Capitulo 3

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La tarde se hizo presente en el Amazonas, en la tribu de los spix, aquellas aves azules estaban viendo el atardecer, pues a ellos les encantaba verlo antes de ir a sus nidos. El líder de los spix, Eduardo, estaba ahí apreciando el bello atardecer, junto a su hija Perla, quien era abrazada por Roberto. El vio con una sonrisa, pues Roberto se haría cargo de Perla desde ahora, sin embargo no veía a Mimi, de seguro seguía molesta por haber desterrado a cierta mascota que fue su yerno. Tampoco veía a los niños, lo cual le pareció extraño, tal vez ellos estaban un poco afectados de perder a su padre, así que lo dejo pasar por ahora.

En aquel nido de Roberto, estaban los pequeños arreglando sus cosas, osea, se llevaban las cosas que su padre Blu les había dado, ya sea los I-pad de Carla, la gorra aventurera de Tiago y el libro de Bia. Ellos habían tomado la decisión de irse para siempre del Amazonas, pues habían desterrado a su padre, y no podían vivir sin él. Ya habían terminado de empacar todo.

Bia: Muy bien hermanos. Repasemos el plan. Una vez caiga la noche, nos iremos hacia el barco en donde vinimos aquí, papá de seguro tomará ese barco. Evitaremos a los guardias que hay aquí, y llegaremos allá, pan comido - dijo haciendo cálculos.

Carla: Pero hermana, como pasaremos desapercibidos por los guardias? Ellos vigilan todo el lugar. - dijo preocupada.

Bia: Tranquila Carla, nos conseguí estas cosas - dijo mostrando mantos de hojas - Tía Mimi me ayudó a hacerlos, los usaríamos para jugar, pero esta ocasión es más especial ahora. Con esto nos camuflaremos por sí los guardias están muy cerca.

Tiago: Ya veo, será como las escondidas, solo que tendremos que escapar de los guardia - dijo emocionado y determinado.

Bia: Así es hermano, ahora que ya saben el plan a la perfección, debemos esperar a que caiga la noche, una vez mamá este dormida, nos iremos. Se que todo saldrá bien, por papi - dijo poniendo su ala al centro.

Carla y Tiago pusieron sus alas también al centro junto con las de Bia.

Niños: Por papi! - gritaron con orgullo y determinación.

En algún otro lugar del Amazonas, alejado de la tribu de guacamayos azules. Blu estaba guardando todo en su cangurera, pues ya casi era hora de irse para siempre del Amazonas. Rafael, Nico, Pedro y Luis también estaban preparándose para ir de vuelta con Blu a Río de Janeiro, no querían dejar solo a su mejor amigo, y menos por la situación que pasó hoy día.

Blu mientras empacaba sus cosas, de allí encuentra como un pedazo de papel, pero al vortearla, se da cuenta de que es una fotografía de su familia. Ahí estába los niños con sus caras felices, y atrás se encontraba Blu y Perla abrazados, mientras abrazaban a los niños. Blu logró soltar una pequeña sonrisa, junto con una lagrima que salió de sus ojos, pues ya nunca volvería a ver a Perla, ni a sus hijos. Guardo la foto en su cangurera, no la quería botar, era un pequeño recuerdo de lo que alguna vez fue su familia que había formado.

Rafael: Estas bien amigo? - preguntó aquel tucan preocupado.

Blu: Estoy bien Rafael, es solo que...ya no podré vivir bellos momentos con mi familia...lo perdí todo... - dijo sacando mas lágrimas de sus ojos.

Rafael no soportaba ver a Blu sufriendo de esa manera, y todo por culpa de la que una vez ayudó a que el conquistara el corazón de aquella guacamaya que pensó que serían una pareja inseparable, pero que no resultó ser asi. El tucan sólo pudo abrazar a Blu, para que esté se desahogara en su tristeza.

Nico y Pedro sólo veían a su amigo con pena, ya no sabían cómo animarlo, pero la culpa se hacía presente en ellos, tal vez no debieron de haberlo ayudado a conquistar a Perla, si ella le causaría un daño tremendo.

Rio 3: La Cadena que Nos UneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora