𝐂𝐑𝐎𝐒𝐒𝐈𝐍𝐆 || ᴊᴀᴍᴇs s. ᴘᴏᴛᴛᴇʀ

20 | Encuentro familiar

stories under the moon...

___

12 de noviembre de 1977.

Hogwarts, Escocia.

════════════════════

LUEGO DE TAL PRESENTACIÓN. Los viajeros de la segunda generación se juntaron todos en la sala de Gryffindor, bueno casi todos porque las serpientes no tenían nada que ver con ellos por lo que se fueron con sus propias familias. Aunque más pronto de lo que creían se juntarían todos, quieran o no.

— Creo que tendremos que contar un poco más detalladamente las cosas, Harry. —el Remus de su tiempo se le acercó al azabache antes de entrar a la sala, eran unos de los últimos. — Pero tendremos que saltar algunos detalles, no podemos alterar del todo las situaciones, porque podría pasar algo malo.

Harry suspiró pesadamente, se desordenó un poco el cabello, estaba un poco agotado por todas las emociones que sintió en el día y estaba seguro que no paraban en un buen tiempo. Aunque estaba apunto de contestarle a su antiguo profesor, un fuerte ruido se escuchó detrás suyo, y Harry pudo jurar que vio unos pies a lo lejos pero luego estos desaparecieran. Frunció el ceño confundido, se parecía mucho a la capa de invisibilidad que le había dado su padre, pero ni siquiera pudo avanzar porque Remus le dijo que era mejor entrar y hablar con más calma.

Ya era un poco tarde, por lo que los estudiantes de Gryffindor ya estaban en sus habitaciones, solo estaban los familiares y la segunda generación en el lugar. El trío de oro se posicionó al frente de todo.

Empezaron a explicar muchas cosas, más que nada Harry, Ron aportaba con pequeños comentarios o cosas que al azabache se le olvidaban, y Hermione se dedicaba a intervenir si es que era demasiada información o detalles que no se podían revelar.

— ¿¡Participaste en el torneo de los tres magos en tu cuarto año!? —exclamaron sus padres entre sorprendidos y preocupados.

El trío de oro se miró entre divertidos y nostálgicos, recordaba ese año como el comienzo del todo el caos que le siguió hasta ahora, en su sexto año ya había encontrado ese diario extraño pero por este viaje inesperado no lo tenía consigo y lo había olvidado por completo.

— Una pequeña jugarreta de Voldemort. —mencionó Harry despreocupado.

— Deja de decir su nombre. —exclamó Molly un poco asustada por todas las veces que lo había mencionado ya.

Harry se sobresaltó. — Lo siento, señora Weasley. —se disculpó como un niño pequeño que acababa de ser regañado.

Lily se pudo dar cuenta que lo que le mencionó su hijo, sobre que la familia Weasley casi lo había adoptado, trataba de pasar todas las vacaciones con ellos y se volvieron muy unidos entre ellos. Se sintió aliviada de que su hijo pueda tener un soporte, y más la familia Weasley.

— ¿Cómo llegaron aquí? —preguntó Remus de ese tiempo, se hacía esa pregunta desde la primera presentación.

— Estábamos en el gran comedor cuando una luz nos empezó a envolvernos y caímos al frente del lago, con las capuchas ya puestas. —respondió Hermione un poco inquieta, ella ya quería conocer a la siguiente generación.

— Fue una sensación muy fea. —comentó Ron, simulando un pequeño escalofrío.

Pero el pequeño Remus quedó pensativo, se le hacía muy rara esta situación.

— ¿Qué pasa, Lunatico? —preguntó Sirius curioso, pero con una gran sonrisa, no se le había quitado desde que se enteró que él era el padrino del pequeño Harry. Aunque claro el azabache se sentía un poco mal, porque no le habían contado sobre que fue a Azkaban ni su reciente muerte.