El día siguiente nuevamente se hizo más largo de lo habitual, pero la esperanza del encuentro de aquella noche mantuvo a Dulce con el ánimo por los cielos, nada le podía perturbar. Cerca de las seis de la tarde comenzó a impacientarse por la pronta llegada de la noche, se vistió preocupa de su apariencia como nunca antes, y el resultado fue mejor del esperado, sencillo pero muy tentador.
No quiso tener que dar explicaciones a su hermana así que evitando cualquier tipo de contacto se retiró a su habitación supuestamente enferma a eso de las ocho de la noche. Sus ojos iban de un lugar a otro a través de la ventana, esperando la llegada de su extraño casi novio, nada ocurría, nadie aparecía, la frustración y la rabia hicieron que Dulce se desplomara llorando en un rincón de su habitación treinta minutos después de medianoche, había ansiado con tantas ganas verlo llegar que se le olvido por completo que todo aquello eran solo sueños de su subconsciente fantasioso, lloro hasta que los ojos se le hincharon. Mesclas de sensaciones la invadían, le dolía profundamente sentirse tan viva, tan feliz solo en sueños, la vida real era una completa basura, ¿Pero para que seguir soñando si cuando despertara todo se habría esfumado? ¿Acaso no era eso masoquista en extremo? ¿Pero cómo podía explicar lo del vestido y la rosa? De alguna u otra manera tendría que existir un poco de realidad en toda esa maraña de locuras que inundaban su atormentada alma.
Abrazada a sus rodillas al tiempo que no paraba de sollozar vio como el reloj ya marcaba las una de la madrugada. Sin fuerzas se levantó y abrió las tapas de la cama para dormir, pero en ese preciso momento sintió como una mano tocaba su hombro haciéndola dar un brinco ante la sorpresa.
—Disculpa la demora, es que me quede dormido —susurró tierno, mientras una sonrisa curvaba sus labios.
En una confusión absoluta, dejando de lado el pavor que le provocaba estar frente a un vampiro, se lanzó a sus brazos, apretando su cuerpo contra el de él, y el por su parte haciendo lo mismo acariciaba y olía los rojos cabellos de Dulce. Como dos enamorados que no se ven en siglos estuvieron enlazados en ese abrazo un largo tiempo, no importa nada más que ellos dos, nada más...
—Pensé que no vendrías, tenía tanta rabia —sollozó contra el hombro de Christopher.
—Claro que iba a venir, tenemos muchos lugares a los que ir, quiero que recuerdes todo.
—Esto es ilógico, pero me gusta.
—Te gusta, porque en el fondo sabes que nos amamos, si no fuera así, créeme que estarías gritando de miedo y no abrazada a mí.
—Quiero creerte, de verdad lo quiero.
—Lo es y lo harás, ahora vamos a dar un paseo, mi amor.
Ambos sin desearlo dejaron de lado ese reconfortante abrazo para salir por la ventana, hacia una noche de revelaciones y aclaraciones. Dejando de lado cualquier miedo, cualquier duda Dulce salió junto a aquel ser que decía ser el amor de su vida.
Arriesgada, estúpida, y crédula, esas serían las palabras para definir a Dulce, pero hay cosas que nada puede explicar, cosas que la razón no entiende. Algunas cosas solo hay que dejarlas al corazón, pues la mente es demasiado fría, solo nos priva de los pequeños placeres de la vida, y en este momento mientras la mente le decía gritos que no fuera, que era una estupidez, el corazón tranquilo y sereno le dijo cuál era el camino a seguir, el amor se impone a la razón, hay riesgos que vale la pena correr.
¡Hola chiquix!
¡Capítulo nuevo!
De todo corazón espero que les guste, no se olviden votar y comentar ❤
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мι ѕαиgяє нιєяνє ροя τι
FanfictionHay amores capaces de superar hasta lo imposible, capaces de superar incluso la muerte. Muchos años el vampiro Christopher Uckerman espero el retorno de su amada Dulce , y ahora que eso a ocurrido no permitira que nada los vuelva a separar. ¿Sera es...