Dedicado a zxxxxxzxxxxxx
Seokjin llevaba buen rato preguntándose lo mismo.
Esperando a la vez que fuera el guerrero quien continuara hablando, prolongando su insulsa reunión aunque fuera nada más para irritarle. Porque ya no se sentía lastimado.
Era como si la intención de lastimar hubiese desaparecido en el otro, la divinidad lo sentía así, muy a pesar de que las palabras amargas siguieran resonando en el aire, solo que carentes de ese veneno por poco palpable en el tono despectivo del ex mortal.
Solo que no terminaba de convencerse de si su percepción era correcta, o si simplemente estaba siendo un pobre idiota ingenuo de nuevo.
—Dime, ¿por qué te miran con tanto agrado si no hay habilidad alguna en ti? ¿Quizá tengas otra utilidad?
Oh, allí estaba el insulto, mas no el veneno. Aunque fácilmente la obstinación del otro por punzarle podría reemplazar la intención maliciosa.
Pero le había visto con una actitud tan extraña, tan cambiada —¿qué había sido eso del tira y afloja durante el contacto visual?— que comprendió que era mejor dejarle desconcertado antes de escarbar por el porqué. Finalmente, conocer el porqué no le serviría de nada a Seokjin.
Lo había entendido, y ver al guerrero perturbado a medida que se hundía en sus propios pensamientos, era más satisfactorio que dedicarse a analizar cómo contraatacar sin exponerse dado que no acababa de desglosar sus propias actitudes. ¿Por qué se tomaría aquella molestia siendo un ser superior?
¿Por qué complacería al humano mostrando que estaba afectado por haberle conocido, modificando toda su manera de proceder usual aún si este no era consciente de ello?
Seguía siendo Seokjin, el dios lunar, sin ninguna variable extra ni inconvenientes, y no tendría que mostrarse distinto para nadie.
Menos ahora, que acababa de confirmar que el guerrero no era tan salvaje como aparentaba.
Parecía que en el fondo, su naturaleza humana quizá le impulsaba a tener un comportamiento decente y normal sin arremeter furiosa y violentamente contra todo aquel que se le cruzara, capaz de mantener sus manos alejadas de él, y eso era todo lo que Seokjin necesitaba saber. Cualquier cosa extra escapaba a sus intereses.
Y normalmente, estos solían ser muy puntuales.
Demasiado.
Así que permaneciendo imperturbable, se dispuso a enseñarle la respuesta a su estúpida pregunta. No tenía vergüenza de ello, lo había aclarado en el jardín del templo. Lo había aclarado incluso rato antes, al no mostrarse cohibido ante su innecesaria y vulgar acusación.
Lo hacía ahora, alzando la pequeña tela que iba en caída sobre sus piernas para dejar al descubierto la suave piel casi resplandeciente de la cara interna de su muslo, peligrosamente cerca de exponer más allá de lo que era su intención.
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𝙏𝙃𝙀 𝙎𝙐𝙉'𝙎 𝙒𝘼𝙍𝙍𝙄𝙊𝙍 ; 𝘒𝘰𝘰𝘬𝘫𝘪𝘯
Fiksi PenggemarLa Luna jamás hubiese esperado que la noche que planeó seducir a su eterno amor, su paso sería impedido por el más fuerte y despiadado guerrero de la deidad Solar, sin mayor motivo que el gusto por la tortura contra los dioses que ha odiado desde su...