TÚ EN SU LUGAR

CAP. 14-- MERAKI

Meraki: Hacer algo con amor y creatividad poniendo el alma en ello. ✨

En el capítulo anterior…

Él ya no aguantaba más y la sutileza de sus jadeos dejaron de existir, gemía en la boca de la morena mientras la embestía con su habilidoso ritmo.

V: Vente dentro de mí, lléname de tu amor.

F: Me vengo mi vida… ¡AhhhAhh!

Derramó toda su esencia al completo dentro de ella, se fundieron en uno solo mientras respiraba con dificultad.

V: Federico, mi vida, estoy embarazada.

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El olor característico a mar hacía de aquél atardecer un momento muy íntimo, único e imposible de olvidar. Los tonos rojizos y naranjas se hacían presentes en aquel infinito cielo que amenazaba con llenarse de estrellas en los próximos segundos mientras seguían unidos en ese mismo instante 2 cuerpos fusionados en una sola alma.
Federico no atinó a pronunciar ni una sola palabra al respecto, se limitó a contestar con la mirada mientras se le aguaban los ojos y una lágrima cayó en el rostro de Victoria desde los ojos verdes de aquel futuro padre que se encontraba aún encima de ella, frente a frente, a escasos milímetros de su cara.

F: ¿Entonces quieres decir...?

V: Si, es tuyo si es lo que te preocupa.

Victoria lo empujó para que saliera de ella pues se sintió ofendida.

F: No me refería a que si es mío o no, con que sea tuyo me basta. Nunca me imaginé que esto podría pasar Victoria, no te pongas así .

V: (Mirando el mar mientras rodeaba sus piernas con sus brazos) Yo en cambio siempre lo soñé, lo tuve como el sueño que sabes que nunca se va a cumplir y hoy por fin puedo decir que soy totalmente feliz Federico y gran parte te la debo a ti. (Lo miró)

F: Voy a ser papá de nuevo… (Sonrió con cara de bobo) Vamos a tener un bebé Victoria…

Aquel entusiasmado hombre la miraba con ojos de amor puro y sincero lanzándose desesperadamente y sin pensarlo al cuerpo de aquella morena tumbándola de nuevo sobre aquella fría arena. Se la comía a besos y bajaba hasta su barriguita mientras acariciaba cada poro de su piel, haciéndola estremecerse de pies a cabeza. Le regalaba suave y tiernos besos en aquella pancita que sería durante casi 9 meses un lugar sagrado para él, para luego ser junto a su hija su maravillosa razón de existir.

F: Mi pequeño bebé.. (Seguía besando aquella piel) estoy deseando verte y conocerte.

Victoria admiraba tremenda escena con lágrimas en los ojos, era sin duda un momento para enmarcarlo de por vida en su mente y en su alma. Acariciaba el pelo de su gran amor mientras este tenía una hermosa conversación con su pequeño frijol que aún se formaba en aquel cómodo cuerpo.
Se miraban y sonreían. La brisa suave y fresca rozaba la piel de ambos erizandola completamente y decidieron que era momento de vestirse y retirarse de aquél mágico lugar que jamás iban a borrar de sus memorias.

Suena el celular de Federico…

F: Victoria, ahora te alcanzo, voy a contestar la llamada. ¿Bueno?

Victoria asintió y se adelantó a meterse en la ducha mientras .

C: ¿Papi?