Matrimonio tan felizmente falso

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La fiesta seguía y estaba cansado, no recordaba lo aburrido que eran estás cosas. Obito lo había dejado rodeado de inversionistas y él tenía que poner su mejor cara mientras los escuchaba hablar de finanzas, quería ir a su apartamento y lanzarse a su cama, moría por ir a recoger a su hijo mañana y pasar un día ambos tranquilos, pero ni siquiera sabía si Obito lo necesitaba mañana. Puff sólo quería irse a casa.

—¿Y como conociste a Obito? —la única mujer del grupo hizo la pregunta y todos la secundaron.

Vil idiota, como no lo pensó antes, no tenían una historia para explicarle a las personas como apareció en la vida de Obito de la nada.

Pero era Kakashi Hatake, no era un cobarde.

Bueno tal vez si, podía sentir como se estaba cagando por el miedo de arruinar todo.

—Casi me atropella

Brinco en su lugar, observando como Obito llegaba y se posicionaba a su costado, allí fue dónde cayó en cuenta la historia que estaba contando.

—¡No puedo creerlo!

Un señor canoso se mostraba sorprendido.

—Cuenta más — incentivo la mujer.

Podría apostar que le sudaba hasta el culo.


—Bueno se bajó del auto pidiéndome disculpas, pero yo estaba más ocupado en ver lo bello que era y esos fuertes brazos que podrían abrazarme cuando hiciera frío.

En el grupo se escuchó un "aww" babosos, que fáciles de engañar.

—Ya luego el me invitó por un café — sonrió ladino tomando la mano de su prometido. — Y me dijo "la próxima vez que te intenté chocar no será con mi auto" y ahí quedé profundamente enamorado, ¡este hombre era poeta!

Quería reírse ante las caras consternadas de los ejecutivos, pero debía mantenerse en su papel de novio enamoradisimo.

—¿Como le pediste matrimonio Obito?

Pinche señora, amaneció muy preguntona.

—Bueno — apretó la mano de Kakashi.— Él estaba enojado conmigo, pensó que tenía a alguien más, pero mirenlo  ¿Quién engañaría a alguien tan lindo?

Minato, siguiente pregunta.

—Tienes razón Obito, tienes a un chico muy lindo —le guiñó un ojo.

—¿Y que pasó después?

Obito carraspeo.

—Lo llevé a nuestra cafetería, en dónde le pedí el mismo café y el mismo trozo de tarta, y recordando el día que casi lo atropello me puse de rodillas y le dije "casi mató al amor de mi vida y mi futuro esposo" y saqué este anillo —tomó el dorso de la mano del peliplata, incitando a que todos miraran.

Todos los del grupo sólo decían "que envidia" "yo también quiero atropellar a alguien"

Después de unas horas ambos se despidieron, prometiendo volver a reunirse con ellos.

Al subir al vehículo Obito no pudo evitar reír, siendo mal visto por Kakashi.

—Enserio dijiste "la próxima vez que te intenté chocar no será con mi auto" — estalló en carcajadas, era lo más extraño que había escuchado en toda su vida.

Naruto al cuidado de Kakashi |Obikaka|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora