Capítulo 5

91 8 4
                                    

Nueve hombres armados con el uniforme de la B.S.A.A. se acercaron a nosotros. 

- No saben cuanto me alegro de verlos por aquí. - Dijo Chris.

- Stone, Capitán del equipo Delta. - Habló un sujeto de color.

Todos hicimos el saludo de visera. 

- Chris Redfield. - Se introdujo el fortachón y estrechó las manos con las de Stone. 

- Mazen Adam. - Hice lo mismo y él estrechó mis manos también.

- Hijo, tienes que revisarte esa herida. - Me dijo y llamó a uno de los soldados que llegó con un botiquín. 

- Sheva... -  Dijo luego el capitán del equipo Delta mirando a la mujer.

- Gracias, Josh, te debo una. - Comentó ella.

- ¿Se conocen? - Interrumpió Redfield.

- Josh era mi instructor, me enseñó casi todo lo que sé.

- Sheva se convirtió en la hermana pequeña del equipo. - Explicó Stone. - Sheva, ahora tienen que seguir buscando a Irving. Por lo datos que hemos podido recuperar del disco duro. - Quitó un caché de su bolsillo. - Creemos que podría estar en la mina. Dentro hay más información. - Entregó el disco duro a Chris, mientras continuó. -  Nosotros iremos cuando acabemos aquí. Tengan la radio en mano por si acaso.

- Agh. - Chillé y todos me miraron. 

El soldado me suturó la herida y me la vendó de nuevo, se lo agradecí.

- Gracias, Josh. - Asintió Alomar.

El capitán del equipo Delta simplemente asintió con la cabeza y junto a su equipo se retiró del lugar.

El fortachón insertó el disco duro a su dispositivo e indagó por los archivos, la mujer y yo nos acercamos a él para informarnos también.

En la pantalla del aparato aparecieron algunas imágenes, del virus de Las Plagas, los Majinis y otros tipos de mutaciones, también apareció la imagen de una mujer rubia que, aparentemente, estaba sumergida en un tanque. Probablemente estaban experimentando con ella.

- Jill... - Musitó Redfield sorprendido.

Sheva y yo lo miramos extrañados. El hombre quedó en shock.

- Chris... ¿Estás bien? - Preguntó la agente Alomar.

- Esta fotografía... es... - Se notaba preocupado. - Olvídalo, no es nada. Vámonos. - Cambió su actitud.

El agente se adelantó un poco y suspiró.

- Sheva, ¿Sabes dónde están las minas? - Preguntó.

- Más allá de la estación. No muy lejos de aquí, síganme. - Respondió.

La mujer tomó la delantera y la seguimos, el camino estaba despejado. 

"Me preguntó si esa mujer de la fotografía es alguna conocida de Chris... De todas formas, espero que pueda sobrevivir".

Llegamos a la estación, pasamos en medio de los trenes estacionados en las vías. Y en el camino nos encontramos con unos caninos infectados. Acabamos con ellos, pero pronto llegaron varios y nos comenzaban a acorralar.

De pronto un grupo de hienas se sumaron para hacernos la vida imposible. Nosotros decidimos correr mientras disparábamos contra ellos. Subimos unos tablones de madera y lancé una granada contra los animales, dejándolos atrás.

Sheva disparó contra unos africanos infectados que llevaban ballesta, ayudándonos a abrir paso para continuar nuestro camino.

- ¡Vamos! - Exclamó Chris.

Resident Evil: Misterios en AfricaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora