𝐂𝐑𝐎𝐒𝐒𝐈𝐍𝐆 | La tercera generación junto con la segunda generación viajaran a 1977 dónde estarán sus padre y abuelos.
Drama, amoríos, peligro, desastre. Eso es lo causan siempre los chicos de la 3°generación al pisar los terrenos de Hogwarts.
...
— BUEN DÍA, HOGWARTS. — dijo una voz soñadora y dulce para el oído. Se bajó la capucha y mostró a una linda chica rubia de rulos, con una brillante ojos azules cielo que no dejaban de divagar en distintos sitios. —. Me llamo Luna Lovegood.
Un rubio casi castaño de la mesa de las águilas, dejó su revista de lado cuando escuchó su apellido.
» Mis padres son Pandora y Xenophilius Lovegood. — siguió la rubia. Busco a su madre en la mesa de las águilas y cuando la encontró no pudo evitar dar un saltito de emoción.
Hace muchos años que no la veía y en estos tiempos estaba más joven. Pandora levantó la mirada al escuchar su nombre y sonrió ante la linda hija que tenía. Su mirada viajó al chico rubio que había en unos asientos más que ella. Quien le dió una mirada curiosa y una sonrisa ladeada.
Él se levantó y se sentó al lado de ella, dándole un pequeño beso en la mejilla.
Luna sonrió con emoción ante la vista de sus padres juntos. — Tengo 15 años y soy de la casa de Ravenclaw.
La mesa aplaudió no con tanta emoción, aunque sus padres hasta chiflaron de emoción. Ante eso la rubia dió una sonrisa melancólica.
Los encapuchados de la mesa izquierda se levantaron, aplaudieron con fervor y emoción. Gritaron y cantaron en coro el nombre de la rubia. Luna sonrojada, les dió una gran sonrisa a la mesa.
Nadie se metía con la rubia platinada.
— Am… Mi materia favorita es la Astronomía, es una materia muy importante para mí. — dijo con un suspiro. Mientras levantaba una mano y la sacudía en el aire. Estúpidos Nagles.
Quedó mirando un punto fijo, sin percatarse de las miradas extrañadas de los demás casa.
— Señorita Lovegood prosiga, por favor. — pidió con suavidad Albus.
Luna le dió una sonrisa dulce y asintió.
— Sinceramente no sé qué más decir. — dijo encogiéndose de brazos. Así que escupió lo primero que se le vino a la mente. —. Me encantan las criaturas mágicas. Y me gustaría dedicarme a eso cuando salga de Hogwarts — dijo asintiendo con la cabeza para corroborar lo que decía. —, me gustaría descubrir nuevas especies como los Nagles que están por todas partes.
Su padre asintió con la cabeza, dándole la razón. Mientras su madre la miraba con tanto amor.
Muchos Slytherin se pusieron a burlarse de ella, pero se sorprendieron cuando Luna ni siquiera les dirigía la mirada y solamente prosiguió.
Aunque dos encapuchados de la mesa izquierda estaban ya con varita en mano, aunque fueron interrumpidos por otros, obligándolos a sentarse.
— Bueno eso es todo, creo — rió tiernamente. — ¿Preguntas?
Pocas personas levantaron la mano, pero ella la palabra a su padre.
— ¿En serio eres mi hija?
— Si, papá, en serio eres mi padre. — comentó Luna con gracia. El río encantado con su hija.
Su madre también levantó su mano y sin duda Luna le dió la palabra.
— ¿Cómo somos como padres? — preguntó con curiosidad digna de una Ravenclaw.
Luna por primera vez en su presentación borró su pequeña sonrisa, parecía que había caído de su mundo al revés y chocado con el mundo real.
— B-bueno… — tartamudeó la rubia, se retorcía los dedos nerviosamente.
Este tema nunca le afectó para contárselo a las demás personas, pero decirse lo a su madre era algo difícil.
» Eras la mejor mamá del mundo, sin duda — dijo casi en un susurro. Pandora frunció el ceño, confundida. Luna suspiro y prosiguió. —. Tuviste un accidente, cuando tenía nueve años. No te volví a ver nunca más.
El gran comedor quedó en silencio total. Pandora se quedó pensando un momento las palabras de su hija. — ¿C-cómo morí?
Luna carraspeó, para deshacer el nudo en su garganta. — Uno de tus encantamientos salió mal.
Pandora asintió y bajó la cabeza derramando algunas lágrimas. Xenophilius solo la tomó de la mano, debajo de la mesa.
» Bueno eso es todo de mi. — dijo Luna volviendo a su sonrisa soñadora, alejando la tristeza. — ¡Hasta luego!
Bajo de la tarima y corrió a los brazos de sus padres. Después de años pudo abrazar a sus dos padres a la vez.
— Eres tan hermosa y única, me encantas. — susurro Pandora en el oído de Luna antes de separarse y darle un cálido beso en la frente.
La familia Lovegood se sentaron en la mesa de las águilas. El director Dumbledore hizo aparecer la comida al frente de todo, para sí comenzar el almuerzo.
Una mañana bastante conmovedora, *Se seca una lágrima imaginaria*, ¿No creen?
Ahhh! Lunita es preciosaaaa!!!
Les dije un gif de esta diosa:
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