La chispa del Caos

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Inoue tenía un par de días con terribles molestias mañaneras. Desde náuseas hasta vómitos. Aunque había podido aliviar sus síntomas con un par de remedios caseros, gotas para los oídos y un yogur con miel. Pensó que simplemente algo le había enfermado el estómago. Así fue a trabajar, luchando contra sus malestares. Esa mañana luego de casi una semana se veía peor que nunca, casi transparente con ojeras y los labios resecos. Al verla se sorprendió la de ojos violeta.

- ¡Buenos días señorita Kuchiki...! - exclamó la pelirroja

- ¡Hola Inoue! Perdona que te lo diga pero te ves terrible... ¿te sientes bien? - preguntó directamente la menuda

- La verdad no mucho... pero si faltó me descuentan el día... - dijo angustiada la secretaria

- Ve al doctor... se toma como incapacidad... avísale al señor Yammy y no habrá problema... - dijo la recepcionista

- Lo haré más tarde... y mañana iré al doctor si me sigo sintiendo mal... - dijo la pelirroja

- De acuerdo pero no quedes sin hacer una revisión... - comentó la de ojos violeta

La asistente subió rápidamente, encontrándose con su jefe que como cada mañana. El trabajo empezó sin novedades, aunque hubo varios cambios en el diseño del Vasto Lord, aún no quedaba listo. El auto del señor Hirako fue entregado con éxito y dio una recomendación lo que llegó en un pedido especial, una flotilla de 3 autos para la escudería de carreras Vizard. Eso que tuvieran trabajo a manos llenas, por lo que hacía imposible a Inoue faltar dejando todo aquello a su jefe. Salió a su hora de comida con Ichigo con mejor estado de salud. Pero las malas noticias de su proyecto deprimieron al ingeniero. Orihime regresó a la recepción con Ise.

- ¡Hola señorita Nanao! - dijo amable la asistente

- Te ves terrible... - dijo franca la de gafas

- Sí no me he sentido muy bien... tengo náuseas, mareos y vómitos todas las mañanas... - dijo la inocente pelirroja

Esto en cambio fue una respuesta clara para de lentes.

- ¡Espere señorita Inoue! Se que es meterme en su vida privada pero, ¿haz tenido sexo con Ichigo...? - dijo en voz baja

Eso de inmediato ruborizo a la chica, quien solo pudo afirmar con la cabeza.

- No es por alarmarte, pero cabe la posibilidad de que estés embarazada... - dijo la recepcionista

Esto heló la sangre de la ingenua secretaria. En ese momento se sintió mareada, las náuseas la inundaron. Su cabeza repasó sutilmente sus noches con su prometido, aunque surgió alguien más, o mejor dicho lo que había pasado esa noche de lluvia.

- Por casualidad tengo una prueba de embarazo, pero es en ayuno, a primera hora... - dijo la de cabello negro

- Gracias señorita Nanao... - dijo temblando Orihime

Entonces la asustada secretaria tomó la pequeña caja que le ofreció la de cabello sujeto.

- ¿Cómo se lo puedo pagar? - preguntó la avergonzada asistente

- No te preocupes. Puedes devolverme el favor con otra igual cuando puedas... - dijo amable la de gafas

- Gracias - dijo la asistente

Con ese nudo en la garganta subió a seguir con sus labores la atormentada doncella. Ulquiorra notó su tensión y nerviosismo, pero preguntar podía ser mal interpretado. Así que no dijo nada que no fuera relacionado con el trabajo. Esa noche, Inoue se fue acompañada a casa por Ichigo como todos los días, mientras que el ojiverde se fue a la cantina con Yammy, Grimillow, Szayel y Stark. Con un par de vasos con whisky los caballeros empezaron a confesar sus penas.

El asesino del barrio Esmeralda Donde viven las historias. Descúbrelo ahora