—Deberías estar agradecido
Seokjin miró la puerta, Namjoon caminó hacía él despojándose de la sombra. Le tendió una caja de cigarrillos y Seokjin acepto tomando uno.
—¿Por qué dices eso?— Preguntó.
Namjoon encendió su cigarrillo y soltó el humo.
—Las vueltas que dió el destino a tu favor, inexplicablemente te salvaron de ser arrestado, después, un policía se pone a tu favor— Namjoon rió. —Hiciste algún tipo de brujería o algo por el estilo, es que no tiene explicación.
Seokjin negó largando el humo por la nariz.
—Supongo que la vida se dió cuenta que me merezco una oportunidad. He pasado por cosas malas, claro que lo sabes, ¿no crees que merezco este giro que dió mi vida?
—Es muy riesgoso lo que estás haciendo...Es más, aún no comprendo que es exactamente lo que quieres hacer— Confesó Namjoon.
Rió.
—Si te lo digo vas a asesinarme, por eso prefiero que ustedes decidan si seguirme o no en lo que va de el camino. Sé, sé muy bien que crees que estoy demente y, vamos, sé que lo estoy pero esto que voy a hacer es por todos, no por mí— Namjoon observaba el perfil de el mayor y analizaba sus palabras.
¿Qué pensaba?
¿Qué pasaba por esa cabeza llena de ideas locas y retorcidas?
—¿Por qué tan sólo no me lo dices y ya? No entiendo el misterio.
Seokjin negó y tirando la ceniza, se alejó un poco.
—Partiremos en la mañana para seguir acercándonos a la ciudad blanca, será un viaje largo pero no difícil, ya tenemos muchas cosas a nuestro favor por lo que no debemos preocuparnos por ello— Namjoon frunció el ceño.
—Ahora que lo pienso...¿cómo se supone que crees llegar a la ciudad blanca?— Namjoon terminó su cigarrillo y se cruzó de brazos. Esperaba una respuesta. —Primero hay que pasar por la ciudad oscura pero no creo que quieras cruzarla sabiendo que casi nadie sale de allí con vida, sólo puedes cruzarla con un vuelo programado o en helicóptero policial.
Seokjin cerró los ojos. Todo lo que el moreno decía ya lo había escuchado e investigado.
—Yo se que voy a hacer. No los traje a morir, obviamente— Acabo su cigarrillo tirándolo al suelo. —Si alguno llegará a morir, sólo permitiré que esa persona sea yo. No debes preocuparte por nada y si lo haces...— Seokjin se volteó y miró a Namjoon.
—Puedes irte.
Este paso por su lado y entró nuevamente a la fábrica para caminar al segundo piso y salir al balcón. Se sorprendió un poco al ver al pálido viendo el llano paisaje de la noche, sentado al raz de la baranda balanceando sus piernas.
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LOVE IS LIKE A DAISY | Jinsu
Science Fiction"Seokjin tenía entre sus manos una margarita, la primer flor que veía en años, quizás que había existido en décadas... Y la había arrancado para él." Preso en un mundo distorsionado por el modernismo futurista y la tecnología integrada en cada aspec...