new normal

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– Apolo – llama Berlín al can, este lo ignora con un simple bostezo, volviendo a acomodar su cabeza sobre el suelo con notable desinterés en el otro

Hace unos minutos ya el canino se había recostado contra la puerta de la casa del germano, Alemania lo había dejado aquella mañana pues, después de unos años, debía volver a las reuniones presenciales con la ONU, claramente el perro no le gustó mucho la idea, ya se había acostumbrado a estar todo el tiempo con su dueño; aún cuando no le agradaba, tampoco hizo mucho berrinche por ser dejado, sabía que no siempre podría acompañar a su dueño; aún así alguno que otro quejido salía a modo de reproche

Berlín suelta un suspiro rendido y opta por acercarse a la mascota, sentarse a su lado y acariciar tranquilamente su pelaje. Aún cuando Apolo no le gustaba mucho ser consentido por otras personas, parecía tolerar la cercanía del berlinés ya que este, comparándolo con el trabajo de los demás estados, ha sido el que más tiempo estuvo cuidándolo cuando Alemania no podía












Apenas bajaba del taxi para dirigirse a la sala de juntas, agradecía que la reunión fuera en su propio país, hace unos años ya que no asistía a aquellas salas, hace mucho no veía a otro país, hace mucho no lo veía nadie, y tampoco es como si les importará

La única persona que lo había visto todo este tiempo (además de sus Estados)  fue la psiquiatra, está recetandole distintas medicinas, cada vez más leves pues, después de enterarse de toda la verdad, supo que cada delirio que tenía sobre su "padre" era solo eso, un delirio, por lo que cuando lo veía solo decidía ignorarlo. Ya no volvió a responderle, ya no volvía a lastimarse, y aunque algunas veces se gritaba sin querer, estos incidentes diarios se volvieron nulos

Fue bastante más fácil manejarlo gracias a sus Estados, estos se ofrecieron a ayudar con sus deberes, así solo él debía encargarse de su propia salud y mejorar para volver a encargarse de su territorio

Por un momento se quedó congelado frente a la gran estructura a la que hace tiempo no entraba, no iba a mentir, tenía nervios de encontrarse con los demás, especialmente con su pequeñ- con Polonia, su psiquiatra le decía que no había problemas, que ahora el nivel de riesgo era casi nulo, pero recuerda la última vez que lo vio y siente como la vergüenza hace presencia en su cuerpo, invadiendo descaradamente sus mejillas al pintarlas de un rojo que apenas se puede confundir con el rojo de su bandera

Habían pasado ya once largos años desde lo ocurrido, se arrepentía de muchas cosas, de su obsesión con el polaco y el ya conocido contenido en su celular, de sus propias acciones y la forma compulsiva en la que detallaba hasta la más fina hebra de la más pequeña de las plumas de las alas del bicolor, de como escondía todo, de cómo termino guardando cada gramo de dolor y cada mal momento que seguro le hizo pasar a su pobre mascota

Han pasado muchos años, han cambiado muchas cosas, se han perdido cosas, y aún con un destino caprichoso que insiste en dejarle en claro al alemán que no puede tener relación alguna con el bicolor, el verlo simplemente ahí, parado junto a Francia, con el dichoso sol atreviéndose a relucir de forma angelical el perfecto blanco puro de sus alas, una impecable vestimenta tanto elegante como adorable, la pequeña risilla que, aunque fuese suave, retumbó como eco en sus oídos, y la tan perfecta vista que tenía de su rostro, sus gentiles facciones y sus preciosos ojos enmarcados con bellas pestañas largas que hacían aún más delicado su tranquilo semblante; todo, absolutamente todo en aquel polaco hizo que, sin siquiera darse cuenta, un suspiro nacido desde lo más profundo de su pecho saliera de entre sus labios semiabiertos debido a la impresión y gusto de apreciarlo nuevamente en persona

Su corazón empieza a acelerarse de forma casi insana y, volviendo de su ensoñación, se obligó a borrar la pequeña sonrisa que se pintaba en sus labios, apartando la vista y seguir su camino ingresando aquellas instalaciones para sentarse donde le correspondía

Apoyo su cabeza contra sus brazos cruzados sobre la madera del largo escritorio y, a sabiendas de que no había ni un alma en su cercanía, soltó un profundo y pesado suspiro que busco sacar toda la tensión en su cuerpo.

Debía recordarse constantemente lo que estaba mal, que ya debía tener superada su obsesión por aquel país, debía calmarse y, sobre todo, calmar su acelerado y terco corazón que le pedía, por lo menos, ir a saludar al pequeño y adorable polaco

Se quedó tan ensimismado que olvidó todo a su alrededor, no noto en qué momento la sala se lleno de personas, mucho menos cuando estos empezaron a hablar sobre él. Únicamente noto que ya había pasado un tiempo cuando la voz de la ONU resonó en la habitación gracias a los altavoces, cosa que logró despertarlo de su burbuja y hacer que levantará la mirada al frente de la sala, notando que la organización lo veía directamente a él con una sonrisa que pocas veces le veía, como un padre orgulloso de finalmente ver a su hijo, aunque su sonrisa se tornó un tanto maliciosa por milisegundos, Alemania creyó haber visto mal

– me alegra tenerte de regreso, Alemania – y con aquella pequeña bienvenida, cualquier país que no hubiera notado al alemán, ahora sí que lo hacía, siendo ahora el centro de atención de todos.

Alemania se encogió en su asiento, queriendo matar a la organización, ¡¿Qué pensaba al hacerlo el centro de atención?!









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Sjsbksbsksbs volví!!!! Y bueno, lamento tanta espera, pasaron cosas realmente desagradables, casi pierdo la cuenta- en fin, solo puedo aconsejar que el plagio es malo amigos ksbdkdbkd

Yyyyyyy bueno- quería terminar de hacer los dibujitos para las preguntas y respuestas pero el tiempo no me da así que- para el bien de la historia, cancelaré eso y seguiré con el escrito ksbskdndk aún así puede que a lo largo de lo poco que queda deje algunos dibujos bonitos de la pareja jsjs

Lamento la demora y, a quienes aún sigan la historia, gracias, haré lo posible para que la espera valga la pena y que la disfruten, los quiero un montón 💜💙💜💙💗💞💙✨💖💙💙💗💘💞💘💖💘💞💙✨💜💞💜✨💙💖💗💙💞💙

podríamos... intentarlo? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora