Tonto, tan tonto

74 21 3
                                    

"No te enojes niño, ven aquí. Sé que dije tonterías, perdóname"

A mi edad, un sábado a las nueve de la mañana, lo normal sería que me encontrara dormido, con resaca por haber salido de fiesta la noche anterior, de malhumor y sin ganas de hacer nada más que estar en silencio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A mi edad, un sábado a las nueve de la mañana, lo normal sería que me encontrara dormido, con resaca por haber salido de fiesta la noche anterior, de malhumor y sin ganas de hacer nada más que estar en silencio. Seguro que si. Pero como se trata de mí, esas cosas no me pasan.

Yooneul era mi única acompañante en el vacío y silencioso supermercado. Yo empujaba el carrito y ella disfrutaba el paseo sentada dentro del mismo, recibiendo alguno que otro producto que yo iba alcanzandole; hasta el momento solo teníamos yogurt, cereales y jugos. Mamá nos había dado nuestra mesada para que gastaramos en lo que quisieramos, y nosotros dos juntamos todo para hacer la osada compra de chucherías, como para sobrevivir varios fines de semana.

Subí un pie a un fierro del carro en la parte baja y me impulsé con el otro para viajar con más rapidez hasta el otro pasillo. Casualidad del destino, casi tiramos una pila de latas de salsa y chocamos a una anciana; lo bueno es que la señora solo se rió y le regaló una piruleta a mi hermana.

A los jovencitos desastre, les recomiendo disminuir la velocidad de su coche de metal antes de que atropellen a algún peatón—la voz me sonó familiar, pero no supe descifrar de quién podía tratarse. Avergonzado por las miradas divertidas de la panadera y el verdulero a nuestros dos costados, puse uno de mis pies en la rueda del carrito para que, como nos habían pedido, bajara la velocidad—. Muchas gracias.

—YoonGi oppa, será mejor que me baje—le oí murmurar a Eul, y asenti aunque no me podia ver.

Esperé a que se bajara para seguir caminando juntos hacía otra góndola.

—¿Qué más quisieras llevar?—en realidad no nos quedaba mucho qué comprar, mis ojos se pasearon en busca de algo más—, ¿golosinas o... ¡Jimin!

—¿Qué dices?—frunció el ceño.

—Que acabo de ver a Jiminie—y lo único que hice fue dejar el carro con mi confundida hermana y correr por el pasillo hacia el que según yo, vi a Jimin pasar.

Pero no estaba en la zona del bazar, así que siguiendo mis instintos, corrí hasta las heladeras. Entonces lo vi, y no pude evitar sonreír por que se veía tan lindo con su delantal y gorra roja.

En silencio me acerqué, ya que me daba la espalda mientras miraba algo en el refrigerador de lácteos, y de un solo movimiento le robé su gorra para ponermela yo.

La confusión en su rostro era digna de retratar, y su creciente sonrisa también.

—¿Qué dem... ¡YoonGi-ah, eres tú! Que lindo te vez de gorra.

𝗦𝗲𝗹𝗰𝗼𝘂𝘁𝗵 ミ 𝗝𝗶𝗺𝗦𝘂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora