El martes por la tarde, Severus esperaba a Potter... a Harry... sí, a Harry. Ya no era uno más de los mocosos, poco a poco se estaba convirtiendo en alguien importante para Severus de una manera que nunca había esperado.
Estaba esperando a Harry en sus habitaciones, después de haberle enviado al adolescente una nota antes pidiéndole que fuera directamente a los aposentos de Severus y que se pusiera la capa de invisibilidad para evitar ser detectado por posibles ojos indiscretos.
La idea de usar la capa fue de Albus y Severus reconoció que tenía muchos méritos. Si el Señor Tenebroso recibía una noticia de las visitas de Harry en sus aposentos, exigiría inmediatamente el secuestro del muchacho.
A Severus no le gustaba mucho la idea de impartir las clases de oclumancia en sus habitaciones, en parte porque era completamente inapropiado que un profesor entretuviera a un alumno en sus aposentos privados y en parte porque ver a Harry allí, sentado despreocupadamente en su sofá y tumbado en la cama improvisada, hacía que a Severus le resultara mucho más difícil resistirse a violar al chico en el acto.
Pero Albus había hecho caso omiso de su preocupación por el decoro, diciendo que Harry estaba por encima de la edad de consentimiento y que las reglas de la escuela sólo indicaban claramente que las relaciones sexuales entre profesor y alumno estaban prohibidas, no había nada sobre las relaciones entre hombre y mujer o entre mujer y hombre.
El Albus de ojos brillantes se marchó entonces, dejando a Severus mirando tras él sorprendido. Todavía no estaba totalmente convencido de que el director no se hubiera vuelto loco.
Unos suaves golpes le hicieron caminar hacia la puerta y abrirla con impaciencia. Contemplando el pasillo vacío, Severus pudo sentir que alguien le rozaba al entrar. Cerró la puerta y se dio la vuelta.
Harry estaba en proceso de quitarse la capa de invisibilidad, haciendo que su pelo se erizara en todas las direcciones aún más de lo habitual.
-Buenas noches, señor Potter-. Dijo Severus, encontrando el aspecto de pelo desordenado del chico extremadamente entrañable.
-Buenas noches, señor-.
Severus observó a Harry mientras doblaba su capa con cuidado, dejándola en el borde del sofá. Esta noche iba vestido de forma informal, algo que Severus también había pedido en su nota. Esperaba que el chico pudiera soltarse más si no tenía que llevar su uniforme, la ropa constrictiva era, después de todo, muy poco práctica durante el descanso.
Harry llevaba un pantalón de chándal azul oscuro que le quedaba dos tallas más grande, la cintura le caía tan baja que un buen tirón le haría caer. La manga larga gris del chico podría haber sido negra alguna vez, pero el color hace tiempo que se desvaneció. Era muy ancha, como si estuviera pensada para una persona mucho más grande, y la esbelta figura de Harry quedaba totalmente oculta por la enorme prenda. Sus zapatillas rojas completaban el conjunto.
-¿Has practicado la respiración profunda desde tu última lección?- preguntó Severus, dirigiéndose lentamente hacia el otro lado de la habitación.
Jugueteando con las mangas demasiado largas, Harry siguió al maestro de pociones con la mirada y respondió. -Sí, señor, todas las noches. Hacía que conciliar el sueño fuera más fácil-.
-Efectivamente. Cuanto más practiques las técnicas de relajación, más te acostumbrarás a lo que siente tu cuerpo durante los ejercicios. Podrás utilizar esta habilidad en situaciones de estrés, recuperar la compostura con unas cuantas respiraciones profundas y dominar tus emociones en aquellos casos en los que mantener la calma podría significar la diferencia entre la supervivencia y la muerte-. Dijo Severus seriamente con su mejor voz de sermón. -Ahora ven, hoy probaremos algo diferente-.

ESTÁS LEYENDO
TRUST (IN) ME
FanfictionAl comienzo de su sexto año en Hogwarts, Harry Potter está decidido a disculparse con Snape por invadir su pensadero y pedirle más lecciones de Oclumancia. No espera ser recibido con los brazos abiertos... pero la reacción de Snape es inesperadament...