"Esta es tu casa" No era una pregunta, Kagome observaba a su alrededor, la cabaña de madera estaba cerca del río, alejada de los demás aldeanos. Había sido un regalo, una muestra de agradecimiento por tantos años de la aldea a salvo de los demonios gracias a él. Miroku y Sango tenían su cabaña, donde criaban a las gemelas y ahora al pequeño bebé, cerca de la cabaña de Kaede donde Shippo y Rin pasaban las noches.
"Solo vengo cuando nieva. Siempre duermo en el árbol sagrado, cerca del pozo"
Quiso decirle que lo hacía porque cada noche esperaba verla cruzar, esperaba sentir su olor en el aire, que soñaba con su voz.
"Lamento no haber podido volver antes"
Volvió a abrazarlo. ¿Cómo podía explicarle que lo que más había extrañado en esos años era su calidez? Su sonrisa, sus abrazos, su aroma. Toda ella se sentía como hogar, y su falta se había sentido como estar perdido en el mundo sin un lugar donde volver.
"Volví por ti ¿Lo sabes, verdad? Volví porque no quería una vida donde no estuvieras tú. Han pasado tres años, no volveré a dar por sentado que te tengo a mi lado" La determinación en sus ojos cafés lo volvía vulnerable como ninguna otra cosa en el mundo "Quiero estar contigo, no como antes, no como amigos" El sonrojo cubría sus mejillas, pero no dejaba de mirarlo.
Podía sentir el aroma dulzón mezclado con el nerviosismo que desprendía, se acercó a ella. Maldiciendo no poder hablar, no tener la capacidad de decirle que quería una vida entera junto a ella.
"Kagome...Yo..."
"Si quieres que estemos juntos, podrías besarme y no tendrías que hablar"
La descarada sugerencia lo hizo sonreír, pequeña irrespetuosa. La única vez que la había besado había sido un momento antes de perderla por tres largos años, pero esta vez no pasaría. La besó. La rodeó con sus brazos, demostrando por primera vez en el día la desesperación con que la había extrañado. Kagome pasó los brazos por su cuello para arrastrarlo aún más contra ella.
Para un ser que jamás había recibido afecto en su vida, aquello era maravilloso, no era capaz de identificar dónde terminaba un beso y dónde empezaba otro.
"Se que no está nevando, pero me gustaría que te quedes"
"Nunca me iría"
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Mi pequeña Kagome
RomanceSera una historia llena de romance, de capítulos cortos y semanales, algunos capítulos (la gran mayoría) tendrán contenido erótico, a veces explicito.