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Llegaron al hospital, al pelirrosa lo atendieron de inmediato, Kamo estaba asustado no podía creer que Yuuji estuviera en ese estado, ni siquiera se pudo sostener para no caer ¿Debía preguntarle a Satoru? Esperaría a que le dijeran como estaba el menor y se iría a casa, Itadori tenía que recuperarse para que pudieran tener esa plática que había quedado pendiente. El doctor se acercó a ellos preguntando por el familiar del pelirrosa, no dio oportunidad a que contestaran, el anillo en la mano izquierda de Kamo era la respuesta.

- Bien, su esposo tiene una fuerte desnutrición, no me explico cómo es que su cuerpo ha aguantado, deberá llevar una dieta muy estricta y una recuperación lenta, su esposo necesitará su apoyo, me retiro en cuanto despierte le avisaré – el médico se alejó dejando a un Noritoshi preocupado, miró con desconfianza a Gojou, no se iba a quedar, pero quería saber porque su ex estaba en esas condiciones.

- No juzgaré tu relación con Yuuji, solo tú y él saben cómo viven, pero creí que lo amabas demasiado, no entiendo cómo es que lo tienes en ese estado – no se mostraría débil ni dolido delante del albino, desde su divorcio siempre mostraba seguridad, pero después de un año, dolía, todavía dolía tanto – yo tengo que retirarme, espero que se recupere pronto – caminó dirección a la salida; había avisado a Mai donde estaba, tenía que ir por la pequeña Nobara.

- Yo amo a Yuuji – dijo el albino sabía que el azabache estaba escuchando perfectamente – Y jamás haría algo para lastimarlo, al menos no ahora, entendí mi error y me salió caro, porque eso significó el fin de muchas cosas –

Kamo se detuvo, escuchaba con atención lo que ya sabía ¿por qué seguía lastimándose? ¿Qué ganaba con escuchar la historia de amor que su ex y Satoru vivían?

- Es mi culpa que Yuuji esté así, nunca debí meterme entre ustedes – apretó con fuerza sus puños, no quería decirlo, pero ya no soportaba ver a Itadori de esa manera, ahora haría las cosas bien, y pelearía por el pelirrosa correctamente – él está así por ti, desde el divorcio no come, entró en una fuerte depresión y todos los días me pregunta por ti, no tenemos ninguna relación, él siempre está en su casa esperando tu regreso, incluso renunció a su trabajo, no le importa nada. Kamo si tú todavía sientes algo por Yuuji no lo dejes ir, me duele lo que diré, pero él te ama, fue mi culpa lo que paso, todo fue mi culpa, no quiero que Yuuji muera, pero si no lo amas ten por seguro que lucharé, ahora sí cómo debió ser desde un principio y lo voy a conquistar de nuevo – el azabache no dijo nada, se alejó sin dar alguna respuesta, dejando al albino con más dudas. Miró su reloj, lo mejor sería preguntar cómo estaba.




- Cuéntame – Mai sabía que su amigo estaba incómodo, que había algo que lo molestaba - ¿Qué pasó con Yuuji? –

- Cayó por las escaleras de su casa, lo llevé al Hospital –

- Pero eso no te corresponde, debe llevarlo Satoru, él ya no es tu responsabilidad – No podía decir que odiaba al pelirrosa, pero estaba muy molesta por lo sucedido.

- No viven juntos, Yuji está muriendo, hace meses que no come, bueno al menos no como debería, el Doctor dijo que no se explica cómo es que sigue vivo – sobó su cien y cerró por unos segundos sus ojos – debiste verlo, no fue capaz de sostenerse del pasamanos de las escaleras de su casa, por eso cayó – le platicó como es que fue a dar a su casa y que el pelirrosa lo había visto con Suguru.

- Ya veo, pero estás consciente que es algo que él mismo se buscó, ¿No? Y ¿qué harás? –

- No lo sé, no sé si podría confiar en él de nuevo, todo es confuso, y el hecho de que Gojou tuviera que dejar de lado su orgullo para decirme todo esto significó bastante –

Can we try it again?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora