inseguridades

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Los párpados le pesaban y el cuerpo le dolía un poco, quería moverse pero un peso sobre él le impidió dicha acción, lo único que pudo mover sin ninguna restricción era uno de sus brazos. Pasó su mano libre por sobre sus ojos en un intento de aclarar su vista, aunque se dio una agradable sorpresa al notar la pequeña pero preciosa figura que se acurrucaba contra él.

Su dormida cabeza no termino de procesar la situación, pero no le importó mucho, le preocupo más que al polaco le doliera el cuerpo al despertar en una posición tan poco natural para dormir.

Quiso apartarlo con cuidado y dejarlo recostado sobre el sillón, pero era más fácil decirlo que hacerlo. No sabía qué hacer con las manos, ni qué partes era prudente tocar sin llegar a ser abusivo con la confianza que le mostraba Polonia. Por un momento quiso desistir pero pensar que el bicolor despierte con dolor en su cuerpo por su culpa le carcomida la conciencia.

Al final, se acostó con cuidado hacía un lado, teniendo precaución de no aplastar las preciosas alas del polaco sin querer. Fue toda una tarea difícil pero consiguió acomodar al pequeño bicolor.

Era realmente hermoso, su rostro tranquilo y las preciosas pestañas blancas que adornaban sus ojos era una vista que Alemania disfrutaba mucho. Por un momento, el vergonzoso impulso de querer tomarle una foto atacó su mente. Se regaño y agitó la cabeza de un lado a otro, repitiéndose una y mil veces que no podía volver a los viejos caprichos, que no podía aprovecharse así de la confianza de Polonia.

Dios, ama demasiado a Polonia, pero estar cerca de él es su infierno personal.

Se apartó un momento y tomo sus abandonadas gafas que se encontraban en una mesita frente al sofá en el que había dormido. Frotó sus ojos intentando despejarse y se retiró al baño para lavarse la cara y terminar de despertar. Era lindo, pero agotador mentalmente pensar en todo lo que había sucedido y en cómo había llegado a aquella situación.

Habían varias cosas que no entendía ni sabía por qué habían pasado de esa manera. Sin dudas estaba feliz, pero no comprendía por qué el polaco aparentaba tener tanta calma, no entendía por qué ahora era tan afectivo, no sabia por qué dejaba que él lo tocará.

Sabía que habían pasado años, sabía que Polonia había cambiado también, pero esto era demasiado para él, nuca espero que le volviera a hablar, mucho menos que lo tocará, ¡Incluso durmió sobre él como si no fuera gran cosa!

Era incomprensible, Alemania no considera haber hecho algo para poder ganarse aquel afecto. Ahora que se detiene a pensar bien, todo lo que había hecho estas últimas veces que había estado con Polonia solo daban más razones para que el polaco se asustara. Dejaba en completa evidencia lo aterrador que podía ser, un desequilibrado mental caminando por una cuerda tan fina que cualquier suspiro provocaría que terminara profundamente en un abismo.

Sentía aún en su pecho el agradable calor del pequeño cuerpo del contrario, pero además, sentía un gran peso encima, no se sentía bien solo recibiendo aquel afecto, no sentía que era lo correcto, no se sentía con el derecho de disfrutarlo tanto. Mierda, no podía entenderlo, no encontraba ningún sentido y eso lo alteraba.

No puede ser una alucinación, ¿O sí? Hace tiempo no las tenía, y esto se sentía demasiado real, pero sus alucinaciones también se sentían reales antes, ¿Será por el estrés? ¿Desde qué punto empezó a alucinar con todo esto? Seguro fue por cómo la ONU casi hacia alarde de su presencia nuevamente en las reuniones presenciales, ¿O fue cuando empezaron a lanzar las piedras? Recuerda que después se rió como un desquiciado, seguro fue después de eso que empezó la alucinación.

No, no tenía sentido, ¿Cómo llego hasta esta habitación de hotel? Mierda ¿Y si entro a la habitación de otra persona solo por alucinar que estaba con Polonia? Recuerda que el portero lo miro de forma extraña al entrar, pero no le dijo nada, ¿Por qué no le dijo nada? ¿Y si siguió a otra persona pensando que seguía a Polonia?

Su cabeza saturada en preocupación y paranoia se queda en blanco al ver en el espejo preciosas alas estirándose detrás de él. Voltea para ver al polaco entrando al baño junto a él, aún sin sus gafas podía ver la expresión preocupada en su rostro. Aún no podía distinguir si era una alucinación o no.

– ¿estas bien? – pregunta con un todo de voz suave y algo rasposa debido al sueño, no podía ser posible que se escuchará tan bien y se viera tan perfecto, se veía tan bonito y quería seguir escuchándolo.

Sí, definitivamente tenía que ser una alucinación, o quizás un sueño? Es imposible que alguien sea tan perfecto recién levantado... Pero es Polonia, la persona de la que ha estado enamorado por más tiempo del que sabe, siempre lo ve como la persona más perfecta en el planeta.

No, concentrate Alemania, estás divagando nuevamente.

La falta de respuesta hace que Polonia se preocupe aún más y se acerque al alemán, quién solo podía estár quiero mirando con sorpresa al polaco

– ¿Te sientes bien? – pregunta, y su voz sigue siendo tan condenadamente hermosa! No, Alemania definitivamente no está bien.

– s-solo dame un momento, no sé si estoy alucinando o no – suspira con pesadez, ocultando su rostro tras sus manos para cubrir el brillante sonrojo en sus mejillas, está casi seguro de que esto no es real y ahora solo puede pensar en cómo disculparse con verdadero dueño de esta habitación, o con el dueño del hotel? Quizás tenga suerte y esté en una habitación vacía.

Siente un débil toque rodeando su muñeca y se asusta, levantando la mirada para ver a Polonia que rodea suavemente una de sus muñecas en un pedido silencioso de que lo mirará.

Alemania, aún incrédulo, cierra y abre sus manos. Muy bien, sigue sintiendo la misma presión sobre su muñeca y está bastante seguro de que cerró con fuerza sus manos, entonces no puede ser él mismo el que se toca la muñeca sin saber.

– no eres una alucinación – se le escapa con sorpresa de la boca y al instante quiere morirse de vergüenza. Sigue dormido, seguro sigue dormido o de lo contrario no puede explicarse lo estúpido que está siendo en este momento.

Puede escuchar la pequeña risa de Polonia y eso no lo hace mejor, un pequeño quejido sale de su boca mientras se deja caer al piso, su espalda apoyada contra la pared. ¿Y si muere ahora? No tendría arrepentimientos y sería una gran excusa para salir de esta vergonzosa situación. Ahora la idea de que sea una alucinación y haya invadido la habitación de otra persona suena mucho mejor.

Las risitas se detienen y ahora Alemania siente una mano presionando con suavidad sobre su rodilla, pero está vez no cede y sigue ocultando su rostro tras sus manos.

– ¿creías que alucinabas conmigo? – pregunta Polonia, su voz ahora igual de dulce y suave que siempre y es casi suficiente para derretir a Alemania.

– es que todo parece surrealista – se excusa débilmente, aceptando su vergonzoso destino – dejas que te abrace, me defiendes, no me juzgas a pesar de todo lo que hice y dije, y aún así me permites dormir contigo, es... No tiene sentido, no es algo que merezca – confianza echando la cabeza hacia atrás, necesitaba frío, quizás eso le ayudaría aclarar algunos de sus pensamientos.

Escucha los suaves pasos del polaco alejarse y, aunque en el fondo sabe que es lo que necesita, no puede evitar sentirse un poco abandonado. Sabe que no es así y que el polaco solo trata de ayudar como puede ¿Por qué es tan difícil encontrar un equilibrio entre lo que quiere y lo que necesita?






















Gracias por los lindos comentarios, no esperaba que tantas personas siguieran esperando actualizaciones de esta historia, me hacen feliz :'3 💖💞💗💖💘💗💞💗💞💗

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⏰ Última actualización: Feb 16 ⏰

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