—¿Entonces...? —murmuró la adolescente moviendo su pie de adelante hacía atrás mientras apoyaba sus manos en su silla.—¿Entonces? —repitió misteriosa la pelinegra que se encontraba sentada a su lado en aquel comedor mientras esperaban a la castaña Hayley que conversara con alguien más.
—¿Cual es tu nombre? —preguntó inocentemente la adolescente, alzando sus hombros al ver la mirada incrédula de la mujer.— Tú te sabes el mío, creo que puedo saber.
—Tienes un punto. —asintió la mayor haciendo reír a la adolescente.— Tifón.
—¿Tifón? —frunció su ceño la castaña clara.— ¿Es un extraño apodo para Tifanny?
—No, que horrible nombre. —la mujer se sacudió negando.— Mi nombre es Tifón.
—¿Que significa? —ladeó su cabeza intrigada.— Jamás había escuchado un nombre así.
—Soy única en mi especie. —alzó sus hombros con una amplia sonrisa.— Y no significa nada... en palabras.
—¿Nada? —frunció nuevamente su ceño.— ¿Estas segura de que ese es tu nombre?
—Si. —respondió obvia.— He vivido millones de años respondiendo a ese nombre y para los demás significa algo.
—¿Millones de...? —murmuró sorprendida.— ¿Que significa para los demás?
—Terror, miedo. —murmuró sonriente mientras recordaba todas sus hazañas de hace años.— Con mi nombre todos temblaban.
Hope asintió en silencio maquinando en su cabeza.
Tifón.
Ti-fón.
Acento en la o.
Millones de años.
Terror y miedo.
Escuela Salvatore, clase de historia, tercer curso, historia antigua, mitología mundial...
—¡Eres el Tifón del Olimpo! —exclamó después de unos segundos en silencio y abrió su boca con sorpresa al ver a la mujer asentir sonriente.— ¡¿Como?! Eres una persona, creí que eras un animal inmenso, con alas y que escupía fuego.
—Esa es mi transformación. —asintió la pelinegra apuntandola con su dedo.— Tome esta apariencia para venir en tu búsqueda y tomar la maldición.
—Pero, ¿por qué?
La mujer desvió su mirada a ambas mujeres que se integraban a la habitación tomando asiento frente a la desconocida quien sonrió levemente.
—Hace muchos años, cuando el mundo me creó, fue con un solo objetivo: destruir a Zeus. —inició juntando sus manos sobre la mesa, repasando lentamente con su mirada a las tres mujeres.— Y lo hice, todos me tenían miedo, los demás dioses escaparon mientras atacaba al rey quien inevitablemente cayó ante mis ataques. Goberné los cielos un tiempo cuando un descerebrado ayudó a escapar al malnacido de Zeus. —negó levemente recordando aquella época.— Otros dioses volvieron y juntos lograron detenerme, me hirieron profundamente y me arrojaron a morir al Tártaro pero ahí, Gea, mi creadora y madre tierra, conjuró una clase de hechizo o una profecía.
—¿Que decía? —preguntó interesada la rubia, Freya.
—Decía que cuando los dioses ya no sean creíbles en la tierra, lograré salir del Tártaro e iré tras la fuente de energía más fuerte, la tomaré y reuniré las suficientes fuerzas para destruir el Olimpo y matar finalmente a Zeus.
Las Mikaelson se miraron entre ellas sorprendidas, alguna se debatía internamente si creerle aquello, otra le creía completamente mientras la última pensaba en lo loco que sonaba aquello.
—Bueno, a los negocios. —volvió a hablar la pelinegra dando un leve aplauso, asustando a la menor.— Como te ofreces y como te dije anteriormente, solo tomaré tu maldición.
—¿Como podemos creerte? —preguntó la rubia viéndola acusadoramente, entrecerrando sus ojos.
—Puedes hacer un hechizo para asegurar que viva después. —hizo un ademán en dirección a la castaña quien asintió junto a su tía anotando eso en su mente.— Y, para que confíen en que no busco dañar a nadie humano...
—Atacaste un bar cuando llegaste. —acusó Hayley frunciendo su ceño y en silencio Freya y Hope miraron a la pelinegra.
—Un pequeño daño colateral. —sonrió burlona restándole importancia con un movimiento de mano.— Después de tomar toda la maldición, mi cuerpo quedará debilitado mientras se adapta al poder, ahí fácilmente podrían matarme si llego a dañar a la linda Hope.
La adolescente rió ante lo dicho pero se detuvo al ver las miradas de su madre y tía, carraspeó un poco volviendo al ambiente serio.
—¿Y bien? —volvió a hablar la pelinegra esperando por una respuesta.
—Pero hay algo que debemos decirte. —habló la menor ahora viendo de reojo a las adultas.— La maldición la dividieron en distintos cuerpos, no esta completamente en mí.
La pelinegra alzo sus cejas desconcertada y miró a ambas adultas en busca de afirmación, cuando ambas cabezas se movieron de arriba a abajo lanzó un suspiró cansado por no obtener lo que quería rápidamente.
—¿Cuantos cuerpos? —preguntó de mala gana.
—Otros cuatro. —respondió Freya.
—Bien, tráiganlos a todos. —soltó alzando sus hombros mientras se recostaba en la silla.
—No podemos juntarlos de una vez, destruirían la ciudad entera. —habló la rubia preocupada.— Podrías iniciar con Hope y de a uno los iremos llamando.
—Es la opción más viable. —accedió Hayley y todos vieron a la pelinegra en busca de una respuesta, la cual fue afirmativa después de bufar y rodar sus ojos.
La pelinegra siguió a la adolescente hasta el patio interior donde había una fuente y en un lado la castaña indicó que estaba lista.
En ese momento la llamada Tifón se acercó hasta colocarse frente a la menor y puso sus manos a cada lado de su cabeza, sus ojos se oscurecieron y pronto se hallaba con la boca abierta. La adolescente también abrió su boca dejando que una especie de estela oscura saliera de esta hasta entrar en la mayor y cuando esta comenzó a aclararse, la mujer se detuvo soltándola.
Hope dió unos pasos hacia atrás mientras tosía y su madre la sujetaba intentando ver su estado, suspiró alegremente cuando vió a su hija sonreírle con lágrimas en sus ojos mientras balbuceaba que sentía una libertad inexplicable en su interior.
—¿Como? —murmuró Freya con lágrimas en sus ojos.
—Tomé lo malo, que era la maldición en un color oscuro y cuando este se aclaró, me detuve. —explicó brevemente cruzándose de brazos triunfante.— Así de fácil.
—Muy fácil. —aseguró la rubia alejándose para abrazar a su sobrina.
—Muy lindo su momento familiar pero tienen gente que llamar. —interrumpió la pelinegra dando unos aplausos.— Vamos, Hope, muéstrame una habitación para mi.
La adolescente miró a su madre asentir y rápidamente se acercó a la mujer para subir juntas las escaleras al siguiente piso mientras la menor intentaba sacar conversación emocionada por ver a su familia nuevamente.
—Y creo que te llamaré Thalia. —sonrió la castaña viendo la mueca confusa de la mayor.— Tifón es muy... antiguo. Además, te queda.
—Thalia... —murmuró la pelinegra.— No es horrendo, lo acepto.
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Tifón
FanfictionDonde la peor pesadilla de los dioses griegos co ntinua viva y encuentra la forma de escapar con sed de venganza. O Donde Klaus Mikaelson encuentra inevitable no enamorarse de la mujer que amenazo a su hija. the originals season 5. klaus mikaels...