UNDER THE STORM (Narcissa Black)

1

—¿Quién ha traído a las lechuzas?— gritó Lily debido al alto volumen de la música.
—¡Espero que hayáis puesto un muffliato!— exclamó la dueña de la gigantesca habitación donde se están llevando a cabo la fiesta.
—Claro que lo hemos puesto— indicaron Potter y Severus.
—¿Dónde está Sirius?— preguntó Mel.
—Lunático tampoco está— apuntó Lily.
—Pues ya sabemos dónde están— indicó Potter señalando el baño privado de aquella habitación.
—Dudo que estén follando en mi baño cornamenta— rió Mel hasta que alguien chocó con ella tirándole la bebida por encima. —¡Joder!— se quejó Mel girándose y topándose con la mayor de las hermanas Black.

—Anda Meliah, ¿qué tal estás?
—Bien Bella, ¿has visto a Sirius?
—No me hables de ese perro sarnoso, le vi salir con el lobito, imagino que están... desatando sus instintos— rió la Black. —Mis hermanas son un muermo— se quejó.
—¿Desde cuando eso es novedad?— preguntó Mel riendo también.
—Tienes razón, buena fiesta— dijo desapareciendo entre la multitud.

—No entiendo como te llevas bien con esa serpiente— le dijo Potter a Mel.
—Es maja en el fondo, además es la más divertida de las tres Black.
—¿Te la has follado también?— le dijo Potter para picarla.
—Olvídalo Potter, mi tope de Blacks está en uno, se llama Sirius y...
—Y está tirandose a otro hombre mientras tú estás aquí.
—No soy celosa.
—Ni yo— dijo Potter cuando se giró y vio como Lily y Severus se besaban profundamente.
—Seguro que te ha puesto cachondo— le dijo Mel a carcajadas.
—Me dirás que a ti no te pone imaginarte a Remus con Sirius.
—Yo no digo mentiras, me voy, deduzco que me esperan, llámame si necesitas algo— indicó Mel a James antes de abandonar el lugar.

Bajó rápidamente la torre para llegar a la sala común de Griffindor y con la contraseña subir a la habitación de Sirius y Remus.
Al entrar encontró lo que sabía que encontraría, a Sirius sobre Remus llevando su gran miembro a la boca.

—Quiero que sepáis que me parece una enorme falta de respeto que no me hayáis esperado— dijo despojándose de su vestido.
Subió a la cama cuando Sirius se apartó y sin mediar palabra dejo le llevó el miembro de Remus a la boca mientras se inclinaba para que Sirius subiera un mejor acceso a su vagina. Sirius comenzó a lamer el clítoris de Meliah para, sin previo aviso, parar e introducir su miembro en ella aumentando la velocidad a medida que sus instintos se lo pedían.
Meliah, por otra parte, mientras se dejaba hacer por Sirius, introducía en su boca el miembro de su amigo moviendo su cabeza de arriba a abajo. Cuando Remus notó que iba a venirse, se lo hizo saber. Mel retiró el miembro de su boca y con sus manos hizo terminar a Remus entre sus pechos.
Sirius sacó su miembro de Meliah, Remus se levantó y acostó a Mel para dirigirse a su vagina y comenzar a introducir su lengua en ella mientras Sirius introducía su miembro en Remus. Meliah sujetó la cabeza de Remus indicando cómo hacer los movimientos mientras la la habitación se llenaba de gemidos por parte de los tres participantes.
Con sus manos, Remus tocaba y apretaba los senos de Meliah.
Cuando los tres llegaron al éxtasis, se acostaron a Lis costados de Mel, Remus comenzó a besar sus labios profundamente y Sirius llevó Lis pechos de ella a su boca dejando mordidas en estos, Meliah abrió Lis ojos y vio por la ventana un fuego artificial rojo, que significaba que James la necesitaba en la fiesta.
—Sigan ustedes— dijo levantándose de la cama. —Pasarlo bien— rió mientras se vestía a toda prisa aún con la respiración agitada y se dirigía a su habitación.

—¿Qué pasa Potter?— dijo al llegar.
—Ha terminado tu descanso, me toca.
—Vaaale— dijo alargando la primera "a" —Vete con tu damisela.
—Y con Lily...
—Eres un cabron— rió Mel —Anda ve, yo vigilo que aquí no se líe.
—Nos vemos luego— dijo James riendo mientras se iba.

Meliah bailó con varias personas durante un largo rato, hasta que se topó con Regulus.
—Creí que Bellatrix ya no estudiaba aquí— dijo Regulus.
—Hey, no te había visto ¿qué te parece la fiesta?.
—Brutal, como todas tus fiestas.
—Gracias, Bella ya no estudia aquí, pero viene de vez en cuando, en especial a las fiestas.
—No me sorprende, es una Black.
—Sus hermanas no son tan divertidas, apuesto cinco galeones a que no si quiera vendrán.
—Dame tus cinco galeones— rió Regulus señalando la puerta. En ese momento Meliah vio a la pequeña de las hermanas Black hablando junto a sus hermanas.
—Agh— se quejó Mel y dió los galeones a Regulus —¿quién las ha invitado?.
—Imagino que Bellatrix... ¿Y mi hermano?
—Creo que no se sentía bien, quizá bajó a comer algo, no creo que tarde en venir— mintió Mel.
—Bueno, voy con mis colegas, nos vemos luego.
—Chao.

—He vuelto— indicó Lily apareciendo detrás de Meliah.
—¿Y James y Sev?
—Les dejé en la habitación, vendrán cuando se aburran.
—Hice lo mismos con los chicos y parece que aún no se aburren— rió Meliah.
—O se han quedado dormidos— dijo Lily riendo.
—También puede ser.
—Vamos a bailar, no los necesitamos para divertirnos— indicó Lily y tiró de Meliah.

A las cinco de la mañana todos habían vuelto a sus habitaciones, salas comunes... Con magia, Meliah recogió todo y se dejó caer en la cama al lado de Lily. La habitación era inmensa, tenía dos plantas, salón, baño... Como una casa dentro de aquella torre.

—Estoy agotada ¿pasamos de ir mañana a clase? Es el primer día y con lo del sombrero seleccionador no nos echarán en falta— insinuó Mel a Lily.
—Eres terrible— rió Lily con los ojos cerrados a punto de dormir.
—Porfa...
—Sí, pero duérmete ya.
—¡Bien!— celebró Mel antes de irse a dormir. Cayó tan rápido y profundo en el sueño, que al mirar el rejón cuando abrió los ojos al día siguiente, eran las doce del día.

Meliah escuchó ruidos en el baño, por lo que supuso que Lily estaba duchándose, y así fue, lo confirmó al verla salir con el pelo húmedo.
—¿Te importa que me duche aquí? Me gusta más tu baño.
—Para nada, úsalo cuando quieras— dijo girándose, al hacerlo pudo ver a Sirius en la cama junto a ella y a James en un sofá junto a Remus, al dirigirse a la escalera que llevaba a la planta baja de su habitación, pudo ver a Severus en el sofá del salón de abajo.
—Llegaron hace unas horas— aclaró Lily —Borrachos y agotados.
—Mentiría si dijera que me sorprende, voy a pedir que me suban la comida, ¿quieres algo en especial?
—A los chicos pídeles algo grande y grasiento ora la resaca, lo comerán cuando despierten, a mí me apetecen unas patatas y una hamburguesa.
—Hecho, los elfos vendrán cuando esté listo.
—Estoy agotada, no me apetece empezar las clases.
—Nos lo pasaremos bien.
—No lo dudo, seguro que al empezar le cogeré el gusto, como todos los años... Pero ahora quiero dormir hasta tarde todos los días y ni tener responsabilidades.
—Y que lo digas— confirmó Meliah a Lily.