Capítulo IV

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Hoy Gratien le había pedido que avisará cuando estuviera en la puerta, eso era una petición bastante extraña, no era su cumpleaños ni nada que ameritara alguna sorpresa, pero era Gratien, el dulce Gratien por él que haría cualquier cosa, bueno, casi cualquier cosa, excepto saltar sobre él porque era un Alfa con gran autocontrol y tenía la felicidad de Gratien sobre todo. Eso no le impedía desear e imaginar ciertas cosas, pero eso era diferente. 

Avisó obedientemente cuando estaba en la puerta de la casa y esperó un largo minuto, pero nada pasó. 

Su celular vibró, era Gratien.

Gatito😺

"¿Qué esperas? Entra ya"

Entre varias cosas que había aprendido, estaba que Gratien podía ser un Omega completamente dulce y amoroso la mayor parte del tiempo, pero también sabía ponerse firme cuando era necesario (sobre todo poner límites a los chicos, o incluso a él mismo algunas veces), y a veces salía a la luz un lado mandón. No lo dejaba ver frecuentemente, pero a veces solo salía entre frases, como era. Y por alguna razón darse cuenta de esas cosas lo hacía inmensamente feliz. 

Sonriendo, guardó su celular y entró.

— Bien, bien, estoy entrando, creí que tenía que-

Se calló porque Gratien estaba allí a solo un par de metros de la puerta. Yvette, de ya un año, estaba de pie, solo con el apoyo que le daba Gratien desde atrás tomando sus manos. 

Yven estaba cerca de ellos, cerca de un trípode que parecía tener el celular grabando todo. 

— Mira quién llegó, cariño, vamos, ve con papá.

Mathieu había decidido llevarse a la tumba el secreto de cómo su corazón tartamudeaba cuando Gratien llamaba Cariño o algún apodo cariñoso a los chicos, o cuando lo llamaba papá frente a ellos, o cuando usaba esa voz dulce y suave, con un toque maternal; Y siendo honestos, su corazón ya tartamudeaba por que solo existiera y estuviera allí frente a él, con ese aroma floral y dulce que lo enloquecía. 

 — Pa-pá — Yvette aún ponía una pausa entre sílabas para hablar, pero cada vez tenía más palabras. 

Papá sin duda fue una que empezó a usar poco tiempo después de que Yven comenzará a llamarlo así.  

Yvette sacudió sus brazos y Gratien parecía emocionado mientras la soltaba. 

Eran sus primeros pasos.

Disparejos, vacilantes y con los brazos algo alzados para mantener su equilibrio, y era lo más hermoso que Mathieu había presenciado. 

— E-eso princesa, ven aquí, ven con papá.

Yvette llegó casi tropezando, pero alcanzó a tomarla en brazos y la alzó tan alto como pudo, Yvette amaba eso, reía emocionada.

— ¡Increíble, princesa! Ya me recibes caminando.

— Dejame, dejame, lo hago yo— Yven quería el celular que Gratien había alzado para seguir grabando. 

— Aquí, sujetalo bien, perfecto—Gratien lo guiaba mientras también lo levantaba a él.

— No puedo creer que ya camina— Mencionó mientras la ponía cerca de su pecho y miraba a Gratien.

— En verdad lo hizo durante la tarde, así que intentamos que volviera a hacerlo ahora. Quería darte esta sorpresa.

— Es hermoso, gracias por grabar, necesito que me envies ese video.

— Claro que sí, hay que respaldarlo en todos lados para tenerlo por siempre.

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