nudos

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¿Alguien realmente podía creer que algo le podía salir bien al alemán? Eso es tenerle mucha esperanza al humor sádico de la vida

Tan pronto el cachorro vio a su dueño corrió a su dirección, jalando de la correa que el polaco tuvo la mala decisión de enrollar en su mano, por lo que, al no poder soltarla, termino arrastrando por el pastor aleman, tropezando y cayendo sobre el tricolor que solo pudo quedar estático en su lugar.

El corazón de Alemania no tardo ni un segundo en estallar alterado, gustoso y emocionado, pero su lado racional solo hacia a su mente entrar en caos, teniendo miedo de cómo podría reaccionar el bicolor sobre su pecho, más aún si llegaría a sentir su desenfrenado palpitar.

El polaco se queda estático unos segundos, un poco perdido en los latidos rápidos que podía sentir bajo la mano con la que trato de protegerse de la caida pues no sabía distinguir si eran suyos, pues juraba que su corazón estaba igual de acelerado. Alza la vista confundido pero Polonia no pudo evitar soltar un chillido a los segundos de haber razonado que ahora se encontraba casi completamente recostado contra el pecho de Alemania.

Ambos trataron de apartarse completamente avergonzados de la posición, principalmente por el contacto con el otro, pero era difícil separarse cuando Apolo había pasado tras las piernas de ambos, causando así que Polonia bajará la mano que tenía enredada con la correa debido a que el can la seguía jalando, teniendo que apoyar su mano contra la cintura del Alemán para evitar ser jalado aún más abajo, sin poder retroceder pues la misma correa ahora se encontraba enredada también en sus pies.

¿Han visto como los perros se emocionan y saltan alrededor de sus dueños? Eso mismo era lo que el can quería hacer, pero la limitación de su correa solo le alcanzó para dar una vuelta que solo pudo causar un desastre en las mentes de ambos países. Berlín solo podía ver incrédulo la escena, luchando por retener una carcajada que insistía en querer salir por lo absurdo que resultaba todo.

Fácilmente pasaría a ser una escena cliché donde, el siguiente paso a dar es que juntaran sus labios en un dulce beso mágico iluminado por el atardecer mientras sonaba alguna melodía cursi, pero siendo realistas, ninguno se sentía del todo cómodo en la posición, principalmente para el polaco al que no le gustaba el contacto físico, la mano del polaco empezaba a doler por la presión de la correa y los ladridos emocionados de perro que quería más atención no daba una buena ambientación.

El rostro de ambos era el de un tomate, de sus bocas trataban de salir disculpas que terminaban saliendo a medias debido a que las palabras terminaban tropezando entre sí al luchar por tratar de salir primero y por la vergüenza de interrumpir al otro.

Finalmente, viendo que lo que hacían solo empeoraba la situación y que el polaco estaba a nada de romper en llanto. Alemania trata de recomponerse y toma delicadamente la mano del polaco, haciendo que se detuviera para mirarlo con genuino arrepentimiento, uno que el alemán confundió con miedo, por lo que trato de hablar suave para calmarlo.

- descuida, solo quédate quieto un segundo - dijo lo más tranquilo que pudo, aunque en su voz igualmente se notó lo nervioso que le ponía la situación.

Polonia no pudo decir nada, obedeció y tan pronto se quedó quieto una lágrima resbaló silenciosamente por su mejilla izquierda. Alemania le dolió ver aquello, por lo que no pudo evitar sacar el delicado pañuelo que adornaba el bolsillo de su pulcro saco para pasarlo suavemente por la delgada línea que había marcado aquella gota. Lo hizo de una forma tan lenta que el polaco no pudo asustarse por el tacto.

Al verlo más calmado , guardo el pañuelo en el bolsillo de su pantalón y con esa misma mano paso lentamente por detrás de Polonia que no pudo evitar dar un salto en su lugar.

- tranquilo, solo necesito agarrar la correa para no lastimarte - explica calmadamente. Polonia en un intento de hacerle más fácil las cosas, se apega un poco más al contrario, dejando que pueda ver mejor por sobre su hombro y alas.

Alemania no puede controlar los latidos de su corazón, jura que incluso Polonia se dio cuenta de aquel detalle. Estaba tan cerca de él, su rostro fácilmente podía percibir la deliciosa colonia que seguro se había aplicado en su cuello. Desearía quedarse así pero el temblor del cuerpo contrario le hace saber que aquello sería demasiado egoísta.

Sigue su proceso y finalmente logra agarrar la correa, la cual estaba a la altura del muslo del polaco, por lo que fue inevitable no tocar aquella zona que solo provocó más escalofríos en el pobre bicolor que aguantaba lo mejor posible el impulso de alejarse.

En cuanto pudo, jalo de su perro para que volviera a dar la vuelta y así desenredarse, aún así mantuvo el suave agarre en la mano del polaco, quién solo se apartó lo necesario, sin jalar su mano del agarre. Alemania lo tomo como un permiso para poder desenredarla.

Ubicó a su cachorro entre sus piernas para que no se moviera, así teniendo la otra mano libre para desenvolver con cuidado la correa que se había afirmado rudamente contra la delicada piel. Al ver la marca que dejó, Alemania no pudo evitar pasar la mano sobre la contraria.

- ¿te duele? - pregunta preocupado, solo recibiendo un leve asentimiento con la cabeza por parte del bicolor.

Polonia ya no sentía tanta valentía para hablar, sentía que toda aquella vergonzosa situación había sido por su culpa, por haber sido descuidado y haber sujetado la correa de aquella forma, por haber sugerido la idea de acercarse. Tenía miedo de que Alemania lo odiara por no obedecer lo que le pidió hace tantos años ya.

- tiene una piel bastante delicada - murmura pasando suavemente la palma por una pequeña cortadura de donde salía algo de sangre. Con un segundo pañuelo que tenía en el bolsillo, envolvió suavemente la palma para evitar que el sangrado manchar algo, terminando de hacer un nudo lo suficientemente apretado para que la presión ayude a que el flujo de la sangre no sea tan grande. - ya está, solo ten cuidado - sugiere acariciando delicadamente sobre la tela, como queriendo asegurarse de que está no fuera incómoda para el contrario.

Polonia pudo notar una pequeña sonrisa en su rostro, aparentemente satisfecho. Se sintió más avergonzado aún, ya no podía verlo directamente al rostro.

Iba a darle las gracias, y principalmente a disculparse por toda la situación, pero todo aquello se quedó pegado en su garganta al ser jalado bruscamente hacia atrás por Inglaterra, que lo sujetaba de la manga de su saco.

Se veía furioso, disgustado y claramente la paciencia era lo que menos predominaba en su ser. Ya no estaba dispuesto a seguir callado.
























Lamento demorar en sacar este capítulo, se me borró dos veces y ya quería chillar qwq

Gracias por el apoyo que le siguen dando, verdaderamente sigo sin creer que varios la sigan leyendo sksbkdbd los quiero :'³ 💞💖💗💓💗💓💗💝💓💞💘✨💞💖💗💘💓✨💞💖💗💓💗💓💗💝🌅💓💘💜💞💜💖💘💓✨🌅💖💓💝🌅💓💘💜💙💖💜

podríamos... intentarlo? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora