Kiss You

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Dylan
Sentí una mezcla de lástima y confusión por Issy. Todo el mundo decía que estaba obsesionada conmigo, pero no me creía nada. Sabía que no me enamoré de ella y, además, tenía una hija. Eso complicaba todo.

—Hola —dice Malenie, interrumpiendo mis pensamientos.

—Hola, preciosa —respondo, tratando de distraerme.

Malenie siempre fue atractiva y no podía negar que tenía un gran cuerpo, pero en mi mente todavía había espacio para la loca que me atormentaba, Issy.

—¿Estabas con tu fan loca? —pregunta Malenie, burlona.

—Está muy loca —rio, pero en el fondo me cuestiono si hay algo más que no entiendo.

Estaba en casa de Meg, ella intentaba explicarme toda la historia de mi "fan obsesionada". La verdad, no le creo nada. Meg me dice que Issy y ella son hermanas, pero ¿por qué tendría una cadena con su inicial? ¿Por qué todos dicen que estaba enamorada de mí?

—Dylan, ¿me estás escuchando? —pregunta Meg, con un tono de impaciencia.

—Sí —respondo, aunque en realidad estaba muy perdido en mis pensamientos.

Meg suelta un largo suspiro, claramente frustrada.

—Meg!! —grita Issy, desde otra habitación.

—¿Qué pasa, Issy? —pregunta Meg, con cansancio.

—Un duende me persigue —dice la chica, con un aire de locura.

A esta altura, estoy convencido de que necesita ayuda profesional. Debería estar en un centro de salud mental. Pero en ese instante, Issy entra a la habitación con un suéter de hombre, y, a pesar de que parece un desastre, no puedo evitar notar que tiene unas piernas increíbles.

—Meg, dile que se vaya —ordena, apuntando a un peluche.

—¿Fumaste? —pregunta Meg, enojada.

De repente, Laech, el padre de su hija, entra.

—¿Fumaron? —le lanza Meg, con mirada de desaprobación.

—Yo... me obligó —dice Laech, como si fuera un niño atrapado en una travesura.

—Vete, yo me encargo —responde Meg, claramente fastidiada.

—Adiós, Issy. Mañana nos vemos —dice Laech, mientras sale.

Issy lo mira con ojos de cachorro, un tanto perdida en su mundo.

—¿Qué haremos con el duende? —pregunta, como si fuera una niña pequeña.

—Isabella, ¡mete a bañar! —ordena Meg.

Mientras Meg cocina y Issy se baña, me quedo mirando las redes sociales. De repente, una castaña entra a la casa.

—¿Cómo está Issy? —pregunta la castaña, preocupada.

—Está muy drogada, la metí a bañar —respondo, pensando que una madre no debería ser así.

—Me preocupa —dice la castaña.

—A mí igual. Si sigue así, no podrá ver a Dalet —dice Meg, refiriéndose a la hija de Issy.

Su conversación me aburre, así que me voy a la habitación de Meg a revisar mis fotos. De pronto, una imagen de Issy y yo sonriendo en una cabaña me sorprende. Me quedo parado, incapaz de entender.

—¿Cómo se llama la acosadora? —pregunto, con una punzada de curiosidad.

—Issy —contesta Meg.

Busco en mis contactos y no aparece. Me relajo un poco; tal vez esa foto fue el único momento que tuvimos. Pero a medida que paso el tiempo, Issy no se sale de mi cabeza. ¿Por qué me afecta tanto?

Más tarde, estoy en mi habitación fumando un cigarrillo, cuando entra una chica. No sé por qué, pero no puedo dejar de pensar en Issy.

—Me encantó —dice la chica, sonriendo.

—Lo sé —respondo distraído.

—¿Quieres ir a comer? —pregunta.

—No —le digo, y ella se va.

Ya es mi décimo cigarrillo y sigo pensando en Issy, aunque sea delgada y un poco rara.

Al día siguiente, en educación física, me doy cuenta de que no puedo correr como antes. El entrenador se da cuenta.

—¿Crees que puedes volver a jugar en el equipo? —me pregunta el capitán.

—Claro —respondo, pero no estoy seguro.

—No pudiste correr —silba el entrenador. —Creo que no puedes.

Estamos en el auto con las porristas, decidiendo si ir a mi casa o a la de Luke.

—Déjame poner una canción —súplica la rubia.

—Pónla —contesta Liam, mientras la rubia se ríe y pone una canción que me resulta familiar.

—¿Cómo se llama la canción? —pregunto.

—Se llama "Kiss You", de One Direction —responde la rubia con una sonrisa.

—¿Te gustó? —pregunta Liam, burlón.

—Por alguna razón, me sé toda la letra —admito, sin pensar.

—A Issy le gusta One Direction —dice Luke, de manera casual.

Entonces, me viene un flashback de Issy y yo bailando esa canción en una cabaña. Todo comienza a tener sentido. Issy no está obsesionada, pero ¿por qué me afecta tanto?

—Dylan, ¿vas a bajar? —pregunta Luke, sacándome de mis pensamientos.

Al mirar por la ventana, veo que hemos llegado a mi casa, pero solo Luke está aquí.

—¿Y los demás? —pregunto.

—Adentro —responde Luke.

Esa tarde, mi mente sigue llena de preguntas sobre Issy. Cuando llego a casa, encuentro a mi padre, que no había visto desde el hospital.

—Dylan —sonríe. —Ya no estás con esa chica, ¿verdad? —pregunta, como si le importara.

—¿Issy? —pregunto, sabiendo que no le daría importancia.

—Sí —respondo.

—Me alegro. Ella te hizo débil y vulnerable. Recuerda que el amor hace eso —dice, arrojando su cigarrillo al suelo. —Los dos aprendimos a no enamorarnos —me dice, dándome una palmada en la espalda antes de irse.

No puedo evitar sentirme frustrado. Entro rápidamente a mi habitación, buscando respuestas en mis cajones. Al abrir uno, encuentro una carta que no recuerdo haber escrito. Dice:

"Hola Issy, sé que me odias y que merezco tu desprecio. No fui bueno contigo, pero yo te amo. El día de la cabaña, no quería dejarte, pero tu mamá me obligó. Te pido que no odies a tu mamá; ella es buena, solo está triste. Y entiendo que ames a Laech y que lo prefieras a él antes que a mí."

Al leer esas palabras, me doy cuenta de que mis sentimientos por Issy son más profundos de lo que pensé. Ella no era solo una 'acosadora', era alguien que realmente importaba.

—Ava —susurro para mí mismo, recordando que ella es la madre de Issy.

Una epifanía me golpea: todo lo que he estado evitando y rechazando no se puede ignorar. Tal vez, solo tal vez, Issy no estaba tan loca después de todo.

Hola espero que les guste este capitulo. Besos.

El Fuck Boy (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora