Capítulo 3

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No nos quedó otra opción que continuar con la misión. Después de todo no podemos dejar que el maldito Irving escape, lo menos que podríamos hacer por todos aquellos que fueron víctimas de este ataque es capturar al desgraciado. Y realmente estoy firme en cumplirlo.

Salimos del almacén y nos dirigimos afuera, habían varios contenedores y bombas C-4. Chris lograba deshacerse de ellas mientras nos hacíamos paso para continuar nuestro camino.

- Esperen. - Advirtió el fortachón quien iba delante de nosotros.

Nos hizo una señal con su mano, avisándonos que había enemigos en la zona.

"A la cuenta de tres atacamos." Señalizó y la morena y yo asentimos listos.

"Uno, dos, tres..."

Chris tomó la delantera disparando a un infectado justo en la cabeza. Lo siguió Sheva quien disparó a otro. Por último yo fui y disparé a otro infectado en la cabeza y este cayó al suelo.

Lo dejé atrás, pero sin darme cuenta este aún no había muerto.

- Hazte a un lado. - El agente Redfield intervino.

Él se acercó al cuerpo del infectado que al parecer le había brotado de su cabeza uno de esos parásitos que yo había presenciado anteriormente en La Isla, pero estos eran un poco diferentes.

"Joder". Pensé.

El fortachón no dudó en aplastar aquellos tentáculos, dándole así su muerte oficial.

- ¿Qué son esas cosas? - Pregunté.

- Majinis. - Contestó Sheva y la miré confundido. - Espíritus malos, aquí en  África lo decimos para referirnos a criaturas sobrenaturales.

- Dato interesante . - Comenté.

Pronto me fijé que encima de uno de los contenedores estaba uno de ellos con una ballesta. 

Rápidamente agarré mi pistola y lo disparé haciendo que soltara aquella arma y luego cayera del otro lado.

- Tenemos que movernos, si nos quedamos aquí nos van a acorralar. - Advertí.

Entonces nos pusimos en marcha y seguimos adelante.

- Vayan con cuidado, hay muchas bombas por aquí. - Dijo la agente Alomar disparando otra bomba para poder abrir paso.

- Mierda, esto es un laberinto. - Comenté algo desorientado.

- Manténganse unidos. - Dijo Redfield.

Me adelanté un poco a ellos y vi a un perro rabioso.

- ¡Oye, espera! - Exclamó la mujer.

El animal se convirtió en algo mutante, al parecer también fue infectado por ese parásito. El perro se había partido en dos, corría mucha sangre por su cuerpo y entre la mitad tenía enormes dientes y varios tentáculos  que salían de su lomo.

Quedé congelado al ver esa escena.

- ¡Dispáralo! - Gritó Chris detrás mío.

Llegaron dos perros más.

El hombre me hizo a un lado y como si de Teminator se tratase, agarró su escopeta y sin dudarlo fusiló a los perros infectados, seguido por Sheva Alomar quien lo ayudó.

Mientras ellos intentaban matar a esos animales, me fijé que había otro infectado con ballesta encima del contenedor. Reaccioné y con mi P226 le atiné tres balas en la cabeza, derribándolo.

Cuando ellos acabaron con los tres perros infectados Chris solo me hizo una señal para continuar, a la cual yo asentí con la cabeza. Cuando el fortachón se giró apareció otro infectado con una llave inglesa dispuesto a golpear al agente. 

Resident Evil: Misterios en AfricaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora