Niños Diabólicos Vol.1: Cunas perdidas.

Capítulo 17: No podemos confiar en nadie.

—Robert ¿Por qué estás tan feliz?–. Preguntó Tom con una sonrisa en el rostro.

—Pues, ya no voy a ir a la escuela, a partir de ahora solo me importa mi empresa y mi venganza.

—Me gustaría saber tus planes.

—Lo sé, pero en este momento estoy calculando todo.

—Bueno, ah, otra cosa, ¿Qué vamos a hacer con los diamantes?.

—Después de lo que va a pasar será nuestra única fuente de dinero, así que también ten lista tu maleta en todo momento, Lau se queda a cargo de la empresa.

—Que!, ¿Ahora qué piensas hacer?.

—Corrección, ¿Qué vamos a hacer?.....Tu tranquilo, después sabrás, ahora vamos por un encargo.

Tom llevó a Robert a una mujer extraña, pues supuestamente compraría un proyecto nuevo. Al llegar los estaban esperando, la mujer vendería un prototipo para cambiar la localización incluso mediante GPS, pero funciona también para medios de transporte como aviones.

Llegaron a un edificio en ruinas, estaba completamente solo, la sorpresa se la llevó cuando vió de quién se trataba.

—Vaya vaya, Doña Gisela, ¿Cómo está su hija?¿Tiene mi regalo de cumpleaños?.

—Espera, no me dijiste que solo tenías 10 años jejeje.

—La edad no importa, tengo el dinero para comprar tu prototipo, además, tu tampoco me dijiste que eras mamá de mi excompañera.

—Quiero 3 millones de Dólares, ¿Si los tienes?.

—Te voy a dar 5, pero, ¿Por qué no me invitaste a tu casa?.

—Dame el dinero, deja tus preguntas.

Tom dió una maleta muy pesado, bajo las escaleras y se encerró en su auto, se puso sus auriculares y comenzó a escuchar su música Pop favorita.

—Obvio debe estar completo, cumple tu parte, dame el prototipo.

Gisela contaba el dinero como una loca desquiciada.

—Jajajaja, eres un tonto, ya decía yo que era muy fácil engañarte, yo a duras penas sé encender mi celular, jejeje.

—No, tú me prometiste ese artefacto, ¿Dónde está?.

—Eres tan inmaduro, esa cosa es un juguete que mi hija fabricó, ni siquiera sirve, lo hizo con basura.

Robert cierra su puño con fuerza y coraje, recuerda lo que una vez se prometió a si mismo: “No voy a permitir que ningún adulto vuelva a burlarse de mí”

—Entonces yo mismo voy a tener que arrebatarle su proyecto de ciencias.

Robert se lanza contra Gisela y logra tirarla al suelo, ambos forcejean y claramente la fuerza de Gisela es superior, lo toma de los brazos y le da un cabezazo.

—Pobre niño ingenuo, ¿Creíste ganarme?.

Gisela se levanta y avienta a Robert contra la pared, entonces el toma impulso y lanza a Gisela desde el quinto piso, se escucha un gritó desgarrador que perfora los auriculares de Tom, a la vez que observa como cae gritando.
El Golpe fue fatal, que provocó la muerte de Gisela instantáneamente.

Robert baja las escaleras pacientemente una por una, muestras el concreto de aquel edificio se desprende poco a poco.

Ya en el suelo, Robert coloca un mechón de cabello en las manos del cadáver, patea su cabeza, y rasga su chaqueta.

—Vete tranquila, te prometo que tu hija Mariana, pronto estará a tu lado.

Sube al auto con Tom, cuando se alejan más, Tom dispara una bazuca en los cimientos principales del edificio provocando que se derrumbe.

—¿Vamos a la empresa?

—Si, vamos a conocer a Vania, una nueva integrante, se encargará de adaptar Druxy OS para nosotros, el sistema operativo de Proomus.

—Conseguiste en contrato de exclusividad, ¿Verdad?,

—Así es, nos prometen una nueva versión de Druxy cada mes, por lo que será el primer software con 0 bugs.

—Oye, ¿Y Laurent?.

—Está con Alejandro, de hecho, están consumando su amor, lo que me ayudará bastante a mis planes.

—Pero, debes contarle, si ella se enamora, no habrá poder en la tierra que te permita hacerle daño a Alejandro.

—Si, ya pensé en eso, de hecho, voy a contarle todo a Lau, si ella sabe, va a odiar a Alejandro con todas sus fuerzas.

Llegaron a la empresa, ahí estaba Vania, organizando todo para estar muy presentable.

—Vania, bienvenida, estoy seguro que vamos a acoplarte en un puesto que te haga crecer en tu ámbito.

—Gracias, de hecho, estoy muy ansiosa por comenzar a llenar mi currículum.

—Oh, aquí dice que tienes una enfermedad mental.

Vania se pone un poco nerviosa.

—No te alarmes, eso no te detendrá, osea, somos la única empresa que contrata a menores de edad, y nos hacemos responsables de todo.

—Uff, por un momento creí que habría problemas.

—No para nada, ve al último piso, toma tu cubículo, es el número 8.

—Ahi está tu oficina, ¿Verdad?.

—Si, ¿Porqué lo preguntas?.

—No, por nada, es solo que me llena de emoción estar ahí arriba, y muy cerca del jefe.

Vania subió por el elevador hasta su destino, al mismo tiempo que Robert recibe un mensaje:
“Eramos 3, te olvidaste de uno”

En ese momento el comprende el mensaje, que está demasiado confuso ante la mente de Tom.

—Tommy, ahora el plan comienza a tomar fuerza, de hecho, ya está aquí la persona que va a revelar todo lo que necesito.

—No te entiendo, ¿Necesitas ayuda?. Realmente me voy a volver loco si no sabemos nada de Laurent.

—Ella sabe cuidarse sola, obviamente anoche no durmió, y pues está descansando.

En ese momento entra una llamada al celular de Tom, lastimosamente está muy cortada y no se entiende lo que dicen.
—Seor......una ......no pudim......tirot....alto.... llevó......pasi.....clin.

—Robert no entendí nada.

—Bueno, si es importante, te llamarán pronto.

—Eso espero.

Ya en la empresa, Vania haciendo su trabajo también recibe una misteriosa llamada.

-¿Cómo vas con el plan?

—Muy bien, ya me dieron acceso a los sistemas de defensa de la empresa, y tengo acceso a todos los datos ocultos de las cámaras y computadoras.

-Ve a lo importante, necesito ese acceso ahora mismo.

—Será muy difícil, el tiene una encriptación bastante avanzada, al parecer debo descifrar 4 códigos de un billón de letras y números, el problema es que es estúpidamente imposible.

-Tienes 3 semanas para hacerlo, roba los códigos, no sé que tengas que hacer o tu perra se muere, ¿Quieres que tú mamá también entre a tu motivación?.

—No, no, no, te juro que encuentro pruebas, te juro que encuentro pruebas, pero no le hagas nada a mi perrita.

En eso, Vania entra a esculcar los cajones de Robert, para su sorpresa, encuentra aquellos guantes color chocolate, que Robert siempre utiliza.

CONTINUARÁ...