- ¿Dónde está mi esposo? – Yuuji llevaba en brazos a su hija, tenía miedo de lo que pudieran decirle sobre Noritoshi, odiaba los hospitales, desde el día que fue abandonado por Gojou – Mai ¿Puedo verlo? –
- No sé qué pasó, pero no creo que sea lo correcto – la chica sobó el puente de su nariz, estaba confundida y no sabía realmente que había pasado entre ellos, pero el rostro descompuesto del pelirrosa podía decirle mucho, ese rostro de miedo y culpa, además pudo adivinarlo al verlo llegar con Satoru – el médico no nos ha dado razón aún –
Itadori miró a su alrededor, ahí se encontraba el nuevo socio de su esposo, con el que lo vio en el restaurante, también estaba Suguru ¿qué hacía ese maldito ahí? Dejó a su hija en brazos de Mai, pues la pequeña insistió en estar con su "tía". Pasó con desesperación sus manos por su rostro y cabellos, todo era su culpa, una que le estaba calando hasta lo más profundo de su ser, no merecía el amor de Kamo y estaba seguro que este no lo perdonaría, ni siquiera sabía si lo iba a querer ver, peor aún ¿qué iba a hacer si moría?
Gojou se acercó dándole un café, estaba incómodo con la situación y más con la mirada de odio de Fushiguiro y Shoko, él era el causante de todo ese problema – Yuuji deberías ir a descansar un rato ¿quieres que te lleve a casa? – preguntó agarrando su hombro derecho, pero Yuuji se movió incómodo por eso, quería que el peliblanco se alejara de él, fue tan idiota.
- No, quiero... quiero... yo solo quiero ver a mi esposo – los nervios se apoderaron del pelirrosa, quien comenzó a llorar inconsolable, sollozando cosas sin sentido – yo lo necesito –
- ¡Eres un maldito mentiroso! – Inumaki no aguantó el enojo y se acercó al esposo de Kamo, susurrando, él sabía perfectamente porque el pelinegro estaba en el Hospital – no digas que quieres verlo y no finjas preocupación, después de lo que le hiciste – miró con enojo a Gojou – y tú deberías de llevártelo de aquí, dudo que Noritoshi quiera verlo – se alejó de ambos, estaba dolido, no era la forma de decirle a tu pareja que no lo amabas.
Yuuji comenzó a gemir de dolor, no dejando salir los sollozos, el socio de su esposo tenía razón, él tenía la culpa, por dejarse llevar, por engañarlo con Satoru, porque se portó igual que el albino, porque rompió y traicionó la confianza que el pelinegro le dio. Cabizbajo siguió llorando, no se movería de ahí hasta saber que su esposo estaba fuera de peligro.
- ¿Es necesario que vayas? –
- No quisiera, pero las cosas se complicaron con Yaga, necesita que vaya a apoyarlo –
- ¡Dos meses, te irás dos meses! – Yuuji se aferró al cuerpo de su esposo, enojado porque este tenía que salir de viaje, no le agradaba la idea, en el tiempo que llevaban juntos, Kamo siempre había rechazado salir, y cuando la situación era demasiado complicada, los tres se iban juntos. En esta ocasión no sería así – entonces no irás a ningún lado el día de hoy y quiero que me hagas el amor todo el día –
- Eso es lo que tenía en mente – ambos se perdieron en el placer que mutuamente se daban.
- Tengo hambre y debemos ir por Nobara a la guardería – después de hacer el amor toda la mañana, debían ir a recoger a su hija y el pelinegro a arreglar sus cosas para el viaje. En el fondo tenía miedo de irse y dejar a su esposo, sabía que Gojou aprovecharía para acercarse a Yuuji, pero quería confiar y creer en que este lo rechazaría definitivamente.
Al día siguiente se marchó, jurándole a su esposo que le llamaría todos los días, que lo mantuviera al tanto de todo y si algo malo pasaba que no dudara en llamarle. Cosa que el pelirrosa hacía, las primeras semanas hablaban diario, Satoru insistía en verlo, pero Yuuji se negaba, el albino estaba consciente de la enorme oportunidad que tenía, él mismo provocó todo ese desastre con esa intención.
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Can we try it again?
Hayran KurguSatoru llevaba una vida feliz al lado de Yuuji, quien lo había ayudado a superar su depresión, a olvidar ese mal amor que lo había abandonado, pero ¿que pasaría si aquel hombre regresaba a la vida del albino? ¿Estaba seguro de ignorarlo? Historia t...