Capítulo 11

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Davina

Hoy es mi primer día en la empresa de Enzo y me siento tan nerviosa, dios ni siquiera sé si lo que escogí está bien, pero ya no hay marcha atrás. Me puse un traje de vestir, con mangas largas en forma de capa, el cuello es en forma de V color azul marino, el pantalón largo de vestir del mismo color y unos tacones negros. Deje mi pelo suelto y me hice un maquillaje natural sencillo. Me miro al espejo y satisfecha con el resultado, salgo de mi cuarto con el portafolio con mis papeles en mano. Cuando llego a la cocina saludo a mi padre y mi hermano.

- Buenos días – digo, como podrán ver, siempre soy la última en llegar

- Buenos días, pequeña/ Buenos días, princesa- dicen mi hermano y mi padre a la vez

- ¿Estás lista para tu primer día? – pregunto mi hermano

- Una parte de mí lo está, la otra está muriéndose de los nervios- digo sincera mirando mi plato de comida

- Es normal mi princesa lo harás bien, eres muy inteligente y estarás en buenas manos con Enzo – dice mi padre tomando mi mano, yo alzo la mirada y él me da una sonrisa amorosa

- Nuestro padre tiene razón pequeña lo harás bien, eres mi hermana y eres igual de inteligente que yo – dice mi hermano con una sonrisa orgullosa

- Gracias papi, gracias hermano – digo mirándolos a cada uno – Pero ya paren, me harán llorar y se me va a correr el maquillaje- ellos empiezan a reír

- Está bien, no queremos que vayas a tu primer día de pasantía pareciendo un panda- dice mi hermano riéndose

Terminamos el desayuno entre risas como siempre. Estar todos juntos en el desayuno es una tradición familiar, nuestro padre es y era un hombre muy ocupado y no podía estar siempre en la cena ni el almuerzo. Así que se propuso siempre estar con nosotros durante el desayuno, con excepción de esos días que tiene que hacer viajes de negocios. Y como siempre, al terminar el desayuno nos despedimos y cada uno se fue rumbo a nuestro destino. Ayer en la noche Enzo me mando un mensaje diciéndome que su chofer iba a pasar por mí y llevarme de regreso a casa hasta que mi carro salga del taller. Aunque yo le dije que no era necesario, él insistió en el chofer y pues no me quedo más que aceptar. Por eso en este momento me encuentro sentada en la parte trasera de uno de los carros de Enzo con un sujeto más serio que gruñón de los pitufos.

Cuando llego a la empresa de Enzo, me encuentro con un hombre que está esperando por mí en la entrada de la empresa.

- Buenos días, señorita Petrova – dice el chico- El señor Lennox me pidió que bajara a recogerla, mi nombre es Javier Harris y soy el asistente del señor Lennox y a partir de hoy también estaré a tu disposición- dice el chico

- Un gusto en conocerte- digo sonriendo

- Vamos, que al señor Lennox no le gustan los retrasos- dice y me indica el camino, subimos al ascensor y el camino fue silencioso

Cuando salimos del ascensor él me lleva por un pasillo donde hay una pequeña oficina y al final del pasillo se encuentra una puerta grande de color negro y supongo que esa es su oficina. Cuando llegamos delante de la puerta los nervios me consumen y trato de hacer ejercicios de respiración.

- Hasta aquí llego yo Señorita Petrova, el señor Lennox la está esperando adentro- toca la puerta y sin más se va

- Adelante – escucho la voz imponente de Enzo a través de la puerta con una larga respiración y con los nervios consumiéndome abro la puerta

Mi único AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora