Abismo

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Llegamos al lugar que nos habían indicado, tuvimos que reunir unas partículas del elemento anemo para crear una corriente de viento para ascender a un portal.

Aquella puerta mágica nos envió a un sitio raro, era una isla lejana a la ciudad.

Mire a mis compañeros, ellos solo me miraron y asintieron la cabeza.

Ingresamos al lugar, me sentía más fuerte

Había un mecanismo, rojo en medio de lo que parecía una sala, pero esta sala era diferente, parecía estar rodeada de estrellas junto a un oscuro "cielo" 

Aparecieron monstruos, no fue difícil ir contra ellos. Yo y los integrantes de los caballeros de favonius teníamos experiencia en este tipo de combates. 

No hemos traído comida ni vendas, así que no sé qué es lo que pasará...

Lo que estoy haciendo, lo hago por amor, por Jean.

––

Pasamos muchos desafíos, hasta que llegamos a un lugar extraño. Nos encontramos ante  2 caminos distintos.

Las chicas, fueron por uno; Kaeya y yo, por el otro.

Llegamos a una habitación, igual a la salas que habíamos pasado, no había nada. Tratamos de regresar pero una pared invisible se atravesó en nuestro camino.

Después de unos minutos, apareció un desafío igual a los anteriores, luchamos sin problemas.

Al finalizar voltee a ver a mi compañero, tenía un par de rasguños en los brazos y en el rostro.

—¿Acaso el capitán de caballería no puede con algunos monstruos— pregunté

—No es eso, Diluc ¿no lo has notado?—  dijo en respuesta —Estos enemigos se vuelven más fuertes cada vez que nosotros avanzamos— ... —¿Qué pasará cuando sean más fuertes que nosotros?— preguntó —Eso no pasará. Es obvio que no pueden ser más fuertes que nosotros, son solo "creaciones" hechas por enfermos y nosotros somos personas, iluminadas por los arcontes— 

Kaeya me miró con rabia

—¡¿Creaciones?! ¡QUÉ ES LO QUE SABES TÚ!— ¿Eh? ¿Qué iba mal con él? —Pues claro, los crearon para atacar a todo Teyvat, son solo armas— respondí. 

Kaeya me agarró del cuello y me empujó hasta una de las barreras invisible —¡Ellos fueron...!— sus pupilas se hicieron más pequeñas, en sus ojos se reflejaba asombro —Olvídalo, solo era una "teoría"— ¿Teoría? ¿Qué era lo que le pasaba a este imbécil? Me soltó lentamente y seguimos.

Las heridas aparecían mientras avanzábamos, no sabíamos en donde se encontraban las chicas.

Llegamos al "piso" 8, su "cielo" ya no era de color oscuro, se tornó rojo. Para ese entonces Kaeya ya tenía heridas notorias, seguíamos sin tener ninguna señal de las señoritas que al principio nos acompañaban.

Las fuerzas de mi acompañante no eran las mismas, estaba cansado por la pérdida de sangre, tuve que protegerlo, me ayudaba con las reacciones elementales que generaban sus habilidades cryo y las mías, de pyro.

𝐉𝐞𝐚𝐧 𝐱 𝐃𝐢𝐥𝐮𝐜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora