CAP. 7-- RESILIENCIA

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Resiliencia: Capacidad de adaptación de una persona frente a un agente perturbador o situación adversa. ✨




En el capítulo anterior…



Se dan un abrazo y Julieta le dice en el oído:


J: Deja ya de ser tan comprensiva y condescendiente con los demás, piensa lo que te hace feliz amiga, no estás sola. Me tienes a mi y te tienes a ti. Te quiero


V: Gracias, yo también a ti.


Entró a su casa, con su marido y su vida de siempre, pero con un pequeño detalle, las pocas horas que ha estado discutiendo con Federico ha sido más feliz que los 25 años de estabilidad con Osvaldo porque dicen que se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas que haciendo el amor con alguien a quien aprecias.


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Un tiempo después…


Habían pasado dos largos meses desde aquella fatídica decisión tomada por la morena, continuar con su vida, pero desgraciadamente no fue la de siempre.
Victoria se había alejado de la hacienda por dos motivos, el primero era porque tenía la esperanza de que tal vez dejando de ver a Federico se olvidaría más fácil de esa maravillosa noche. Pensaba que así su matrimonio seguiría adelante y todo sería tan bonito como al principio pero nada más lejos de la realidad, su relación era un auténtico desastre. El segundo motivo es por los grandes celos que tenía su marido con aquel hombre de bigote y chivera.


Apartando todo esto, con la única que mantiene relación es con la hija de él, Carolina, que  aunque no se hayan visto en persona si hablan por teléfono cada vez que se puede.Por otra parte, todos los demás siguen con su vida normal cumpliendo cada uno con sus responsabilidades.


En la hacienda “El Potrillo” las cosas habían mejorado.  Luz de Luna estaba completamente recuperada y ya podía salir a pasear por los jardines. Carolina seguía con unas buenas calificaciones en la escuela y feliz por la pronta recuperación de su yegua. En cambio Federico no estaba demasiado bien, extrañaba al gran amor de su vida, deseaba volver a verla aunque sea un instante pero ella nunca contestó sus llamadas.



Conversación telefónica:


C: ¡Muñeca, (emocionada) por fin me vuelves a llamar!


V: Mi pequeña… He estado muy ocupada, pero ya estoy más libre y quería hablar un poquito contigo.


C: Yo también pero recuerda lo que me dijiste hace unos días.


V: Ay mi vida perdóname, es que no sé si podré...


C: No Vicky por favor, no me digas que no, tú me prometiste que venías a verme y además mi papá no va a estar, por favor…  (suplicando)


V: Sé que te lo dije… bueno, veré si puedo ir un rato ¿Ok? (suspirando)


C: Yupiiiiii, yo sabía que lo ibas a hacer, te quiero mucho. ¿Cuándo vienes? (emocionada)


V: Mañana sin falta te pasaré a ver y ahora si te tengo que dejar que estoy un poquito ocupada en el trabajo, no olvides que te quiero mucho muñequita linda.


En el instante en que cuelga la llamada no puede evitar pensar y romperse por dentro, como un ser tan pequeño ha podido lograr hacerla sentir ese amor tan bonito, puro y sin límites. Mientras está sumida en sus pensamientos aparece delante de ella una de las pocas personas que la hacían alegrarse y le daban luz a su vida, su amiga Julieta.

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