Eso es increíble.

Después de terminar de hablar con el pequeñin subí a mi habitación y tome un baño. Me pare en mi armario y busque algo para salir, las chicas me habían invitado al lugar nuevo dónde hacían arcoiris. En realidad hacían smoothies, además de vender café y pastelillos, era algo así como una cafetería, ligada con una pastelería y una biblioteca. Las chicas me habían contado que es un lugar muy frecuentado últimamente y que hacías delicias por eso las llamaban arcoiris, porque además de deliciosas eran bonitas y coloridas así como los arcoiris.

Me coloco una camiseta azul con negro de algún equipo desconocido de béisbol con el número 30 en ella. Un jean a lo vagabundo y unos zapatos negros, ató mi cabello en un moño envuelto. Salgo de mi habitación tomando una pequeña cartera de hombro dónde hace rato entre mi teléfono, dinero, entre algunas cosillas más.

Me despedí de mi tía que estaba en la sala y espere fuera a que las chicas pasarán por mi. El auto de Summer se detiene y baja la ventanilla.

- ¡Hora de divertirnos! - Grita Summer desde el asiento del piloto, suelto una carcajada. Summer estrecha y me habré la puerta del copiloto.

Siempre Lo SupeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora