Capítulo cuatro.

376 39 5
                                    


                          |Ella|

- ¿Dónde demonios estuviste, idiota? - preguntó Uzui, con un tono furioso.

Le sonreí, y ladeé un poco mi cabeza al ver su atuendo.

- ¿Por qué vas vestido así? - pregunté, con una tenue burla en mi voz -. Pareces un tipo guapo con mucho dinero.

Tengen levantó una de sus cejas.

- Eso es justo lo que soy.

Hm, vaya autoestima.

- No lo niego - me encogí de hombros.

Llevaba un kimono algo extravagante, su cabello blanco y brilloso estaba suelto, y portaba una mirada llena de seguridad y seductora.

- Mientras estabas ausente haciendo no sé qué. Los chicos se infiltraron a los sitios donde Hinatsuru, Suma y Makio investigaban.

Asentí con mi cabeza, entendiendo su punto.

- ¿Entonces qué hago? - pregunté, con una sonrisita.

Él me miró como si no entendiera nada, y de inmediato frunció sus cejas.

- ¿Mentiste? - preguntó, entre dientes.

Yo pelé los ojos y me encogí de hombros, simulando inocencia.

- ¿Mentir? ¿Qué es eso? ¿se come?

Me observó unos segundos, sin poder creer lo que estaba diciendo, tal vez.

- Lo que te vas a comer, es la paliza que te voy a dar. Maldito imbécil - murmuró, acercándose a mí. Sus pisadas eran fuertes y demandaban que nada de lo que dijo era una broma. Por inercia, tan sólo retrocedí unos pasos, aunque no mucho, pues la pared rojiza me lo impidió.

- Oye, oye, oye. Tranquilo, era una broma, ¿no tienes sentido del humor?- Hablé, sin una pizca de miedo. Una sonrisita socarrona invadió mis labios cuando me tomó del cuello de mi camisa y me alzó hacia él -. ¡Por Dios! No sabía que tenías estos gustos, Tengen. Pero podríamos hacerlo en otro moment...

- ¿Me estás diciendo, que desapareciste por más de dos horas, diciendo que sabías perfectamente lo que ibas a hacer, y ahora vienes como un estúpido, a pedirme indicaciones?

Bueno, si lo decía de esa manera, sí sonaba mal. Pero...

No, no hay pero.

Sí mentí.

- Tres - corregí. Él me miró sin entender y yo solté un suspiro -. Desaparecí por más de tres horas.

Entrecerró sus ojos, y yo sólo me maldecí por ser un idiota. No era momento de mis estupideces, gente había desaparecido por un demonio, y entre ellas, unas grandes amigas.

- ¿Me puedes soltar? Estamos muy cerca y...

Me callé de nuevo. No era hora para mis coqueteos baratos, ¡Por Dios!

Él me hizo caso, y me soltó aventándome a la pared, logrando que mi cabecita roja se estampara no tan fuerte. Solté un quejido, pero me ignoró por completo.

¡Bravo, Izan! ¡La cagaste otra vez! Tu especialidad.

Suspiré fuertemente, esperando llamar su atención.

Nada.

Carraspeé un poco fuerte para llamar nuevamente su atención.

Silencio.

La verdad era que el señor Tengen Uzui. Dios de los festivales. Y la extravagancia encarnada en ser humano, era un tipo demasiado orgulloso. Tanto, que podía dejar de hablar con una persona, hasta que ésta se digne a pedir una disculpa, aunque no tenga la culpa - Lo digo por experiencia-.

𝕸𝖎 𝕻𝖆𝖘𝖆𝖉𝖔 |ɢʸᵘᵗᵃʳᵒ×𝗼ᶜ|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora