Can we try it again?

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- ¿Vienes solo? ¿Podría invitarte una copa? – Por azares del destino Satoru se encontraba con algunos inversionistas comiendo en ese lugar, miró de lejos al pelirrosa y de inmediato se dirigió al baño, su corazón decía que era él y tenía que cerciorarse - ¿Qué dices? – era su oportunidad para aclarar todo, pedir perdón; lo buscó por tanto tiempo, que al confirmar que era él, su corazón latió como lo hizo la primera vez que lo besó, como la primera vez que le hizo el amor.

Itadori no contestó, sus manos comenzaron a temblar, se maldijo por reaccionar así, pero se iba a mantener firme – lo siento yo... -

- Papi dice mi papá que ya te tardaste mucho – la pequeña de cabellos largos y color rosa llamó a su papi.

Gojou palideció al ver el parecido con el mayor, además ¿Papi? ¿Le había llamado papi? Miró de inmediato al pelirrosa buscando una respuesta, no tenía derecho a exigirlas, pero aun así la duda y el miedo lo estaba matando, solo necesitaba la confirmación esa pequeña era idéntica a Yuuji - ¿Es tu hija? –

- Si, lo siento – volteó a buscar a Kamo, este al verlo comprendió que quería que se acercara a él, se conocían a la perfección, conocía sus miradas, las interpretaba bien. No era momento de dudar – Ella es Nobara, mi pequeña de tres años –

- Hola pequeña – saludo el mayor, era tan hermosa ¿cómo es que Itadori tuvo una hija?  - ¿cómo? – no quiso decir la pregunta completa, pero el menor entendió.

- Es una larga historia, pero es mía y de Nobara ¿la recuerdas? – Claro que no la recordaba, los últimos meses a su lado, ignoraba por completo las conversaciones, nunca le ponía atención. Asintió con duda – Ambos tuvimos una nena, aunque ella falleció en el parto –

- Lo siento, si necesitas algo yo... –

- Yo lo apoyo con todo, si mi esposo necesita algo me lo pedirá a mi – Noritoshi se acercó al pelirrosa., tenía el ceño fruncido ¿Por qué su esposo no lo llamó de inmediato?

- Mi amor – el pelirrosa abrazó con cariño y mucho amor al pelinegro – Gojou que grosero he sido, él es Noritoshi Kamo, mi esposo –

¿Esposo? Todo en su cabeza daba vueltas ¿cómo era posible que nunca se hubiera dado cuenta? Tantas juntas que tuvieron, el azabache decía que su esposo iba por él a la empresa, que lo esperaba en casa, todo siempre giraba a su alrededor, nunca aceptaba invitaciones a bares, a comer, ahora entendía el por qué. Su Yuuji estaba casado con él. – Ya nos conocemos, somos socios ¿No lo recuerdas? Cuando vivíamos juntos lo mencioné varias veces – era claro que su comentario era para hacer enojar e incomodar a la pareja, estaba muy dolido y celoso.

- No lo recuerdo, pero mi esposo me lo dijo, si quieres podemos tomar esa copa que me invitas, puedes unirte a nosotros y así ponernos al día ¿Estás de acuerdo bebé? – Satoru rodó los ojos, no podía creer que su ex le hablara de esa manera al azabache, le dedicara esas miradas que en algún momento fueron dedicadas a él.

- Claro amor, no me molestaría –

- Gracias, pero estoy con algunos de los inversionistas, los viste hoy en la oficina Noritoshi –

- Entonces ya no te retenemos más, con permiso – los dos se retiraron, el pelinegro llevaba en brazos a la pequeña, esta besaba su mejilla repitiéndole una y otra vez cuanto lo amaba por ser el mejor papá, eso hizo su corazón doler, ya se había dado cuenta que fue un idiota al dejarlo por Suguru, seguía viviendo con él, pero era una relación de los mil demonios, estaba aburrido, ni siquiera sabía porque seguía a su lado, ya no le importaban las infidelidades del azabache.

- ¿Estás bien? – Kamo preguntó con un poco de miedo, no iba a dudar de su esposo y sus sentimientos, pero el ver su expresión hizo que sus sentidos se pusieran alertas ¿Yuuji sería capaz de engañarlo?