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Capitulo 4: Huida

Shoto se cuestiono si era correcto huir de ese lugar, pese a todo siempre había obtenido lo necesario para su comodidad y para que viviera bien. Pronto vio a varias personas correr por los pasillos, tardó algunos segundos en reaccionar y entro a la habitación sin cerrarla por completo. Se movió en el amplio y blanco lugar para encontrar algún bolso o algo donde pudiera guardar un par de cosas, si iba a escapar mínimo debía llevarse algo afuera. Encontró un bolso blanco donde colocaba alguna de su ropa y guardo dentro un par de suéteres, no sabia si afuera hacia frío o si hacia calor, ya que siempre pasaba sus dias allí sin necesidad de preocuparse por los cambios de clima que pudiesen haber afuera. Coloco lo necesario de ropa y empacó un par de libros tambien, tomo un par de sobres de comida que solían darle como aperitivos que solían llevarle y los guardo. Cuando tuvo la pequeña bolsa lista se encaminó a pasos apresurados al pasillo, se asomo sutilmente, aun había caos y nadie se percataba de sus acciones al parecer.

Finalmente dio un primer paso fuera de la habitación, por primera vez solo, sin una enfermera acompañándolo o su padre que le hacia visitas y daban "paseos". Se coloco la capucha del suéter que se había colocado antes de escabullirse de la habitación, primero caminaba lento y pronto sus pasos fueron mas veloces, esquivaba a las personas que corrían por todos lados sin siquiera prestarle atención a su persona y de cierta forma le alivio. Corrió y corrió por los largos pasillos del enorme lugar hasta que finalmente encontró una salida, empujó con fuerza la puerta y pronto recibió los rayos del sol contra su rostro, una ventisca hizo revolotear sus cabellos bicolores, el aroma a tierra y hierba era palpable.

Estaba en el bosque, o lo que parecia ser uno, ¿quizas una especie de montaña? Sonrió muy sutilmente y antes de siquiera pensarlo ya se encontraba corriendo por el lugar esquivando ramas, raíces o piedras que pudieran hacerlo caer, era increíblemente ágil y con buena condición física pese a que pasaba la mayoría del tiempo encerrado leyendo. Brincaba y se movía con velocidad, temía ser descubierto en cualquier momento y que alguien lo persiguiese.

Después de pasar un largo rato corriendo por fin logro llegar a una carretera, se detuvo para poder descansar un poco sacando una unica botella de agua que tenia en su habitación la cual había echado en su mochila. Miro hacia el cielo con alegría invadiendo totalmemte su cuerpo por al fin lograr conseguir la libertad que tanto había ansiado por varios años tras haberse encontrado encerrado en ese lugar.

Cuando se recupero comenzó a caminar a pasos tranquilos por la larga carretera esperando encontrarse con algún auto que le pudiera llevar a la ciudad. Ansiaba pasear por las calles y edificios de Tokio, ver todo lo que ya poco recordaba de su niñez ya que no solía salir demasiado de casa.

Pero el no sabia que la ciudad estaba echa un caos en ese momento.

[...]

Logro conseguir que alguien le llevará hasta la ciudad donde lo dejo en el centro de esta misma. Caminaba animadamente por las calles.

“«—¡ESTE ES UN ANUNCIO PARA TODA LA CIUDAD!¡BUSQUEN REFUGIO, NO SALGAN DE SUS CASAS!¡ESTAMOS EN ESTADO DE ALERTA!—
»“

Shoto levantó la cabeza en dirección a aquel sonido que resonaba por toda la ciudad. ¿que había sucedido? Pronto corrió hasta una tienda con algunos televisores en vitrinas se encontraban exponiendo los noticieros del medio día.

‹»—Nos han llegado informes de ataques y destrozos por toda la ciudad, las personas atacan a los demás de forma agresiva. Los policías se hacen cargo de la situación, sin embargo la fuerza policial esta siendo igualmente atacada. Se nos ha pedido que todos quienes se encuentren viéndonos, busquen refugio, defiendanse y teng-»›

La transmisión se corto abruptamente. El de cabellos rojos y blancos se dio la vuelta sobre sus talones comenzando a encaminarse nuevamente, tan solo a unos metros encontró el caos del cual los noticieros hablaban.

Su par de ojos heterocromicos se posaron por la escena tan peculiar, una niña de cabellos negros estaba encima de quien parecía ser su ¿madre?¿hermana? No lo sabia, la chica gritaba de dolor y pidiendo ayuda entre suplicios, llantos intensos, la sangre brotaba por la herida que la niña le hacia en el cuello ¿de verdad la estaba mordiendo? No solo el, todos estaban atónitos a la situación frente a sus ojos.

Pronto la niña se levantó de encima del cuerpo ajeno mientras la otra mujer parecia convulsionar, aquella infante volvió a querer atacsr a las personas cercanas a su el.

Sus instintos reaccionaron rápido y tan pronto como pudo comenzó a correr para huir junto a otros mas que buscaban lo mismo que el, huyendo por supervicencia.