Un corte en la mitad de su belfo inferior, lento y extremadamente doloroso.
La cuchilla provocaba un ardor que jamás hubiese imaginado que pudiese sentir.
El dolor fue una sensación completamente nueva, abrasadora, calando hasta lo más profundo de su ser de manera desproporcionada a lo que el daño había sido, pero Seokjin había aprendido a las malas que la mayoría de las veces era el significado e implicancia lo que más lastimaba.
Separó los labios al instante, en un intento de mantenerlos alejados del filo, lo que al final nada más fue insulso.
La punta se abrió paso en su boca, hasta acariciar la superficie de su lengua en afán de explorar y lastimar.
No lo permitiría. Seokjin se rindió, bajó los muros de carácter que había alzado para proteger su capa interior, aquella que Jungkook no debería siquiera alcanzar, mas fue en vano. No podía moverse para evitar nada, tenía miedo de agravar aún más la situación ante el más ligero cambio de posición.
Sabía que se curaría, pero lo que le tenía afectado era el sadismo de todo. No se comparaba a lo que había visto apenas días atrás, por supuesto, pero la acción debía ser medida según cuánto de lo mismo había experimentado el dios con anterioridad.
Nada, en absoluto.
Nunca.
Ni un pelo suyo había sido siquiera arrancado antes.
Claro que Jungkook no tomaría en cuenta aquello, y era más, ni siquiera le preocupaba lo que pudiese estar sintiendo la deidad atada al tronco, temblando quién sabía si por el dolor, el miedo, el desconcierto, la furia, o lo la mezcla de todo junto, amenazando con desbordarse de su ser.
En lo que a él respectaba en cambio; estaba perdido en el hilo de esencia marfil que descendía por las comisuras, y la piel abierta en el medio del rechoncho belfo partido.
Ni siquiera tenía claro si el castigo se justificaba porque no había contestado a su pregunta, porque había mantenido su silencio durante los dos días como si no le importase nada y ya ni siquiera mostrara reacción alguna ante él, pareciendo tan lejano, o si era un castigo para la Luna más de lo que era para sí mismo.
Acababa de descubrir que incluso el placer por herirle que confundió e hizo pasar por lo que era en realidad la calma invasora que le gobernaba cada vez que estaba en su presencia, no tenía razón de ser.
Porque no existía.
No se sentía bien el lastimar su cuerpo, ni observar el temor y rechazo en sus ojos, ni ver el interior de estos cada vez más oscuro, a medida que la piel alrededor terminaba por apagarse más y más.
Y era más que espantoso para Jungkook —tomando en cuenta quién era y lo que había hecho—, que aún a estas alturas aunque fuera de manera involuntaria, le importara la opinión de alguien sobre sí mismo.
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𝙏𝙃𝙀 𝙎𝙐𝙉'𝙎 𝙒𝘼𝙍𝙍𝙄𝙊𝙍 ; 𝘒𝘰𝘰𝘬𝘫𝘪𝘯
FanficLa Luna jamás hubiese esperado que la noche que planeó seducir a su eterno amor, su paso sería impedido por el más fuerte y despiadado guerrero de la deidad Solar, sin mayor motivo que el gusto por la tortura contra los dioses que ha odiado desde su...