Método 2: Organiza tu argumento

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Elige una estructura. En las primeras etapas para escribir un libro, tienes que organizar tu argumento. Está bien dejar espacio libre al movimiento cuando empiezas a escribir, pero escribir una historia sin un rumbo marcado rara vez funciona. El mejor lugar para empezar es elegir la estructura que te conviene. Las teorías de escritura enseñan que hay varias estructuras clásicas en las cuales cae la mayoría, pero que no son exclusivas entre sí y que pueden combinarse. Las dos mayores estructuras son:

Estructura en actos: la estructura en actos, comúnmente asociada con el teatro y películas, también pueden aplicarse a las novelas. Según esta teoría, las historias mejoran cuando se separan en secciones claramente identificables. El número normal de secciones es tres, aunque dos y cuatro también son comunes. En la estructura clásica de tres actos, el primer acto presenta a los personajes principales y secundarios, el marco, el problema que se debe superar y normalmente parte de la información de trasfondo (este acto suele comprender aproximadamente el 25% de la historia). El segundo acto avanza y desarrolla el conflicto de la historia, pero normalmente contiene un punto del argumento donde el protagonista se enfrenta a un gran contratiempo. Esta es la parte principal de la historia y normalmente comprende aproximadamente el 50% del contenido. El tercer acto es la conclusión, donde el héroe se enfrenta al villano y la historia alcanza el punto cumbre, seguido de la recompensa o al menos una escena o serie de escenas finales menos emocionantes. Cada uno de estos actos puede reducirse con frecuencia en tres subsecciones, cada una con su propia mini historia. Monomito, o periplo del héroe: esta teoría de estructura se hizo famosa tras proponerla Joseph Campbell. Según esta, casi todas las historias con un héroe pueden reducirse a una serie de arquetipos principales. Empezando por un héroe llamado a la aventura, aunque inicialmente rehúse llevar la carga. El héroe recibe ayuda antes de lanzarse al mundo, siempre ha conocido la aventura (en la cual el héroe se siente perdido y solo en un primer momento). El héroe entonces se somete a una serie de pruebas, durante las cuales encontrará ayudantes con frecuencia, al final de las cuales vivirá un importante cambio personal. El héroe entonces se enfrenta al antagonista principal de la historia y vuelve a casa, llevando la bendición de su recompensa.

Elige tu tipo de conflicto. Ahora te recomendamos pensar sobre el tipo de conflicto que quieres para tu historia. Este puede ayudarte a desarrollar el argumento, además de llevarte a otras historias similares para inspirarte. Hay muchas teorías sobre los tipos de conflicto en las historias, pero las fuentes principales son:

El hombre contra la naturaleza: es una historia donde el protagonista se enfrenta a algún fenómeno natural. Un ejemplo serían las historias donde el protagonista se pierde en la jungla o su antagonista es un animal. Un ejemplo de este tipo de historia sería la novela 127 horas. El hombre contra lo sobrenatural: es una historia donde el protagonista se enfrenta a criaturas como fantasmas y demonios, el mismo Dios u otros entes que no son de este mundo. El resplandor es un buen ejemplo de este tipo de conflicto. El hombre contra el hombre: es el conflicto de historia más básico, donde el protagonista se enfrenta a otra persona. El mago de Oz es un ejemplo clásico. El hombre contra la naturaleza: en este tipo, el protagonista se enfrenta a las reglas de una sociedad o normal sociales. Un ejemplo sería la novelaFahrenheit 451. El hombre contra sí mismo: es una historia donde el protagonista se enfrenta a sus demonios internos o su propio conflicto interno. Un ejemplo sería El retrato de Dorian Gray.

Toma en cuenta tus temas. Tanto si es intencionado o no, tu historia acabará teniendo un tema, de qué va la historia. Mientras escribes sobre este, acabarás haciendo alguna declaración acerca de lo que piensas al respecto. Piensa sobre los temas en tu libro o que podrías incluir y lo que quieres decir acerca de ellos. Puede ayudarte a desarrollar el argumento a través de la creación de situaciones que representen tus ideas.

Dune de Frank Herbert, por ejemplo, no trata sobre un chico que intenta vengarse de su familia. Trata sobre los peligros del imperialismo y Herbert deja claro que cree que los poderes de Occidente se han enredado totalmente en una situación a la que no pertenecen y que no esperan controlar.

Planifica tus giros del argumento. Los giros del argumento son puntos de cambio en la historia, acontecimientos importantes que cambian el camino que el personaje debe seguir. Necesitarás planificar qué serán e intentar separarlos uniformemente. Hay cierto giro de argumento que sirve para convencer al personaje de embarcarse en su aventura. Es un punto en el que el protagonista tira por la borda todos sus planes para enfrentarse a su problema y se produce una especie de punto álgido que provoca a la batalla final.

Resume. Una vez que sepas adónde vas y cómo llegarás, escríbelo. Será tu guía y es necesario para que el proceso de escritura sea fluido. Escribe lo básico de cada escena, su objetivo, los personajes que intervienen en la escena, dónde están, qué piensan y sienten, etc. También deberás escribir cada minúsculo detalle de la secuencia de acontecimientos para cada escena. Esta es la mejor manera de prevenir el bloqueo que puede incapacitar al escritor, ya que podrás cubrir lo básico de una escena incluso si crees que no es perfecta.

¿Como empezar a escribir un libro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora