"un dia cualquiera"

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Finalmente era de día en el país de uno de nuestros dos protagonistas, quien, al recibir el sol tan directamente en los ojos arruga un poco su expresión por la molestia que le causa en estos

Lentamente finalmente decide abrir de a poco y con cansancio aquellos párpados algo pesados y con ojeras mientras se levanta un poco quedando sentado en su cama

Al abrir por completo sus ojos, con su borrosa vista nota con algo de dificultad una mancha recostada al lado suyo. Bastante extrañado por aquello extiende su mano e intenta dar con sus gafas, las cuales estaban un poco más alejadas de lo normal

Al encontrarla tras sus gafas, con algo de dificultad, se las coloca logrando aclarar bastante su vista y así poder distinguir aquella mancha quien en realidad no era nad más que su lindo Troy  quien lo miraba aparente mente feliz

- jeje buenos días Apolo - dice dedicándole algunos cariñitos de buenos días

- así que finalmente te decidiste por ponerle Apolo? - cuestiona con su típica sonrisa el de esvástica, claro que este no podía hacer falta por la mañana

Alemania suspira pues hay veces que realmente quisiera despertar sin tener que escuchar la voz de su padre... aún que... de igual forma sabe que si dejase de escucharlo estaría aún más loco de lo que ya esta

- si, parece que si le gustó ese nombre - dice aún dedicándole cariñitos a la mascota quien movía su cola feliz

- jaj nada mal para variar- sonríe burlesco viendo a su hijo - sabes?~ es un nombre muy parecido al de Polonia~- canturea bastante divertido

- y qué si lo es? A él le agrada y eso es suficiente para mí- se defiende el Alemán menor manteniendo su postura

-ja! Tu patético intento de simular ser normal es simplemente gracioso - burla el de esvástica con un toque venenoso en su voz- antes pensaba que era adorable pero ahora veo que es ridículo - aquello dicho solo causa que el de lentes ruede sus ojos algo fastidiado

- lo que digas, padre - responde con simpleza levantándose de la cama para dirigirse a la cocina y desayunar. como siempre, su perro le sigue al igual que su padre

- por que dejaste que duerma contigo? Normalmente no dejas ni siquiera que se suba a tu cama- cuestiona aún divertido con aquella sonrisa sentada decorando su rostro

- no se, quería algo de compañía supongo - contesta nuevamente con simplesa empezando a hacer el desayuno

- por que no mejor lo matas, le arrancas la piel, usas su carne para comertela o su grasa para hacer ja- el nazi de a poco se empieza a emocionar, su tono de voz se torna cada vez más oscuro mientras su sonrisa se extiende volviéndose cada ves más grotesca y algo aterradora con unos ojos que demostraban locura. Hubiera seguido con sus ideas de no ser por la voz de Alemania

- no - dice de forma contundente haciendo que la expresión llena de locura y sadismo de su padre cambie a una confundida por aquella interrupción- no gano nada con hacer eso... además.... - gira su mirada a su padre viéndolo con frialdad y seriedad, aquel comentario dicho por él claramente no le gustó - es MÍO, no tienes derecho ni siquiera de mensionar hacer tales cosas con él, no dejaré siquiera que te le acerques - dice con una pisca de enojo volviendo a hacer el desayuno. A pesar de lo que el Alemán esperaba conseguir, el Nazi envés de parar solo pudo sonreír con malicia, le encantaba cuando su hijo se enojaba, no parecía tan "debil" o "patetico"

- ohh~ que lastima, estaba pensando en que podría hacerme un lindo abrigo o un par de pantuflas con su pelaje~ incluso me imaginaba el olor del jabón que haría con su grasa~ - este lo decía con un tono bastante oscuro y una voz ronca y gruesa dándole un toque tétrico a sus palabras pero con una sonrisa que también aportaba un toque burlón a lo anterior dicho

podríamos... intentarlo? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora