Capítulo 2 FRANCISCO

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7 de febrero de 1969

En esta tarde de verano, Fransisco se prepara para ir a la pichanga. Es una entretención que se ha hecho costumbre en Árbol Negro, así le llaman a esta junta de amigos dónde juegan fútbol todos los dias como sagrada costumbre y hoy no es la excepción.

Fransisco es quien vive más lejos, por lo que tiene que cruzar un enorme bosque de árboles nativos, actividad que aprovecha para comer calafates o cauchas, frutos silvestres que brotan en abundancia por estos sectores del sur de Chile.

Después de ganar por este día el partido el joven decide despedirse de sus amigos y retirarse, mañana es su cumpleaños y su madre necesita su ayuda para que su fiesta de 15 años resulte como todos esperan. Fransisco es uno de los pocos jóvenes que puede darse estos gustos por el buen pasar económico de su familia.

A la vuelta y ya oscuro siente un miedo repentino bajo estos enormes árboles que parecen oscurecer aún más el camino, el sudor frío acompañado de un sutil temblor corporal se hacen presentes. De pronto entre los arbustos ve pasar corriendo a un niño que parecía llevar una máscara de calavera sobre su cabeza, la curiosidad puede más incluso que el temor en algunos jóvenes, por lo que deside seguir hacia donde se dirige tal aparición, cuando en un claro del bosque el extraño niño se detiene y voltea su cabeza 180 grados hacia Fransisco, emitiendo un grito ensordecedor salta hacia el y vomita un líquido negro sobre su rostro, el joven no puede evitar tragar parte de este líquido y convulsionar casi de forma inmediata.

Al despertar está frente a su casa con la polera y rostro manchados.

Al día siguiente Fransisco no era el joven que todos conocían. Comenzó como sonámbulo en las noches, luego a quitarse las uñas con sus propios dientes o morder distintas partes de su cuerpo hasta sangrar. De pronto ya no se levantó más de la cama y se orinaba y defecaba en ella. Un día, la madre de Fransisco vio como comía sus propias heces, vomitaba un líquido espeso y negro como el petróleo y gritaba como una especie de animal, incluso noches enteras.

Los padres de Fransisco en su desesperación y tratando de encontrar consuelo en sus creencias, buscaron a un sacerdote que pudiera decir o explicar que sucedía con el joven. El veredicto después de muchas visitas de distintos sacerdotes era inequívoco, recibió incluso la visita de un sacerdote especializado del Vaticano, quien pudo explicar la actual situación de Fransisco, algo muy extraño lo había poseído, por lo que había que actuar desde la gracia de Dios con inmediatez.

Dentro de los fenómenos que se lograron registrar a lo largo de un año, fue el dialecto en perfecto Latín, Griego antiguo, Sumerio, Egipcio antiguo y Fenicio y otros tres idiomas que no pudieron identificarse. Conversaciones en Inglés, Árabe, Italiano y Ruso entre otros. Se pudo registrar fotografías de levitación, piroquinesis y telequinesis.

Muchas veces su cuerpo se contorsionaba hasta reducirse a una especie de bola humana.

En una ocasión se lanzo sobre uno de los sacerdotes y le detuvo el corazón hasta matarlo, en otra, le cortó la mano a otro de los asistentes del Vaticano mientras registraban las pruebas.

Después de un año de tortura Fransisco despertó y moribundo, pidió agua y socorro, fue asistido de inmediato y comenzó su recuperación en la felicidad de su familia, todo había parecido terminar para este joven de Árbol Negro.

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⏰ Última actualización: Aug 06, 2022 ⏰

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