20 songs 20 shots ; Robarca

⊹Lilac⊹

El sol se escurría por mi ventana.
Hace mucho no veía el sol tan firmemente.

-¡Roberto! Ya levántate.- Mi tía abrió las cortinas de par en par.

La miré con los ojos achinados.

-Y ve al río, ocupas salir más.- Dijo enojada falsamente.

-¡Agh! Está bien, pero cierra esa mierda.- Cubrí mi rostro con la delgada sábana que cubría mi cuerpo.

Mi tía me quitó la sábana.

-Toca lavarla.- Sonrió cínicamente.

Esto me obligó a levantarme e ir al baño a lavar mi mugriento rostro.

Mientras que en la ciudad me estoy muriendo de frío acá sudo hasta por los ojos.

Un pequeño pueblo que parece más europeo que nada, ¿Realmente estoy en México?.

Bueno, pues mi madre me aventó a mi suerte en la pequeña casa de mi tía, pues según dice ella: "Tu trabajo te está consumiendo, ya ni siquiera sales de tu casa ¡Aprende lo que es la verdadera vida".

Pff si ella está igual o peor que yo.

Pero en fin, debo decir que tiene más razón que nunca.

Mi piel se ve mejor y mis ojos ya no pican cuando quiero salir a correr.

Me miré al espejo, sip, efectivamente, me veo como un animal atropellado.

Lavé mi cara, con bastante jabón, asegurándome de quitar todo ese sudor asqueroso de la noche.

Tal vez es mejor idea bañarme, pensé, con el jabón en mis ojos.

Me quité la playera junto a los shorts y ropa interior.

Así entré a la ducha, con la cara medio enjabonada y la puerta del baño entreabierta.

Cuando por fin descubrí mis ojos pude darme cuenta de lo hermoso del día.

Ahora realmente tengo ganas de ir a nadar al río.

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¿Qué es esto?.

Miré que había una pequeña toalla en la esquina del río, unas sandalias bajó el árbol y lo que parece ser un sándwich envuelto en una servilleta de papel.

De pronto vi como un hombre salía del agua, haciendo su cabello hacia atrás.

Ambos nos miramos.

Dejé mi mochila en el césped.

-Supongo que mi lugar ya no es tan secreto.- Dije, con una sonrisita en los labios.

Me senté a la orilla del lago que conducía al río, viendo a aquel hombre acercarse a mi.

-Lo mismo digo.- Tomó su toalla para secarse el pelo y sentarse a mi lado. -No eres de aquí ¿verdad?, nunca te había visto.-

-Roberto, solo vengo a visitar a mi tía.- Le di la mano.

Masculló algo que no comprendí, así que solo ví a sus ojos.

Respondió a mi apretón de manos.

-Soy Diego, vivo en un pueblo cerca de aquí, vine a visitar a una amiga.- Sonrió, soltando mi mano.

Nos miramos, mientras él seguía secando su cabello.

Me levanté, quitándome la playera y tirando mis sandalias por algún lugar.