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Cuando terminaron la tarea del primer día volvieron a la pequeña cabaña, el resto de días no era distinto, Antea de que se dieran cuenta, habían llegado sin matarse mutuamente a la última noche.
Meliah tenía varias botellas de bebidas con alcohol en su maleta.
Puso música y tomó un poco.

—Quita eso, quiero dormir— le dijo Narcissa.
—Pues duerme, sólo son las siete no voy a irme a dormir ya, olvídalo rubia.

Narcissa se sentó a comer algo en la mesa mientras Meliah bailaba por toda la habitación con la botella en la mano.
—¡He's a god, he's a man
He's a ghost, he's a guru!— canturreó a todo volumen. Narcissa la miraba de reojo de vez en cuando. —They're whispering his name
Through this disappearing land
But hidden in his coat— continuó. Narcissa rodó los ojos y sonrió sin que la viera. —¡Is a red right hand!— gritó Meliah al son de la canción.
—Estás demente— le dijo Narcissa, pero Meliah simplemente le tendió una botella de vino y continuó cantando.

La canción pasó y también las siguientes cinco, Meliah se había terminado su voters y Narcissa había bebido casi sin darse cuenta más de la mitad de la otra mientras veía a Meliah saltar y cantar por la habitación.

—Narcissa, eres demasiaaado aburrida— dijo Meliah balanceándose agarrada a un pilar de la cabaña.
—Eso te crees tú...
—Es la verdad— dijo acercándose a Narcissa. —Te quedas ahí sentada, amargada... Solo falta que te pongas a estudiar ahora.
—Tú tienes claramente un problema— dijo Narcissa.
—Tú eres mi problema, y el empeño de mi padre en que comparta tiempo contigo, que pesados sois los dos.
—Deberías agradecerme que malgasto mi tiempo en ayudarte con sus mediocres notas.
—Tú sí que eres mediocre.
—Ya te gustaría a ti. Lo que pasa es que eres una niñita mimada— Dijo Narcissa levantándose y paseándose por la habitación.
—Ah y... ¿tú no?— le dijo Meliah.
—Yo me esfuerzo por lo mío, saco mis calificaciones, soy la mejor del año y enorgullezco a mis padres. Tú te  dedicas a  hacer estupideces con ese grupito tuyo conformarte con lo mínimo— en ese momento Meliah tomó a Narcissa y la puso contra el pilar.

—¿Todo eso lo has descubierto tú solita?— le dijo cerca —Me sorprendes.
—Suéltame— dijo Narcissa tranquila.
—Eres una niña mimada que se cree mejor que los demás por intentar complacer a sus padres olvidando que lo verdaderamente importante es estar a gusto con sigo misma— soltó Meliah —Yo también se observar— le dijo soltándola.
—No tienes ni idea— dijo Narcissa —¿Qué quieres que haga? ¿ser como tú?
—Hacer lo que de verdad quieras hacer y dejar de ser una ridícula estirada.
—Tú tampoco haces lo que quieres, no te engañes, tratas de llamar la atención para llenar el vacío que tienes al volver sola a tu enorme mansión y que tus padres estén demasiado ocupados como para pasar
tiempo contigo.
—Eso también te pasa a ti— dijo Meliah.
—Sí, pero yo lo he asumido y aceptado.
—¿Y yo no?—
—No— Soltó Narcissa.
—Pues que te quede claro, que yo sí que hago lo que quiera— Dijo, tomó la cara de Narcissa y la besó profundamente.

Al separarse, fue Narcissa quien inició el segundo beso. Ambas cayeron a la alfombra envueltas en la pasión y tensión que sentían y que habían tratado de tapar con un odio mutuo que no las llevaría a ninguna parte.

Meliah mordió el cuello de Narcissa haciendo que esta suspirara. Arrebató su camisa y se dirigió a los pechos de la rubia. Los mordió por encima de la ropa interior haciendo que esta soltara un suave gemido. Meliah colocó su rodilla en la entrepierna de Narcissa, haciendo presión en esta. Haciendo que la Slytherin se arqueara un poco.
Quitó su sujetador y metió uno de Lis pecho de Narcissa en su boca mientras su mano jugueteaba con el otro. Tras unos segundos cambió y comenzó a pasar su lengua por el otro pezón, mientras con su mano masajeaba el que acababa de sacar de su boca. Desabrochó el pantalón de Narcissa y lo quitó sin ninguna complicación. Cogió la ropa interior de esta con la boca y la quitó rápidamente. Con la punta de su nariz rozó su intimidad y sin previo aviso hizo que su lengua impactará con el clítoris de Narcissa. Comenzó a hacer movimientos constantes en este hasta que dirigió su lengua a la entrada de Narcissa y comenzó a introducirla y a sacarla mientras con el pulgar masajeaba el clítoris de la rubia. Notó que llegaba al orgasmo cuando su espalda se arqueó notoriamente y todo su cuerpo se tensó. Cuando Narcissa se vino por completo, Meliah subió hasta su boca y la besó profundamente, Narcissa aprovechó el momento para girar dejando a la Ravenclaw debajo de ella.
Narcissa la besó profundamente mientras sus manos divagaban por sus pechos, se deshizo rápida y eficazmente de su ropa observando su definido cuerpo. Llevó rápidamente su boca a la vagina de Meliah mientras con una de sus manos sujetaba las muñecas de la misma encima de su cabeza. Comenzó a lamer suavemente su clítoris y con sus dedos la penetró lentamente aumentando la velocidad al compás de su lengua. Meliah se arqueó, estirando la cabeza hacia atrás y mordiéndose el labio para no tratar de hacer demasiado ruido, aunque varios gemidos fueron imposibles de callar.
Cuando su cuerpo se tensó Narcissa supo que había llegado al éxtasis, la Ravenclaw dejó ir un último gemido con la respiración agitada. Tomó la cara de Narcissa y devoró sus labios. 
Cuando ambas se separaron, sus ojos se encontraron. Ninguna de las dos sabía muy bien qué acababa de pasar. Pero al retomar cien por cien la consciencia de nuevo, se creó un silencio incómodo. Narcissa se levantó de encima de Meliah, tomó su ropa y se dirigió a la ducha.
Meliah, se quedó desnuda acostada sobre aquella enorme alfombra mirando la chimenea. En qué momento pensó que sería buena idea acostarse con Narcissa Malfoy, no lo sabía. Y tampoco sabía por qué decidió seguir haciendo caso a sus instintos y meterse en la ducha tras ella.
Al entrar, pegó a Narcissa a labores y atacó sus labios. La tomó de la cintura y está enroscó sus piernas al rededor de la cintura de Meliah y Lis brazos al rededor de su cuello mientras la besaba.
Narcissa comenzó a mover sus caderas contra Meliah y esta última tomó una de sus manos para ayudarla a darle placer. Tras varios éxtasis más en la ducha, ambas se fueron a dormir sin dirigirse la palabra. Se había hecho muy tarde y al día siguiente deberían madrugar para volver a Hogwarts.

Por la mañana, Meliah recogió sus cosas y se marchó rápidamente, no le apetecía cruzarse con Narcissa estando completamente sobria después de lo que había pasado.

Se dirigió a la estación encontrándose en esta con sus amigos.
—¿Qué tal te ha ido la semana?— le dijo Sirius dándole un beso. Gesto que Narcissa observó desde lejos, pues justo llegaba al lugar.
—Si yo te contara... ¿El vuestro?
—Me ha tocado con una chica Ravenclaw muy maja— dijo Lily —Seguro que la conoces, se llama April.
—La conozco— dijo Meliah —Es muy maja, siempre me siento con ella cuando solo me toca con Ravenclaw.
—A mí me ha tocado con un Hufflepuff cuyo nombre no recuerdo, pero era simpático— indicó Severus.
—A mí con un colega de Hufflepuff, le conocí jugando a quidditch— afirmó James.
—A mí me ha tocado con Remus— indicó Sirius.
—Es que no quedaban más alumnos— rió Remus.
—Vaya suerte que tenéis— Indicó Mel cuando justo les hicieron pasar al tren.

UNDER THE STORM (Narcissa Black)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora