Yuuji iba saliendo de casa, ese día daban de alta a su pequeña; en el trabajo le dieron toda la semana libre al saber por lo que el chico estaba pasando recibiendo un sinfín de mensajes dándole condolencias y ofreciendo ayuda. El pelirrosa sonrió agradeciendo que tenía muy buenos compañeros en la oficina. Tomó las llaves de su automóvil y salió de casa, tenía su corazón lastimado, nunca imagino que su amiga los dejaría tan pronto, tenía mucho que pensar y organizarse, iba a ser muy difícil ser padre soltero, eso era lo que más miedo le daba, tan solo pensar que no podría ser capaz lo hacía sentir miserable. Suspiró y abrió la puerta del carro cuando su teléfono comenzó a sonar, sonrió al leer el nombre, era aquel hombre que conoció en el supermercado
- ¿Diga? –
- Hola Yuuji, espero no importunar, solo quiero saber cómo te encuentras, me quedé un poco preocupado anoche –
- Gracias por preocuparte, bien, voy camino al Hospital hoy darán de alta a mi bebé –
- Oh veo que estarás ocupado, iba a invitarte a tomar un café –
- Lo siento – lo meditó un poco antes de decidirse por invitar al pelinegro a su casa ¿sería demasiado atrevido? - Pero puedo invitártelo yo, si no te incomoda ir a mi casa –
Acordaron verse en el Hospital, el pelirrosa explicó que llevaba su automóvil y recibió un pequeño regaño del azabache ¿cómo se le había olvidado comprar una sillita para bebé? ¿Cómo pensaba llevarla a casa si él tenía que manejar? Así que era el pretexto perfecto para verlo desde antes.
El camino a casa fue muy tranquilo, Yuuji agradecía constantemente la ayuda, no podía explicar por qué el pelinegro le transmitía mucha tranquilidad y confianza, no quería ilusionarse seguramente tenía novia o le gustaban las mujeres, por momentos lo observaba cargar a su bebé con mucho cuidado y cariño, vaya que si era un experto en cuidarlos. Al llegar a casa le ayudó a acomodar a la bebé en uno de los sillones, indicándole que no sería muy bueno dejarla sola en la cuna, tenía que estar al pendiente de ella.
Ambos contaron cosas de su vida personal, Itadori le platicó su decepción amorosa, y como es que ahora tiene un bebé, cayendo en los encantos de su amiga, y queriéndole dar esa última voluntad, aunque no pensó en el peor de los escenarios. Por su parte el azabache le platicó que era el dueño de la famosa empresa Kamo, la conocía un poco, sabía que tenía relación con la empresa de su ex, no tenía pareja, a lo que el pelirrosa sonrió emocionado.
- Así que Satoru Gojou – dijo el pelinegro celoso, y molesto ¿cómo el imbécil de Satoru pudo dejar a semejante chico? Peor aún por Getou, todos sabían que este lo había abandonado, además de las constantes infidelidades que todavía hacía.
- Bueno, no te hablaré mal de él, sus razones debió tener para hacer lo que hizo, no puedo odiarlo, fui muy feliz el tiempo que duró, ya todo está olvidado –
- Eres una persona muy noble y buena Yuuji –
El pelirrosa se sonrojó un poco, dándolo a notar - ahora tengo una preocupación mayor e importante –
- Y una que te dará los mejores momentos de tu vida, los bebés son hermosos –
- Lo sé, solo tengo miedo, no tengo familiares y no quiero molestar a mi amigos, lo primero será buscar una buena niñera –
- Puedes contar conmigo, claro si me lo permites – tomó su mano – quiero conocerte, me agradas mucho – era verdad, el pelirrosa le gustaba mucho, era la primera vez que alguien realmente le interesaba de esa manera, había tenido parejas, pero nada que llenara sus expectativas o que hiciera vibrar así su corazón.
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Can we try it again?
FanfictionSatoru llevaba una vida feliz al lado de Yuuji, quien lo había ayudado a superar su depresión, a olvidar ese mal amor que lo había abandonado, pero ¿que pasaría si aquel hombre regresaba a la vida del albino? ¿Estaba seguro de ignorarlo? Historia t...