CAP. 4-- RECIPROCIDAD

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Reciprocidad: Acción que motiva a corresponder de forma mutua a una persona con otra.





En el capítulo anterior…


F: ¿Que te perdone? Si es que ahora es muy fácil pedir perdón, porque lo elegiste a él Victoria, cuando yo era el que daba mi vida por ti, te amaba (Victoria en ese momento se levanta del asiento para quedar frente a él)


V: ¡Federico, éramos unos niños, pensé que te habías olvidado, es que más nunca me hablaste de eso, si veía que eras bien lindo conmigo, pero no decías nada!


En ese instante con furia él la va pegando contra la pared para callarla y que no tenga salida, se encuentra muy alterado, sentía necesidad de reclamarle, se veía que estaba dolido, esa herida aún estaba abierta y ella se dio cuenta de todo eso y de pronto sintió la necesidad de sanar tanto, por lo que sin pensárselo dos veces …



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V: Federico, la yegua...


Luz de Luna de un momento a otro se puso muy mal, se retorcía por el piso, tal parece que el cólico seguía empeorando y no estaba respondiendo bien al tratamiento que se le había puesto, era un dolor muy grande el que estaba pasando ese pobre animalito, pero ¿Y si se muere?

Esa yegua era la favorita de Carolina, habían vivido tantos momentos juntas… A veces la niña se escapaba a las caballerizas cuando su padre dormía para llevarle algunas manzanas, zanahorias  o simplemente para acariciarla, se sentía a su lado en paz.


La doctora enseguida se agachó para revisarla, había que hacer algo rápido. Victoria sacó su celular e inmediatamente llamó a la clínica, recordó que Elvis estaba esa noche de guardia.


V: Elvis, gracias a Dios que contestas… Necesito urgente que llames al Dr. Vera, hay que operar a Luz de Luna con extrema urgencia.


E: Si señora, la entiendo… Pero recuerde que el Doctor no está ahora mismo en el país, se fue a un congreso a Italia.


V: ¡¿Pero, qué?! Esto no puede estar pasando… (Miraba a Federico cómo buscando un milagro)
Gracias Elvis. (Cuelga la llamada )
Federico, lo siento…


F: ¿Qué lo sientes? ¿Cómo que lo sientes? Explícame. (La miraba desconcertado)


V: No podemos hacer nada por la yegua. Lo siento de verdad...


F: ¿Que qué? ¿Me estás diciendo que el animal favorito de mi hija se va a morir porque ese tal Vera no está en el país? Por dios... ¿Estás de broma o qué? ¿No hay más cirujanos en el mundo?


V: Es una situación muy delicada, esta operación es complicada y ese Doctor es el único en quien confío para eso. Es muy reconocido en lo suyo, aprendí mucho de él cuando operábamos en el hipódromo…


F: ¿Tú los operabas? 


V: Bueno yo realmente sólo le ayudaba.


F: Entonces operarás tú a Luz de Luna. (Muy decidido).


V: ¿Qué? Estás loco, yo nunca he operado a un caballo… A un gato, a un perro, pero a un caballo no es lo mismo por Dios…


F: Victoria, te lo pido, no tenemos nada que perder… Si no la intervienes tú se morirá, y si lo haces puede que sobreviva. Sabes que no te pediría nada si no fuese lo suficientemente importante para mi… Hazlo por ella, hazlo por Carolina.


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