Capítulo 25

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POV: Davina

Siento un dolor de cabeza horrible y una neblina abrazadora. Poco a poco voy abriendo los ojos y lo primero que veo cuando los abro es a Enzo quien está sentado a mi lado acariciando delicadamente mi mano.

- ¿Cómo estás, hermosa? – me pregunta. Una ola de recuerdos me ataca, mi padre, el hombre que más amo, está muerto y mi hermano está en coma. Un sollozo sale de mi garganta acompañado de un torrente de lágrimas.

- Por favor dime que no es verdad – le suplico sentándome en la camilla. Las facciones de Enzo se transforman en tristeza – No puede ser verdad, no es cierto, por favor dime que no es cierto – suplico

- Cuanto daría porque fuera mentira hermosa – me dice sentándose a mi lado y atrayéndome a su pecho.

- No, no ... No puede ser cierto – niego llorando – No puede ser cierto – repito una y otra vez llorando en el pecho de Enzo

- Llora, hermosa, sácalo, todo yo sé que es difícil y que duele. No hay nada que te pueda decir o hacer para evitarte este sufrimiento, pero prometo estar a tu lado siempre y no dejarte sola – promete sentándome en su regazo y abrazándome más fuerte

- ¿Por qué? ¿Qué paso? – pregunto sollozando

- No sé bien que paso hermosa he estado aquí cuidando de ti, pero mande a investigar que paso – me informa sobando mi espalda

- Quiero verlo, por favor dile que me lleven a él – le pido mirándolo, a penas lo puedo ver por el charco de lágrimas que están acumuladas en mis ojos

- ¿A Alex? – pregunta y yo niego

- A mi padre necesito verlo – le pido – Por favor necesito despedirme de mi padre – le suplico

- Hablaré con el doctor hermosa, pero ¿Estás segura? No quiero que te pongas peor – pregunta. Su preocupación es palpable, pero necesito esto

- Si por favor lo necesito – pido

- Bien hermosa, pero estaré contigo en todo momento lo sabes y si veo que está siendo demasiado para ti te sacaré, aunque te enojes conmigo – sentencia

- Está bien – sollozo, alguien toca la puerta y Enzo me baja de su regazo y se para a mi lado

- Adelante – dice Enzo sosteniendo mi mano. Por la puerta entran mis abuelos

- Mi niña – dice mi abuela apresurándose para llegar a mi lado. Sus facciones de caída y el rastro de lágrimas en sus ojos me dicen que ya sabe lo que paso – Todo estará bien – trata de consolarme, pero sé que va dirigido a ella también.

- Iré a hablar con el doctor de lo que me pediste hermosa – dice dándome un beso en la frente - Y por favor quédate con tus abuelos hasta que vuelva – pide

- Gracias por cuidarla muchacho – agradece mi abuelo, Enzo asiente

- Siempre lo haré – dice saliendo del cuarto.

- ¿Sabes que paso? – le pregunto a mi abuelo, el dolor en mi pecho aún sigue ahí, pero al menos he dejado de llorar, aunque de vez en cuando una que otra lágrima traicionera se me escape - ¿Alex sigue igual? ¿Ya fueron a verlo? -pregunta

- Princesa solo sé lo mismo que tú que tuvieron un accidente y Alex no ha mostrado mejoría, fuimos a verlo antes que a ti se ve muy malherido –

- Vieron .... ¿Vieron a papá? – pregunto

- Si mi niña no sé si sea conveniente que lo veas – su voz es entrecortada

Mi único AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora