Los rayos de sol eran el menor de sus problemas al despertarse, tenía miedo que su vecino fuera de chismoso con todos los del lugar, ¿Como podría verles a la cara?
Talló sus ojos, dejándole un mensaje de texto a su padre indicándole que ya iría por Naruto, extrañaba tanto a su hijo, pero sabía que era necesario dejarlo en casa del abuelo, no podía traer a su bebé a pasar necesidad, su hijo merecía una vida digna sin preocupaciones y claro que él estaba cubierto de preocupaciones, no quería traer a Naruto a este ambiente.
Pero haría todo lo posible para sacar a flote a su hijo, y bueno digamos que la paga que ganaría y estaba ganando con Obito era más que suficiente para iniciar con un proyecto que tenía en mente, estaba asustado y mucho, podía fallar y caer en realmente serios problemas económicos o, podía arriesgarse y darle una vida cómoda a su hijo, todo era intermedio.
Salió de la ducha, poniéndose lo primero que vio en el vestidor y saliendo al vestíbulo, estaba ansioso por recoger a Naruto.
Estar en el taxi se le hacía eterno, pero pudo respirar aire puro al estar frente a su antigua casa, en dónde impacientado tocó la puerta.
—Te escuché al primer toque —fruncio el ceño —antes de que entres por Naruto —se cruzó de brazos. —¿Es cierto lo que dijo el señor jiguins? — inquirió
¿Quién? pero ni en diez mil vidas había escuchado ese nombre.
—¿Quién es ese? — indagó.
—El hombre que te vio prostituyendote
Maldito anciano decrépito, ¿No podía mantener la boca cerrada?
—Papá yo te lo puedo explicar — apretó los ojos. —Te juro no hago esas cosas, es sólo que-
—¿Que qué, Kakashi? Umm —lo presionó para hablar.
¿Por qué el diablo no venía y me escupía en china? ¿Era correcto contarle a su padre sobre su falso matrimonio? Bueno podría decir una mentirita piadosa, no sería la primera ni la última de todas formas.
—Ese era mi novio — apretó sus labios.
Sakumo arqueó una de sus cejas.
—Así que novio —hizo un sonido con la boca. —Esta bien Kakashi, cuando quieras hablar sobre el porqué haces esas cosas yo estaré aquí —le dio unas palmaditas en el hombro.
—No papá, te lo juro —lloriqueo.
Tal vez un millonario no era la solución sino un gran problema.
Suspiró, adentrándose a la casa, cambiando su semblante desganado por uno alegre.
—Abejitaaa — abrió sus brazos.
Naruto corrió hasta el peliplata, dejándose abrazar y siendo llenado de besitos en sus cachetitos y su cabeza.
—Te he extrañado tanto — depósito varios besitos en la cabellera dorada de su hijo. —¿Tú me has extrañado a mi? —formo un puchero.
Naruto asintió, sin querer salir de los brazos de Kakashi.
—¿Te emociona irnos a casa?
—Sii — sonrió dejando a relucir sus marquitas en las mejillas. —Mami, ¿Podrías llevarme a mi cita de juegos?
Ora, ¿en que momento Naruto ya hacía planes de juegos? Si solo lo dejó una semana con su papá, aparte ¿Con que niño o niña? No podía creer que su pequeño bebito de sólo cinco libras ya tuviera siete años y le pide llevarlo a su tarde de juegos, podría llorar ahí mismo de cuan rápido se le había pasado el tiempo.
ESTÁS LEYENDO
Naruto al cuidado de Kakashi |Obikaka|
Fanfic¿Quién diría que casi ser atropellado lo llevaría a vivir el mejor momento de su vida?