Capítulo 15

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Acto II: "El hombre de los mil rostros"

—Sí padre. —contestó aquél Alfa desinteresado sin mirarle a su rostro—. Volveré antes de media noche, no te preocupes.

—Mas te vale Moonbin, recuerda que mañana temprano debemos de presentarnos a la asamblea nacional. Es algo muy importante para mí, y para tu futuro también. —comentó tranquilo, colocando una mano en su hombro para darle valor—. Ya puedes irte, diviértete.

—Gracias. —dicho esto, dio media vuelta y salió de la oficina.

Con el mentón en alto y una mirada soberbia, aquél Alfa yacía caminando por los pasillos de aquella gran corporación perteneciente a su padre impuesta por el estado. Su actitud arrogante era algo que destacaba mucho en él, pues al ser un sangre pura le hacía creer que era superior a los demás en muchos aspectos.

Y más por ser un niño de papi.

No era el que más destacaba en sus estudios, de hecho la mayoría de veces reprobaba pero de alguna forma siempre se las arreglaba para no repetir ni un curso. No le interesa alguien más que no sea él mismo, y de no ser porque finge ser un buen niño poco inteligente frente a su padre seguramente este ya lo hubiera mandado a una correccional.

No se metía en pelea, pero a veces le gustaba provocarlas y ver como los demás se golpeaban entre sí. Era alto y guapo, y muchas Omegas y Betas yacían tras él, pero nadie le interesaba. Era tanto su desinterés por las personas que por un momento llegó a pensar que era asexual o algo así.

Suspiró por décima vez en el día, las calles de la ciudad de China estaban completamente llenas, como era de esperarse al ser uno de los países con mayor mayor población. Habían llegado no hace más de tres meses, y tanto él como sus dos mejores amigos, Seungkwan y Kangmin. Este último era un beta, pero compartía muchos ideales de Alfa por lo que lo trataban como uno.

Los tres habían sido mejores amigos desde los 6 años de edad cuando se conocieron por primera vez en una aburrida reunión de negocios a la que los llevaron solo por presumir su hermosa relación padre-hijo en ese entonces. Cuando se vieron, corrieron a jugar entre las tantas habitaciones del lugar. Son prácticamente inseparables.

Guardó su izquierda en su bolsillo mientras que la otra sostenía el paraguas aún cerrado en dirección al suelo. Tiró su cabeza hacia atrás viendo el cielo completamente gris lleno de nubes y sintiendo las fuertes gotas de lluvia chocar contra su rostro. Era un día muy oscuro, casi como todos los demás.

Abrió el paraguas y comenzó a caminar dedicándose a mirar a la gente. Le gustaba observar, era algo que hacía desde pequeño. Las luces estroboscópicas yacían por todas partes, en las tiendas, en las calles, en los enormes edificios de casi 100 pisos. Todo en esta época era demasiado tecnológico.

Su vista se quedó pegada por un momento al ver a una peculiar pareja entre la gente. Era una linda chica la cual estaba riendo con su acompañante, su novio al parecer.

El cual era un androide.

Sí, estaban en la época en donde podían crear personas con cables y no solo eso, podían programarlas para poder "sentir", lo cual le parecía absurdo. Para Moonbin las cosas hechas de cable y metal eran simplemente incapaces de sentir. Todo estaba dentro de su programación y con el más mínimo fallo todo podría salir mal. Como siempre.

Omega: The Subversion || Binwoo [ Omegaverse ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora