𝗦𝗲𝗹𝗰𝗼𝘂𝘁𝗵 ミ 𝗝𝗶𝗺𝗦𝘂

Papá

"Déjame abrazarte para avanzar"

Suspiré cansado, dejándome caer exageradamente en la cama. Mi hermanita hizo un buen trabajo limpiando mi habitación desde que salí ayer por la mañana, pero obviamente, todo sea por el dinero que le prometí.

Me saqué los tenis sin usar las manos porque no tenia muchas ganas de moverme. Aunque inevitablemente tuve que quitarme la campera que traía porque era incómoda. El sueño me estaba matando, y aunque eran casi las doce del mediodía, yo ansiaba cerrar los ojos al menos una hora.

El sol que estaba por la ventana no me molestaba, es más; hasta me daban más ganas de dormir con lo calentito que estaba. Nunca fui una persona que trasnochara o se saltara las horas de sueño. Pero fuimos a Busan y de regreso perdimos el tren, por lo que toda la noche nos quedamos despiertos en la estación de ferrocarriles. Para colmo, los dos nos quedamos sin batería y no teníamos como avisar a nuestros padres lo ocurrido.

Estando solo con una camiseta y mis pantalones cortos para dormir, me dejé caer nuevamente a la cama. Solo que esta vez para dormir.

Pero no pude ni cerrar los ojos que alguien abrió la puerta siendo brusco.

—¿Tu no piensas en nosotros?—y por su voz, era mi amado progenitor—, ¿no pensaste en qué podíamos haber estado preocupados por ti? Eres el mayor de mis tres hijos menores, ¿qué pensabas, que te mandabas solito? Aún eres menor de edad Min YoonGi.

—Papá—suspiré cerrando los ojos—, no pasó nada. Se nos hizo tarde, perdimos el tren y no teníamos celular.

Fuimos a Busan, su ciudad natal, de paseo. Me llevo a un parque temático, un acuario, fuimos a un museo y a un restaurante muy bonito que pertenece a su familia. Pero tardamos en llegar a la parada del tren, y perdimos el último por lo que nos quedamos durmiendo toda una noche en la cabina de la estación abrazados para darnos calor.

—¡Y además, te la pasas pegado a ese tal Jimin! Ni que estuvieras con alguna muchacha por ahí hijo.

Al oír eso me enfadé de verdad. Me puse de pie y me acerqué a mi padre, viéndole furioso. Porque, ¿acaso me estaba insinuando que estar con el tanto tiempo era malo? Su comentario fue bastante... homofóbico, y a mi mucho eso no me va. No soy gay, o eso creo, pero no tolero esos comentarios.

—¡¿Y qué es lo que te molesta papá?! ¡Es mi vida, por amor de dios! ¡¿Porqué tienes que opinar sobre con quién me junto?! Jimin es mi amigo, y ya te dije que perdimos el tren y se nos vació la batería del teléfono. No pasó nada más.

Y de lo alterado que estaba, comencé a llorar con la maldita dificultad para respirar bien. Desde hace un tiempo me pasa, creo que es normal, ¿no? Quizás...

Me senté en la silla giratoria frente al escritorio y me recosté sobre el mismo. Sollozando.
Me dolía la cabeza, como un plus a toda la situación.

» —¿Qué te ocurre YoonGi?—mi padre se me acercó al pasar unos cuantos minutos, puso una mano en mi hombro—, ¿porqué demonios me gritas? No quise que malinterpretaras mis palabras, me cae bien el chico. Pero jamás... tu nunca reaccionaste así, y solo nombré a tu amigo y parece que... no lo sé hijo mío.

Jimin para mi lo es todo.
Esa debería de ser la respuesta, pero es extraño decirlo así. ¿Desde cuándo los amigos hombres son tan... allegados? He tenido amigos pero Jimin es especial.

—Papá, yo...—Papá, yo tampoco lo entiendo. Quisiera saber cómo tu, que es lo que me pasa y porqué me pasa a mi.

Si supiera cómo explicarle, si al menos tuviese idea de como entender ese sentimiento raro, tal vez le contaría la verdad. Pero no puedo, porque tengo miedo a estar mal.

—Dime hijo, ¿qué tienes?

Mi padre es un ser tan comprensivo, quizás solo porque es mi papá. Pero lo amo, en verdad, lo amo tanto.

—No lo sé, no... yo, simplemete no lo sé—me escogí de hombros, y con los ojos llorosos lo miré. Vulnerable—. Solo estoy cansado papá, ¿pero me das un abrazo?

Porque los brazos y el calor de mi padre son y serán siempre un mimo a esta alma rota y tal vez...

Tal vez enamorada.