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Nota: este capítulo se centrará en la infancia de Rusia, osea donde aun existía la Urss.

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-¡Ven aqui chamaco! - gritaba feliz mientras corría por los pasillos de la gran mansión -

México, buscaba a Rusia por toda la casa, el era el encargado de cuidar al menor,  que en pocas palabras,  era su niñera, cosa que a México no le molestaba, el menor le causaba tanta ternura que podría pasar con el toda su vida, las mejillas de Rusia tan gorditas y apretables, sus ojos tan grandes, llenos de pureza e inocencia, su falta de un diente delantero lo hacía aun mas adorable.

México estaba maravillado con Rusia y Rusia con el, se llevaban tan bien que era como si dos niños de 5 años estuvieran jugando por toda la casa, aunque México por obvias razones era muchisimo mas grande que el, Urss aveces no sabía si el niño era México o su propio hijo, hasta Rusia parecía mas maduro que el mayor y eso le causaba mucha gracia.

Urss pensaba que era bueno que Rusia no supiera lo que pasaba afuera, que el estaba seguro dentro de esas paredes grandes y cubiertas, tambien que México lo ayudaba mucho a que Rusia no quisiera salir, antes de que México llegará Rusia le preguntaba a su papá cuando podria salir minimo al jardín, cuando podria ir a la escuela, cuando podria hacer cosas normales que quiere hacer un niño a esa edad, Urss siempre le decia que pronto, cosa que cada vez desesperaba mas al pequeño, que se aburría jugando solo con sus muñecos.

Rusia amaba a su padre, pero no entendía porque no lo dejaba aunque sea ¡Salir a su pequeño balcón!, era estresante para el pequeñín, hasta que, México llegó, Urss estaba mas que agradecido con el por entretener tanto a su hijo y evitar que saliera al oscuro mundo que le esperaba a su pequeño retoño.

Como agradecimiento, Urss le hizo muchos regalos a México, ¡Hasta le dio una habitación propia en su casa!, Para que se quedara cerca del pequeño de forma cómoda, Urss y México se volvieron muy íntimos al pasar los meses, pero bueno, no estamos para hablar de la poderosa Unión Soviética y los poderosísimos Estados Unidos Méxicanos, estamos aqui para hablar de Rusia y México.

- ¿Donde se habrá metido ese chamaco? - dudoso caminaba por los pasillos de la mansión -

Pase minutos pero ningún rastro de el, estaba empezando a asustarme, ¿Que tal si habia salido? ¿Que tal si esta afuera y es raptado o asesinado por algun intruso? Empecé a llenarme de pensamientos horribles la cabeza,  sudando y temblando, caminando en circulos mordiendome las uñas, "tengo que encontrarlo o Urss va a matarme" busqué por todos lados, hasta en los cajones y rincones mas sucios que había, pero ningún rastro de mi pequeño.

- ya paso casi una hora y no lo encuentro por ningún lado, si Urss se entera soy México frito, piensa, piensa - lleve mis manos a mi cabello jalandolo hacia atrás - ¡Espera! ¡Ya se donde! - volteó hacía la habitación de Rusia - pero si soy pendejo, porque no busque ahi antes - pegué una mano en mi frente con frustración -

Estaba rezando internamente porque el pequeño copito de nieve se encontrara ahi, acerque mi mano a la puerta y di dos toques

- ¿¡Papa!? - dijo emocionado del otro lado abriendo la puerta -

Sus ojos se notaban felices y ansiosos, pero al ver qué era yo, se entristeció, yo me entristecía con el, ya que al verme solo me abrazo para ponerse a llorar en mi pierna, me rompía el alma verlo así.

Lo tome por abajo de sus brazos y lo cargué para ponerlo en mi pecho, se oculto en mi cuello para ponerse a llorar, lo mecía de un lado al otro dándole palmadas en la espalda.

- Extraño a mi papá - dijo ya mas calmado -

- Lo sé, yo también - cerré mis ojos mientras aún lo abrazaba con todas mis fuerzas -

- ¿Cuando volverá? - dijo tomando con sus manitas mi camisa -

- suspiré - No lo se, pero espero que pronto - ya no podía mentirle diciéndole que en 4 dias o mas, tenía que decirle la verdad, que era que no lo sabía -

- Lo quiero mucho, señor México - dijo quedandose dormido despues de llorar tanto -

Sonreí para después entrar en su habitación, lo acosté, lo arrope y le di un beso en la frente.

- Yo también te quiero mucho Rusia - sonreí para irme de ahi -

- Espero que te cuides bien Urss, Rus te necesita, al igual que yo - deje de ver la ventana para seguir tomando mi té -

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Este es el fin del capitulo, solo les dire unas pequeñas cositas como que escriba otro capítulo muy pronto y que la portada del libro se renueve  por una mas bonita, también para decirles que si quieren que escriba algo relacionado a la Urss y México me dicen por aquip, ¡hasta luegooo!

Creizih

- ° No hay sistema °- [RusMex]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora