Capítulo final: Su pasado, tu presente, nuestro futuro

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Hades


 Las palabras que pronuncia Abbery hacen que mi tío ponga los ojos en blanco, aunque a mí me provocan una sonrisa silenciosa.

-No sé si es que me he acostumbrado a la forma de conducir de Hades, pero Mason, hombre, acelera un poco- se queja en dirección a los asientos delanteros del coche. Veo su impaciencia en cómo da golpes con el pie en el suelo, así que coloco mi mano sobre el asiento que nos separa, ofreciéndosela sin palabras. Ella no duda en tomarla. Aunque ambos sentimos esos ligeros calambres que cada vez son más imperceptibles; la noto relajarse. Estoy seguro de que si el nerviosismo no fuera el sentimiento predominante en su interior, me dirigiría una mirada de agradecimiento.

-Intenta estar tranquila- le dice su hermana desde el asiento de copiloto.

-Vamos a la velocidad correcta, Abby. Es por mi extraña manía de querer evitar multas y accidentes- explica mi tío- ¿Alguna queja sobre eso?

-Yo sí tengo quejas- intervengo- No entiendo por qué no puedo conducir yo.

-Pues porque soy tu tío, más mayor que tú y el líder de la ciudad; así que mando yo- sonríe Mason de manera angelical ante mi gesto de disconformidad.

-No me parece justo- protesto.

-La vida no es justa, sobrinito- se mofa él.

-Yo también voto porque conduzca Hades- asegura Abbery.

-Solo porque conduce como un loco y tú estás deseando llegar.

-Corrección: Ian conduce como un loco. Yo tan solo soy algo más atrevido que la media- le explico a mi tío, aunque él no aparte la mirada de la carretera ni las manos del volante.

-Pues eso, como para matarnos los cuatro en este coche.

-Si no aceleras, seguro que algún muerto va a haber- dice Abbery, y yo escondo una carcajada.

-No voy a acelerar, ya casi rozamos el límite de velocidad.

-¡Pero si vamos treinta kilómetros por hora por debajo del límite!- exclamo.

-Sigo votando por Hades- se mantiene firma la pelirroja.

-Qué raro, mi hermanita del lado de Hades- se gira Sam, divertida.

-Pues como debe ser, cuñada- le guiño un ojo a la castaña mientras paso un brazo sobre los hombros de Abbery.

-Tú centrate en agarrarte, no vaya a ser que salgamos disparados por la extrema velocidad de cincuenta por hora que llevamos- Abbery usa su tono sarcástico que tanto me gusta de ella y yo suelto una risita en bajo ante su molestia.

-A llorar a otra parte, Abby- le dice Mason- Aún encima que os acompaño...

 Abbery decide no decir nada más y yo sé que es porque realmente está agradecida de que estemos con Sam y con ella en este momento, uno de los más importantes que le ha tocado vivir desde que llegó a El otro lado: ir a buscar a sus padres.

-¿Estamos seguros de que hemos dado con el sitio, verdad?- pregunta, mordiéndose el interior de la mejilla en un gesto que siempre hace compulsivamente cuando está nerviosa.

-Muy seguros, lo hemos confirmado con las últimas pistas- afirma mi tío- En realidad, tiene mucha lógica que se hayan mantenido en las afueras de Los Ángeles, es...

-El último sitio donde nadie se esperaría que estuvieran- remata Sam.

 Mason la mira con admiración y ella le dirige una tímida sonrisa.

Tu futuro en mis ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora