4. El justiciero en fuga.

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*¡Thud!

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*¡Thud!

—Tsss...Maldita sea, agh.

La lluvia había comenzado a caer en pleno vuelo del castaño y lo inevitable sucedió, había chocado contra un cartel.

Seokjin miró a su costado y observó la cabeza de Yoongi separada de su cuerpo. Ahogó un grito y sintió sus ojos salirse de la cuenca. Corrió-a pesar del dolor de su rodilla sangrante y pie quizás esguinzado-hacía el cuerpo del robot y tomó la cabeza.

—No, no, no...— Se acercó al cuerpo que yacía a unos metros y observó el cuello.

No había nada que preocuparse, la cabeza podía volver a encajarse.

—Uff...—Suspiró, calmando su corazón que sintió pararse por un instante.

—Me siento fuera de mi.

—¡AH, MIERDA!—Seokjin soltó la cabeza del robot y este quedó nuevamente en el suelo, boca abajo.

—Auch.

—Lo lamento, pensé que estabas apagado, ¿Por que no encendiste cuándo te lo pedí?—Seokjin lo tomó nuevamente entre sus manos y se acomodó contra la pared del callejón.

—Entre en estado de hibernación.—Dijo tranquilamente.

Seokjin frunció el ceño.

—Deberías haber despertado al menos treinta segundos después de que intente despertarte...Creo que hay algunas fallas en tu sistema, hay que perfeccionar algunas cosas.—Seokjin encajó la cabeza nuevamente al cuerpo y Yoongi finalmente se levantó del suelo.

—¿No soy perfecto?—Pregunto Yoongi, quién miraba a Seokjin tomar las mochilas.

Este lo observo. Yoongi lo miraba de manera peculiar luego de conectar miradas, no entendía a que se debía la pregunta. Quizás, cómo robot, uno esperará que este fuera perfecto pero simplemente nadie es perfecto, ni siquiera algo creado completamente por el hombre.

Pero Yoongi no se refería a eso.

Seokjin se acercó a él, acortando su distancia. El peligris se ruborizó levemente.

—No, no lo eres.—Seokjin pegó una mochila al pecho del pálido con fuerza, Yoongi la tomó entre sus manos mientras lo veía alejarse.

Seokjin volteó.

—¡Ven acá, debemos encontrar refugio para pasar la tormenta!—Grito Seokjin.

Yoongi trotó hacía él, haciéndose paso entre los charcos turbios y salpicantes.

Yoongi trotó hacía él, haciéndose paso entre los charcos turbios y salpicantes

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LOVE IS LIKE A DAISY | JinsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora