Luisita no se podía creer su suerte.
Después de unos días en Madrid, en los que no había dejado de pensar en Amelia, prohibiéndose escribirle y sintiendo las ganas de mandarle un mensaje en las puntas de los dedos, se la encontraba de casualidad.
Tenía que reconocer que su reencuentro había sido corto, pero habían quedado en hablar y a ella le habían bastado un par de horas para enviar el primer mensaje, aunque no podía decir lo mismo de Amelia. Su respuesta llegó al día siguiente y no fue más que un escueto "A mí también".
Le hubiera gustado seguir la conversación, preguntarle qué hacía, hablar de cualquier cosa como habían hecho un tiempo atrás, pero en el fondo, no sabía que esperar de su relación con ella.
Tras tres meses sin tener contacto, no podía dar nada por hecho. La morena podía estar conociendo a alguien o simplemente haberla olvidado. Sacudió la cabeza, intentando quitarse ese pensamiento y repitiéndose que había hecho lo correcto, que estaba donde quería estar y que no había vuelto a Madrid por Amelia, sino para recuperar su vida de siempre.
Ese había sido el motivo principal por el que no la había avisado nada más pisar la ciudad. Si le escribía un "Estoy aquí y me gustaría verte" como si fuera lo único importante y las cosas no salían como esperaba, lo sentiría como un fracaso y se negaba a pasar por eso. Prefería pensar que Amelia solo le había dado el empujón necesario para tomar la decisión de volver a casa.
Mentira.
Esperó durante varios días alguna interacción por parte de Amelia, pero viendo que no llegaba cogió el toro por los cuernos. No había vuelto a Madrid a esperar que el destino o la casualidad se pusieran en su camino.
*Luisita*
¿Cuántos días tengo que esperar para invitarte a tomar café?
🙄
*Amelia*
¿Cuántos quieres esperar?
*Luisita*
Ninguno, pero no sé qué hay de ti
*Amelia*
Pregúntame, sino no vas a saberlo nunca
*Luisita*
Esperaba que tú me dieras a entender que te apetecía tanto como a mí
*Amelia*
Tú no has dicho que te apeteciera...
Y a estas alturas no doy nada por hecho
*Luisita*
¿Me lo vas a poner difícil?
*Amelia*
¿Seguimos hablando del café?
*Luisita*
Sí
*Amelia*
No es lo que más te va a costar
*Luisita*
¿Qué es lo que más me va a costar?
*Amelia*
Invítame a ese café y ya vemos
*Luisita*
¿No te tenía que preguntar? 😏
*Amelia*
